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RELACIONES DE PAREJA

Siete consejos para saber pelear

Para los psicólogos, conocer cómo enfrentar una discusión garantiza un buen matrimonio. Guía para no alzar la voz ni decir palabras desagradables.

10 de febrero de 2018

Antes del matrimonio todo es color de rosa. Las citas románticas, los regalos y la emoción de mostrar la mejor imagen de cada uno suelen mandar al rincón del olvido las pequeñas o grandes discusiones, que tarde o temprano las parejas tienen que enfrentar. ¿Cómo dividir las cuentas? ¿Quién hace qué en el trabajo del hogar? ¿Cómo educar a los hijos? ¿Por qué ya no hacemos el amor?

Según los expertos, las diferencias entre dos personas que se quieren son normales. “Independientemente de lo mucho que se amen, siempre van a estar en desacuerdo”, asegura a SEMANA Lesli Doares, autora del libro How to Create Your Happily Ever After. En estas circunstancias, la mayoría se debate entre dos posibilidades extremas: pelear o conciliar. El problema es que casi siempre las parejas terminan enfrascadas en lo primero, una situación que los psicólogos asocian a una lucha poco limpia en la que uno de los dos quiere salir ganando. “Los argumentos usualmente involucran voces elevadas, tonos duros y palabras desagradables”, dice Doares. Esto sucede porque no es fácil escuchar a los demás mientras se está sintiendo dolor o ira. Pero, explica, si las parejas “crean un espacio limpio donde todo se pueda discutir de manera calmada, respetuosa y honesta, podrán expresar sus sentimientos y procesos de pensamiento, sabiendo que serán escuchados sin ningún juicio”, explica la escritora.

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Toda pareja debe pasar por el proceso de aprender a prevenirlas o manejarlas. Estos son algunos de los consejos de los expertos que ayudarán a conversar en forma más productiva y saludable.

1. Hablar cuando sea el momento

La mayoría de las personas esperan a estar suficientemente enojadas antes de hablar de cualquier problema, o no están abiertas a escuchar lo que quiere decir la otra. Por eso, es importante saber reconocer cuándo se está listo para discutir. “Es común que en estos momentos las personas dejen que sus emociones los dominen y esto a menudo les lleva a decir cosas duras o falsas que nunca podrán echar para atrás. Convierten la pelea en un círculo vicioso de qué es correcto o no, se preocupan por ganar o perder, lo que significa que una de las dos personas terminará sintiéndose derrotada”, explica Doires. Lo mejor es programar un momento en el que ambos puedan enfocarse en el tema sin dejar que las emociones u otras distracciones se interpongan en el camino.

2. Hacer la pregunta clave

Tener una pelea sin salida con la persona que se ama es muy frustrante. Afortunadamente, según Kira Asatryan, autora del libro Stop Being Lonely, una pregunta puede cambiar la dinámica de estas peleas instantáneamente: “¿Qué necesitas de mí?”. De acuerdo con la experta, estas palabras tienen el poder de interrumpir el patrón de explicaciones repetitivas. Además, enfocan el debate en lo que realmente quiere la persona, y, sobre todo, demuestran que existe una preocupación por la felicidad y el bienestar del otro. “Si bien es posible que su pareja no se percate conscientemente de este sentimiento, lo percibirá en forma consciente. Ella lo sentirá en su corazón y la detendrá en seco”, asegura Asatryan. A su vez, la frase “¿Qué quieres de mí?” es neutral y no avivará la pelea, y funciona sin importar la causa de la discusión.

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3. Resolver el problema antes de irse a dormir

Según una investigación realizada en 2016 por el neurólogo Yunzhe Liu, es un error pensar que al dormir desaparecen los sentimientos como la ira, la furia y los deseos de venganza. El informe, publicado en la revista Nature Communications, señala que durante el sueño el cerebro reorganiza la información del día y hace que las asociaciones negativas sean más difíciles de suprimir en el futuro. Es decir que cuando la persona se va molesta a dormir, al día siguiente esa sensación va a estar mucho más aferrada a la memoria. La investigación de la Beijing Normal University se basó en el comportamiento de 73 estudiantes hombres a lo largo de dos días. No resolver el pleito antes de acostarse dificulta revertir la memoria emocional negativa.

4. No reciclar las peleas pasadas

“Si las parejas repiten constantemente todas las discusiones que tuvieron alguna vez, habrá enfrentamientos interminables y cero tiempo para el amor y la diversión”, dice Mike

Goldstein, fundador de EZ Dating Coach. Además, si el argumento realmente se ha resuelto, ¿por qué volver a plantearlo?, dice Doares. “Sostener algo sobre la cabeza de su pareja no es un comportamiento amoroso y no dará como resultado una relación sana y exitosa”. Sacar a relucir viejos conflictos solo logra reiniciar la batalla y hacer pensar a la pareja que perdieron el tiempo dedicado a resolver el problema.

5. El sexo no es la solución

Aunque puede parecer genial recurrir al sexo para arreglar las cosas, puede resultar contraproducente. Es posible que la otra persona no esté de humor para hacerlo y que solo sienta el deber, lo que posteriormente generará culpa y malestar. “El sexo después de una pelea puede parecer curativo, pero solo si ambos lo sienten así”, dicen Charles y Elizabeth Schmitz, conocidos como los doctores Schmitz, expertos en amor y matrimonio. “Tener relaciones sexuales por cualquier motivo cuando no se quiere es una mala idea”, agrega Doares. “Iguala una forma de intimidad con intimidación o manipulación”.

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6. Aceptar los errores

Daphne de Marneffe, autora del libro The Rough Patch, asegura que una de las cosas realmente inútiles es no asumir la responsabilidad de los malos comportamientos y no disculparse. “Creo que es trágico estar sentado con una pareja en terapia cuando uno de ellos literalmente es incapaz de decir ‘sé que actué mal y lo siento’”. Para ella, “la gente a menudo creció en familias donde fueron humillados o avergonzados o culpados cuando hicieron algo mal, y tienen la sensación de que es una catástrofe ser imperfecto”. La ironía, según la escritora, es que si una persona no puede admitir haber hecho algo mal, los problemas aumentan.

7. No pelear

Otros como Laura Doyle, coautora de Surrendered Wives Empowered Women, best seller de The New York Times, piensan que discutir no necesariamente es justo y productivo. “Es por eso que lo llaman ‘pelear’, porque alguien siempre va a tratar de imponer su voluntad sobre el otro. Pero incluso si la lucha fuera justa, yo no la recomendaría”, dice. Y agrega que, para ella, lo mejor es evitar discutir. “En parte porque es posible, pero también porque pelear con la pareja no es divertido. Para mí, el objetivo es abrazarnos, reír juntos, bailar en la cocina y no perder el tiempo en otras cosas”, concluye.