| Foto: Jessica Sabogal

Perfil

La colombiana que incomoda a los supremacistas americanos con sus murales

Jessica Sabogal se ha hecho famosa por pintar murales de más de 20 metros de altura en contra de la xenofobia, la misoginia y la discriminación en las calles de Estados Unidos. Hace poco fue contactada por el Partido Demócrata para pintar un muro a favor de los inmigrantes. Esta es su historia.

11 de diciembre de 2018

Jessica Sabogal es mujer, lesbiana e hija de inmigrantes. Tres rasgos que muchos aún ven con prejuicios en Estados Unidos. Un país reconocido abiertamente por su racismo, pero donde la misoginia, el sexismo y la discriminación a la población LGBTI pueden llegar a ser igual de graves. No es un secreto que desde hace varias décadas, y aún más con la llegada de Donald Trump al poder, los episodios de xenofobia, homofobia e incluso misoginia vienen aumentado.

El ejemplo más claro es el informe anual sobre "odio en Estados Unidos" publicado por la ONG Southern Poverty Law Center (SPLC) de Alabama.  Este 2018 no sólo incluyó por primera vez a los grupos llamados “supremacistas masculinos” —hombres que abogan por la subyugación de las mujeres— sino que reveló que en los últimos 17 años la creación de grupos de odio ha incrementado más del 100 por ciento. Mientras en 1999 se registraban en el país 457 organizaciones de esta índole,  para 2016, la cifra aumentó a 917 grupos.

Este convulso panorama ha sido la inspiración principal de Sabogal, una artista, muralista y grafitera colombo-americana que desde hace ocho años perfecciona la técnica del muralismo para plasmar en paredes de más de 20 metros de altura poderosos mensajes en contra de la desigualdad. Sus obras, siempre protagonizadas por mujeres,  tienen frases incómodas como “White Supremacy is Killing Me” (La supremacía blanca me está matando), “Walls can‘t keep out greatness” (Las paredes no pueden contener la grandeza), entre otros.

Aunque su interés por el arte comenzó desde muy pequeña, no fue hasta graduarse de la universidad cuando se dedicó a pintar. “A muchos niños con padres inmigrantes en Estados Unidos no los dejan estudiar lo que quieran sino carreras más formales como abogado o médico y ese fue mi caso”, cuenta. Sabogal estudió Ciencias Políticas en La Universidad de California en San Diego y años después comenzó a plasmar sus pensamientos en dibujos, que con el tiempo empezó a compartir públicamente.  

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Un retrato de la poeta y escritora chicana Cherríe Moraga que hizo en 2010 fue uno de los primeros en volverse virales. Desde entonces utiliza el retrato, la técnica del esténcil y la pintura en aerosol para capturar el espíritu apasionado y feroz de las mujeres.

Sus murales están influenciados por el arte mexicano, pues una vez aprendió sobre la forma en la que artistas como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera utilizaban el espacio de arte público para documentar las historias de su país, el muralismo para ella se convirtió en algo más que solo pintar una imagen bonita. “Visité la Ciudad de México hace dos años y fue increíble ver cómo valoraban enormemente a sus muralistas.”, dice. Igual que artistas de la talla de Shepard Fairey y Banksy, Sabogal hoy reivindica el espacio público como el lugar principal para la vida artística y cultural. Y a través de sus murales hace críticas mordaces o reflexiones incómodas sobre temas delicados como el racismo, la xenofobia, la misoginia y la discriminación.  


A lo largo de los últimos nueve años Sabogal ha reinventado constantemente lo que significa ser una muralista en un medio dominado por los hombres. Aunque en sus comienzos usó referentes artistas callejeros conocidos, reconoce que no creció con muchos mentores, o gente que la haya ayudado o inspirado. “Cuando crecí habían muchos hombres haciéndolo, claro, pero lo hacían a su manera y de ellos solamente podía aprender la técnica y  no todo lo que quería”.  A Shepard Fairey y Banksy los estudió en los videos y libros pero en realidad Sabogal hace parte de una primera generación de mujeres y artistas callejeras que hoy usan su medio artístico para el cambio social, la acción y el empoderamiento de las mujeres.

