Polemica

El loco y la Luna

Un oscuro director de cine norteamericano está empeñado en demostrar que el hombre no llegó a la Luna en julio de 1969.

16 de noviembre de 2002

Un dia cualquiera de 1969 Neil Armstrong descendió del módulo lunar por una escalerilla con su traje espacial y puso su pie izquierdo sobre la Luna.

"Este es un pequeño paso para el hombre y?"

"¡Corten!", grita el director de cine Stanley Kubrik e interrumpe la filmación: "Neil, tienes que decir: Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la humanidad".

Para algunos escépticos esta habría sido una de las escenas que se vivieron antes de la transmisión de la llegada del hombre a la Luna que el mundo entero vio el 20 de julio de 1969, eso sí, después de un dispendioso trabajo de edición y posproducción. Según ellos el módulo Aguila no alunizó a medio millón de kilómetros de la Tierra, en las polvorientas llanuras de la zona llamada Mar de Tranquilidad, sino que lo hizo en unos estudios cinematográficos construidos en el desierto de Nevada, más exactamente en una base militar a 150 kilómetros de Las Vegas. De acuerdo con estas teorías, en plena Guerra Fría Estados Unidos habría buscado engañar a la Unión Soviética y no quería quedar mal después de que John F. Kennedy prometiera que antes de terminar los años 60 tendrían un hombre en la Luna. Para tal efecto la Nasa habría contratado al director de cine Stanley Kubrick, quien en 1968 se había consagrado con su película 2001: odisea del espacio.

Desde la década de los 70 hasta hoy algunos escritores han insistido en que la misión Apollo 11 fue un engaño. El hombre no habría alunizado sino más bien alucinado y se habría tratado de un montaje tipo Hollywood. El avispero se alborotó recientemente. En septiembre un director de cine norteamericano llamado Bart Sibrel acusó a Edwin 'Buzz' Aldrin, quien pisó la superficie lunar 19 minutos después que Armstrong, de haberle dado un fuerte golpe en la cara cuando trataba de hacerle una entrevista sorpresa. El astronauta de 72 años se enfureció cuando Sibrel le pidió que jurara por la Biblia que él había ido a la Luna. "Le dije además que era un ladrón por haber recibido dinero a cambio de dar una entrevista por algo que él no hizo", cuenta Sibrel.

El incidente fue grabado en video pues el material formará parte de la segunda película del cineasta después de A funny thing happened on the way to the Moon (Algo gracioso ocurrió camino a la Luna), y de un programa que el año pasado produjo para Fox titulado Teoría de conspiración: ¿Hemos llegado a la Luna? Sin embargo esta prueba no fue suficiente motivo para culpar a Aldrin, quien fue absuelto en los tribunales al aceptarse que actuó en legítima defensa.

El revuelo que causó Sibrel fue tal que la semana pasada salió a la luz que la Nasa había contratado a James Oberg, ingeniero aeroespacial y escritor de este tipo de temas, para que realizara una investigación y con las pruebas reunidas publicara un trabajo que pusiera fin a la polémica. Esa misión iba a costarle a la agencia espacial más de 15.000 dólares. El creador de la idea fue Roger Launius, ex director de la oficina de historia de la Nasa, quien afirmó: "El libro no iría dirigido a los conspiranoicos sino a los maestros para que impidieran que se siguiera extendiendo la historia del fraude". Esta actitud despertó las críticas de quienes consideraban insólito que después de 33 años la agencia necesitara demostrar que el hombre llegó a la Luna. Interpretaban los hechos como falta de confianza y en cierta forma como una manera de darles credibilidad a las teorías. Por ello la Nasa se echó para atrás y canceló la comisión del libro. Aun así Oberg manifestó su interés por escribirlo, aunque se trataría de una publicación no oficial. Por otra parte Transorbital, una compañía privada, tiene previsto el lanzamiento de un satélite en órbita alrededor de la Luna, equipado con una poderosa cámara para fotografiar los rastros de las misiones Apollo.

Tal vez de esta manera se pueda convencer a algunos de los escépticos pues, según sondeos realizados por la agencia espacial, un 11 por ciento de los estadounidenses no creen que el hombre haya pisado por primera vez la Luna el 20 de julio de 1969.