antropologia

El hombre de siete millones de años

Un paleontólogo francés encontró un fósil que podría corresponder al ancestro más antiguo del 'homo sapiens'.

22 de julio de 2002

Los paleontologos parecen estar de acuerdo en que los chimpancés y el homo sapiens compartieron un ancestro común. Pero la ciencia hoy en día se debate frente a qué tan recto fue ese camino desde ese ancestro hasta el hombre actual. Esta discusión ha hecho que la vieja ilustración que se popularizó en los textos de ciencia en los años 50, en la cual aparecía una clara progresión de un chimpancé hasta convertirse en un hombre de las cavernas y luego en un ser humano, no les parezca a muchos expertos tan precisa como antes. Algunos de ellos creen que los prehumanos evolucionaron en diferentes líneas y que todas ellas, excepto la humana, se extinguieron por diferentes razones.

El sujeto que le ha dado más combustible a esta polémica es un homínido (ancestro humano) que fue encontrado en Chad, un país de Africa central, gracias al trabajo del paleontólogo Michel Brunet, de la Universidad de Poitiers, Francia. La noticia de su hallazgo fue publicada en la revista Nature hace 15 días y no tardó mucho en generar toda clase de comentarios. No era para menos pues el fósil encierra muchos misterios que podrían adelantar aún más las fechas tentativas del origen del hombre.

El primero de ellos es su edad. El fósil de Chad, llamado cariñosamente Toumai, podría tener siete millones de años, dato que lo convierte en el más antiguo ancestro del homo sapiens. Pero otra característica que ha llamado la atención son sus rasgos faciales, pues tiene una cara relativamente plana, mucho más parecida a la del hombre actual que la de otros fósiles menos antiguos.

Lo anterior ha hecho que expertos en el tema, como Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard, consideren el hallazgo de Toumai como el más grande descubrimiento de los últimos 70 años. Toumai podría ser una clave para confirmar la teoría de que había muchas especies de homínidos que fueron quedando aisladas sin posibilidad de reproducirse. Según esta teoría lo que sucedió en la Tierra hace algunos millones de años sería parecido a lo que hoy pasa en programas como Survivor o Expedición Robinson, en los que hay varios concursantes tratando de sobrevivir en condiciones extremas pero sólo uno llega a la final. Los científicos, entonces, se dividen hoy entre quienes creen en una evolución que puede ser vista desde un árbol genealógico y quienes creen que la evolución se representa mejor con un pequeño arbusto de muchas ramificaciones. Entre estos últimos está Don Johanson, quien descubrió a Lucy, un esqueleto de tres millones de años, en 1974.

Toumai también ha ofrecido posibles respuestas acerca de si la raza humana tuvo sus orígenes en Africa oriental hace millones de años. Según esta teoría los prehumanos surgieron después de que las fuerzas tectónicas formaran el valle del Rift, en Africa oriental. Mientras los chimpancés del lado occidental vivían felices en sus bosques sus congéneres de oriente debían soportar un clima seco y un ambiente muy hostil, circunstancia que sólo les permitió sobrevivir a las poblaciones que desarrollaron tácticas y estrategias basadas en el uso de la inteligencia.

Toumai muestra que el valle del Rift tuvo muy poco que ver en cómo y por qué los homínidos evolucionaron. La teoría común es que la vegetación de sabana favoreció el desarrollo de la especie humana pero ahora hay evidencia de que ancestros más viejos vivían en medio de bosques y rodeados de fauna muy diversa. También implica que los científicos deben volver a hacer estimativos sobre cuándo los chimpancés y los hombres tomaron diferentes caminos.

Brunet, un hombre de 61 años que ha dedicado la mayor parte de su vida a buscar este tipo de fósiles que ayuden a aclarar las teorías de la evolución, está convencido de que Toumai fue un ancestro de los hombres. Ahora tendrá que confirmarlo.