Sus poderosos mensajes la han llevado a convertirse en una activista social. Como describe en su página web, desde 2011, ha sido portada en CNN.com con su homenaje a la revolución egipcia, diseñó la portada del 20º aniversario de Dorothy Allison para Bastard Out of Carolina, de Plume Book, y ha sido la primera artista encargada para pintar murales en la sede de Facebook. Además, muchos de sus trabajos han sido expuestos en galerías como La Peña Cultural Center (Oakland, CA), RANT Gallery (Chicopee, Massachusetts) y Galería de la Raza, una de las más importantes de San Francisco. Canadá, Austria, Colombia y Estados Unidos son algunos de los países en los que ha hecho sus murales. 

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Recientemente el Partido Demócrata de Estados Unidos la contactó para pintar un muro inspirado en los migrantes. Según la artista, esto sucederá en los próximos meses y lo interesante del asunto es que lo plasmará  en una pared construida con ladrillos que han enviado los Supremacistas Blancos a los congresistas del partido con el mensaje ‘¡Construyan el muro!’. “Este proyecto es muy importante para mí porque aunque no tuve la ruta tradicional de entrar a trabajar con un senador para tener una voz política, su interés me hizo darme cuenta que con mi arte estoy influenciando lo que pasa en la política. Eso ha sido impactante, que ellos crean que lo que yo tengo que decir artísticamente es suficiente para influenciar políticamente a la población”, explica.

Para decidir qué va a pintar en una pared, Sabogal empieza con un trabajo de investigación. Si va a pintar en un barrio de Estados Unidos, Austria o Colombia lo primera que hace es preguntarse  ¿Quién vive ahí? ¿Cuáles son sus raíces? ¿Son pobres, ricas o una población muy conservadora? Analiza los mensajes que le están enviando al mundo y a partir de eso decide qué tipo de mural hará y cuál será la imagen. “Normalmente le tomo una foto a alguien que vive en ese barrio y la pinto ahí, gigantesca y a veces incluso escribo los mensajes que vienen de ellos mismos. Pero si la cosa en Estados Unidos está intensa por algún tema específico, digo algo sobre lo que está pasando”.  

Xenofobia



Sabogal nació en San Francisco, California, hace 31 años pero se considera más colombiana que otra cosa. Sus padres, él bogotano y ella barranquillera, salieron huyendo de la violencia en la década de los ochenta, cuando imperaba el terror de Pablo Escobar. “Decidieron huir cuando mi hermano tenía un año porque eran tiempos muy duros. Muchos de sus amigos habían sido secuestrados y a cada persona de mi familia algo le pasó con la violencia”, dice. La motivación fue estudiar un doctorado, pero también darles a sus hijos una vida mejor. A lo largo de los años, ella y su familia han vivido una historia agridulce como inmigrantes en Estados Unidos y estas historias, como también sus raíces latinoamericanas, están impregnadas en la mayoría de sus trabajos.

En sus murales no sólo retrata a mujeres indígenas, afros y de diferentes razas, sino que escribe fuertes mensajes contra los supremacistas blancos, grupos extremistas que consideran que la raza blanca es superior a las demás. De 2005 a 2015 al menos 215 homicidios han estado conectados con estos grupos según un informe de la Liga Anti-Difamación (ADL) y los más grandes son los neonazis, los supremacistas blancos tradicionales (entre ellos el Ku Klux Klan), los cabezas rapadas racistas y otros nuevos como Alt-Right.

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“Ellos se creen la raza soberana y como mis murales son muy grandes es la manera de mandar un mensaje, poner un aviso de que no está bien”. Para la artista, es muy  interesante ver cómo funciona el racismo hoy en día, pues aunque no es tan obvio como el esclavismo, es muy fácil sentir que no son aceptados en el país norteamericano. Aquí hay una mentalidad de ‘ustedes son latinos y nosotros somos de acá’. Tenemos que demostrar que somos buenos, que no somos traficantes de drogas o narcos y eso es frustrante. Para mí es importante mostrar a través del arte que  somos gente digna que tiene el derecho de estar donde quiere. De vivir una vida sana, sin violencia, sin racismo”.

Los murales de Sabogal ya han sido saboteados. Uno de sus trabajos más representativos en Canadá, un mural de más de 24 metros de altura que muestra a una mujer indígena sosteniendo un cartel con la frase "White Supremacy is killing me" (La supremacía blanca me está matando), fue objeto de vandalismo más de tres veces en un mes. Aunque los artistas esperaban que la obra mejoraría la relación entre los pueblos indígenas y la comunidad en general, los actos demostraron que el problema del racismo sigue siendo muy complejo.

