SEXUALIDAD

Hombres ‘flash’

La eyaculación precoz es la disfunción sexual más común de los hombres en todas las edades, pero muchos no consultan por vergüenza.

16 de agosto de 2014

Javier, de 36 años, vivió con el problema desde la adolescencia, cuando en uno de sus primeros encuentros sexuales llegó al clímax antes de que pudiera quitarse la ropa. Su pareja lo humilló, pero aunque no lo hubiera hecho, su propia vergüenza fue suficiente para crearle un trauma. Solo después de mucho tiempo tuvo el valor de consultar y tratar este problema que lo inhibía sexualmente.

Dicen los médicos que como él hay muchos. Por eso la eyaculación precoz es el problema sexual más común en los hombres, por encima de la disfunción eréctil. Se calcula que 30 por ciento de ellos, en todas las edades, la padecen. Para que suceda deben estar presentes dos variables: la incapacidad para controlar el grado de excitación y que la eyaculación se dé en un tiempo menor a un minuto, “lo cual siempre va a generar una inconformidad para él y su pareja”, dice José Pablo Saffon, médico de Boston Medical Group.

El problema comienza en la adolescencia. En algunos casos las relaciones sexuales de un minuto son normales porque se trata de jóvenes inexpertos, con pocas oportunidades de tenerlas y mucha ansiedad. Algunos salen adelante pero otros siguen con el problema. Al principio no le dan importancia porque el tiempo de refracción, es decir, el periodo en que al órgano masculino le toma recuperarse, es muy corto en esas edades y los jóvenes simplemente vuelven a empezar hasta satisfacer a sus parejas. De esta forma la disfunción no es notoria. Pero con el paso de los años este periodo puede durar 30 minutos, lo cual puede ser demasiada espera para una mujer.

Según Steven Lamm, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, el problema no es tan grave como el hecho de que la gente, por pena, no consulte o ignore a dónde ir. “Raramente un hombre o una mujer lo discute en el consultorio”, dice. A veces les confían el tema a sus amigos más cercanos o buscan soluciones en internet y “cuando nada de eso les funciona sienten mucha más frustración”, asegura Saffón.

Muchos creen que el viagra sirve pero la verdad es que solo recupera la erección más pronto sin solucionar el problema de base. Los antidepresivos ayudan, pero en dosis personalizadas. Si se dan dosis fuertes, los efectos secundarios –impotencia y pérdida del deseo sexual–, empeorarán la situación. El peor remedio es usar la fuerza de voluntad.  “Decir: ‘Esta vez no voy a eyacular rápido’ no ayuda porque eso enfoca al paciente en el problema y lo ideal es que piense en otra cosa”, agrega Saffon.  
La terapia ideal consiste en visitar a un médico experto para descartar problemas físicos que podrían originar la eyaculación prematura. En ocasiones los especialistas prescriben medicamentos, cremas y ejercicios, dentro de los cuales está el llamado ‘empezar y parar’. Consiste en masturbarse hasta alcanzar la excitación y detenerse antes de tener el orgasmo. Esta tortuosa técnica le enseña al hombre a conocer su curva de excitación y a saber cuándo esperar. “Al principio se recomienda la masturbación sola y luego con la ayuda de la pareja –dice Lamm–. El examen final es hacer el ejercicio durante una relación normal”. A veces ayuda dejar la posición más excitante para el momento en que la mujer ya esté lista.  

Los expertos debaten aún sobre las causas de esta condición. “Es una combinación de factores”, dice Michael Castleman en su blog All about sex. Sin embargo, el aumento reciente de casos se ha asociado al auge del porno. Como sea, atender cada uno de los factores es clave para solucionar el problema. Y en esto sí hay que actuar con toda rapidez.