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NEUROCIENCIA

Realidad virtual para combatir el racismo

Un estudio reveló que cuando las personas se ven a sí mismas como si fueran de otra raza, sus ideas racistas disminuyen.

23 de diciembre de 2014

Científicos de universidades de toda Europa llevaron un paso más allá el consejo de "ponerse en la piel del otro", al ofrecer a personas blancas la oportunidad de verse como si fueran de otra raza, gracias a la realidad virtual.

Investigadores de Londres y Barcelona se reunieron para discutir sus resultados sobre la realidad virtual y la raza en un artículo de opinión para la revista Trends in Cognitive Sciences, publicado el 15 de diciembre. Los expertos encontraron que si la gente experimenta físicamente tener diferentes colores de piel –o edades y sexos–, sus prejuicios inconscientes contra otros grupos raciales podrían reducirse.

Esto no es simplemente una cuestión de cambiar de mentalidad o percepción. La experiencia de estar en 'otra piel' desencadena señales sensoriales en el cerebro que permiten ampliar su comprensión de la imagen corporal. Esto, explica el reporte, puede "hacer que las personas cambien sus actitudes acerca de los demás", escribió el coinvestigador del estudio Mel Slater, profesor de realidad virtual en la Universidad College de Londres, Reino Unido, y de investigación en la Universidad de Barcelona, España.

"Nuestros métodos y resultados nos podrían ayudar a entender cómo acercarse a fenómenos como el racismo, el odio religioso, la discriminación y desigualdad de género, ya que dan oportunidad de que las personas experimenten el mundo desde la perspectiva de alguien diferente a ellos", dijo el profesor Manos Tsakiris, de la Universidad Royal Holloway, en Londres, en un comunicado de prensa.

Los autores basan sus conclusiones en tres experimentos diferentes. En el primero, llamado la "ilusión de la mano de caucho", los participantes blancos observaron una mano de goma de piel oscura que era estimulada en una pantalla, al mismo tiempo que las suyas. Esta "estimulación sincrónica" hizo que las personas sintieran como si "habitaran" esa mano de goma, o que esta era parte de su cuerpo.


Foto A: Participantes caucásicos observan una mano de goma oscura que es estimulada en sincronía con su propia mano, la cual no pueden ver. Foto B: Participantes caucásicos ven el rostro de alguien de otra raza que es estimulado en sincronía con el propio. Foto C: participantes caucásicos experimentan ser de otras razas a través de la realidad virtual. (Trends in Cognitive Sciences, Maister et al)


Experimento de la "ilusión de la mano de caucho". (Trends in Cognitive Sciences, Maister et al)

En el segundo experimento, llamado en inglés "Enfacement illusion", los participantes blancos vieron en video la cara de alguien de otra raza mientras era acariciada por un bastoncillo de algodón, al tiempo que al participante se le rozaba la suya. De nuevo, se buscaba que los voluntarios sintiesen que esa otra cara era la propia.

En el último experimento, llamado "Ilusiones de cuerpo entero", las mujeres blancas hicieron un test de Asociación racial implícita (IAT, por sus siglas en inglés), una prueba computarizada que puede revelar prejuicios raciales inconscientes. Luego, las participantes se colocaron un equipo de realidad virtual que les dio la ilusión de estar en el cuerpo de un avatar de otras razas. Al terminar, volvieron a tomar la prueba de sesgo racial.


Según los resultados, los sesgos raciales de aquellas mujeres que se reflejaron en avatares de raza negra disminuyeron la segunda vez que tomaron la prueba.

Por ahora, los investigadores no saben si la realidad virtual podría reducir el racismo a largo plazo, pero creen que puede emplearse para ayudar a las personas –incluyendo a la policía– a caminar en los zapatos del otro.