Misoginia



La obras de sabogal tienen algo en común: todas representan a mujeres cuyas historias casi nunca son contadas. Y su intención es bastante clara:
“mostrar lo fuertes e importantes que somos para la sociedad”. Antes de decidir que ellas serían las protagonistas de sus obras, Sabogal empezó a ser consciente de una contradicción. “No existiríamos sin una mujer y sin embargo, ni siquiera podemos andar  solas en las calles, eso me hizo querer hablar de lo que no está bien en la sociedad”, cuenta.

La cifras respecto al tema también son contundentes, pues un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito advierte que 87 mil mujeres fueron asesinadas en 2017 y en 50 mil casos el perpetrador fue su pareja o ex pareja. Una de sus primeras campañas fue “Women are perfect”, una serie de retratos en las que honra el cuerpo femenino como perfecto. Aunque en un principio iba dirigido a los hombres, con el paso del tiempo Sabogal se dio cuenta que muchas mujeres con las que interactuaba negaban ser perfectas. Por eso decidió que la campaña estaría dirigida a que las mujeres reflexionar sobre su propio cuerpo.

De hecho, uno de sus retratos de esta campaña fue elegido por la histórica Marcha de las Mujeres en Washington en 2017 como un ícono visual que aún hoy es usado para amplificar la voz de este movimiento. Y personajes como Laverne Cox, famosa por interpretar a una mujer trans en la serie Orange Is The New Black, han usado esta obra para hacer activismo a favor de la igualdad de género y la diversidad.

El abuso sexual y el maltrato contra la mujer también son temas que la artista retrata en sus murales. Frases como “You are not free until all of us are free” (No eres libre hasta que todos nosotros seamos libres), “No sainthood to genocide” (No hay santidad para el genocidio), “We are the ones we’ve been waiting for” (Somos los que hemos estado esperando), plasmadas en sus obras son algunas de las que han ido ganando popularidad.

Homofobia



Otra de las luchas de Sabogal es la discriminación de géneros. Aunque desde hace algunas décadas las organizaciones mundiales LGBTI han luchado incansablemente por reivindicar sus derechos, hoy siguen siendo muchos quienes mueren a causa de la homofobia o padecen su discriminación. La organización Transgender Europe, por ejemplo, publicó un informe en 2017 que afirma que entre  2008 y 2016, 2.343 personas trans y género-diversas fueron asesinadas en 69 países. Algunas encuestas más recientes también muestran que naciones como Rusia, España e incluso Estados Unidos han aumentado sus índices de homofobia en las últimas décadas.

Como parte de esta discusión, Sabogal ha creado piezas icónicas que reivindican los derechos de esta minoría y hacen una reflexión sobre las personas asesinadas. Una de sus obras más recientes es un mural en colaboración con la artista Shanna Strauss. La pintura, acompañada de la frase “Protect Our Trans Daughters”, rinde homenaje a Chyna Gibson, una mujer trans de 31 años de edad asesinada a tiros en 2017 en la ciudad de New Orleans.

No estoy tratando de decir que todos somos iguales, porque no lo somos, pero sí que en estos tiempos una persona no puede decir ‘acepto a la gente gay pero no a los negros. Si la gente no defiende los derechos del otro, no lograremos nada”, afirma. Por otra parte, para Sabogal es fundamental mostrar a las mujeres desde otra perspectiva. “Son pintadas en un mural o una obra desde la visión de un hombre. Las sexualizan. Entonces para mí es importante cambiar esa visión”.

Sabogal lleva nueve años haciendo murales a gran escala y afirma que hasta ahora está encontrando su propia voz. Considera que sólo ha hecho cosas que son aceptables de decir y escribir en una pared pública, pero en un futuro espera ser más valiente y disruptiva. “Esto es gracioso porque la gente ya ve mi trabajo y dice ‘Wow, no puedo creer que lograste poner ‘White Supremacy is Killing Me‘ en una pared de 20 metros, pero yo quiero ir más allá de eso”, dice.  Su objetivo es que su arte sea capaz de generar esos diálogos incómodos que la mayoría de veces las personas no son capaces de tener.