El VIH no es lo mismo que el SIDA.
El VIH no es lo mismo que el SIDA. | Foto: Getty Images/Image Source

Vida Moderna

Cansancio, fiebre y dolor de cabeza, entre los síntomas de este grave virus

Es importante realizar chequeos médicos frecuentes y tener medidas preventivas en las relaciones sexuales.

9 de agosto de 2022

De acuerdo con la Clínica Mayo, el VIH es un virus que “pone en riesgo la vida” de una persona, que en algunos casos, termina en el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Precisa que aunque es una infección que se da luego de una relación sexual, su contagio se debe también al contacto con sangre infectada o por el uso de elementos, como agujas que están contagiadas.

Asimismo, es importante destacar que aún no se ha encontrado la cura para el SIDA. Sin embargo, sí hay tratamientos y medidas preventivas, “la infección por el VIH se ha convertido en un problema de salud crónico tratable que permite a las personas que viven con el virus llevar una vida larga y saludable”, asegura la Organización Mundial de la Salud, OMS.

“El VIH, que continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, se ha cobrado 40,1 millones de vidas”, precisa la entidad internacional.

Entre los síntomas a destacar de esta afección se encuentran: los dolores de cabeza, dolores musculares, dolores en las articulaciones, sofoco, diarrea, pérdida de peso, entre otros.

La entidad de investigación explica que en la primera fase puede que la persona no perciba ningún signo, lo que no quiere decir que no esté activo, ya que se puede propagar porque está concentrado en la sangre.

Pero, ¿cuándo es SIDA?

La entidad señala que una persona puede tener el virus, lo que no significa que tenga la enfermedad, pero “cuando el recuento de linfocitos T CD4 se reduce por debajo de 200 o cuando se tiene una complicación definitoria del SIDA, como una infección grave o un cáncer”, asegura se puede determinar como cáncer.

Cabe indicar que, como se señaló anteriormente, la sangre es el primer factor de transmisión, sin embargo, “la leche materna, el semen o las secreciones vaginales, y también se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto”, afirma la OMS.

Condones
La FDA aprobó el primer condón avalado para tener sexo anal. El uso del condón puede prevenir enfermedades de transmisión sexual. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images/Image Source

Es importante destacar y acabar con el mito de que el SIDA se transmite por abrazar a una persona o besarla, ya que esto no es así. Ni tampoco “se propaga por el aire”.

Quienes tengan un diagnóstico, ya sea de SIDA, o VIH, pueden tener probabilidades de desarrollar cáncer como el virus del papiloma humano, o linfoma.

¿Qué es linfoma?

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, señala que este cáncer afecta principalmente al sistema linfático que se divide en varios tipos, como el linfoma de Hodgkin, por ejemplo, que se debe a la irregularidad de los glóbulos blancos que se proliferan en el cuerpo.

Es importante resaltar que “los tipos de cáncer más comunes son los de mama, pulmón, colon y recto y próstata”, puntualiza la OMS, que ha cobrado la vida de casi 10 millones de personas alrededor del mundo.

Los principales signos que presentan quienes son diagnosticados con esta enfermedad, son: dificultad para respirar, comezón en la piel, sofocos que pueden producir fatiga, entre otros.

La Clínica Mayo, precisa, que los hombres son más propensos a contraer esta enfermedad, sin estar las mujeres exentas a ello. Por ende, los mayores de 50 años, y los jóvenes adultos pueden padecerla.

Es importante definir, ¿qué es el cáncer? Es una enfermedad en la que se propagan células irregulares en todo el cuerpo, que puede iniciar en una zona, y extenderse.

Por último, tener hábitos saludables como un plan de alimentación y una actividad física regular, pueden prevenir diferentes cánceres.

Cualquier úlcera de color blanco o roja en lengua, labios, carrillos, deben estudiarse.
Foto referencia a cáncer de lengua. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“Cuando el cáncer se detecta en una fase temprana, es más probable que responda al tratamiento, lo que podría aumentar las probabilidades de supervivencia, reducir la morbilidad y abaratar la terapia”, finaliza la organización.