Hugo infante, acaba de publicar el libro 'El modelo de la bicicleta financiera', o bicifi en el que propone este modelo como tratamiento financiero. | Foto: Pixabay

Vivir mejor

¿Sufre de enfermedad financiera?

Muchos colombianos no ahorran, gastan más de lo que reciben y no planean su futuro. Un libro enseña cual es el tratamiento para tener finanzas personales saludables.

30 de octubre de 2018

Jorge, un empleado 50 años está enfermo. No sabe con cuánto dinero se va a pensionar, al final del mes queda en rojo, no conoce realmente qué seguros de vida le cubren ni cómo va a sortear la entrada de sus hijos a la universidad. Solo depende de un sueldo y, como si fuera poco, tiene insomnio e hipertensión. Jorge sufre de glaucoma financiero, un mal que “no le permite ver el futuro libre de agobios de plata por estar enfocado en el gasto de hoy, explica el experto Hugo infante.

El glaucoma financiero no se detecta fácil porque en sus etapas tempranas, en la juventud y la adultez, no duele, pero si al final, en la vejez, cuando la gente se mete la mano al dril y no encuentra dinero con qué vivir. Por eso hay que darle tratamiento pronto. De lo contrario, el individuo nunca alcanzará la salud financiera, un camino que lleva directo a la felicidad.

Infante acaba de publicar el libro ‘El modelo de la bicicleta financiera‘, o bicifi en el que propone este modelo como tratamiento para este mal porque considera que tener libertad financiera es como montar en cicla: la persona debe saber tener equilibro y ganas de montarla.  “Las ruedas delanteras son la capacidad de liderazgo y la disciplina para postergar la satisfacción, es decir, manejar las emociones de consumo de hoy versus las del futuro. También es la capacidad de generar redes de contactos poderosas. La trasera representa la capacidad financiera que la persona puede lograr. Ahí están la habilidad de hacer un presupuesto y la disciplina para seguirlo, y de saber administrar los productos financieros y entender de forma básica y simple el mundo de las inversiones”, explica este coach.

En el libro incluye casos y conceptos básicos para llegar a la salud financiera. El proceso empieza al identificar los valores e ideales de vida de la persona.Un ciclista no sale a la carretera a pedalear sin saber a dónde va, si quiere subir a la calera, debe llevar agua, disponer de tiempo, escoger la bicicleta adecuada”, dice. Lo mismo pasa con las finanzas. Quienes se montan en la bicifi van motivados porque tienen un plan financiero que luego se vuelve un goce. “La emoción de consumir se cambia por la de invertir y llegar al sitio deseado”, dice.

Lea también: Los diez secretos del ahorro

Es un mito creer que no hay plata que alcance para vivir hoy, mucho menos para ahorrar, ni que la única manera de ser emprendedor sean llevar los apellidos Ardila Lulle. Infante ha visto casos de personas de estratos dos y tres con portafolios de inversión y emprendimiento saludables. La clave es que ellos no viven del tener sino de la libertad financiera. “No consumen tanto, equilibran su bicicleta de tal forma que pueden tener inversiones- desde tierras, semovientes, finca raíz y un negocio o local en alquiler”. Agrega que ha hecho talleres en estratos bajos y ve que es posible tener proyectos de emprendimiento a cualquier nivel. La excusa de que la plata no alcanza tiene que ver más a obstáculos emocionales o a la falsa creencia de que el éxito está en adquirir cosas, lo que desequilibra el balance entre el gasto de las necesidades de hoy y las del futuro.

La idea no es hacer una dieta en la cual la persona se restringa de todo, sino tener un equilibro.Como yo lo veo la gente con salud financiera puede darse gustos. Si voy a Europa y no lo programo pues me tocará a punta de tarjeta de crédito y del  “que Dios proveerá”. Eso lo hacen muchos. Mientras que, si lo planeas y haces un poco de sacrificio, será mucho más fácil. No son restricciones; es pensamiento estratégico”.

Todos esos errores los cometen los colombianos por falta de educación financiera en los colegios o por ausencia de programas estructurados en el tema. No hay ni siquiera un sistema que enseñe a controlar las emociones. Todo eso hace que la gente vaya como veleta, a dónde el viento la lleve, en términos de consumo. Y eso también la hace presa fácil de pirámides que llevan a catástrofes financieras. La gente asume que quien acumule mucho capital está bien “pero cuando uno va a ver no es cierto. Tiene más salud financiera un campesino que renta el lote para producir su aguacate porque vive más tranquilo y con renta, vive en paz con su vida económica. Entonces la salud financiera no es solo tener mucho, sino tener lo suficiente para vivir tranquilo mientras cumple el objetivo de vida”.  

Le podría interesar: Los niños también pueden ahorrar

Esta enfermedad no solo la sufren los colombianos, sino que es una epidemia mundial. Incluso en Estados Unidos la clase media está en crisis porque antes con solo un miembro de una familia de este estrato que trabajara era posible sostener a los demás. Hoy con dos personas casi no alcanza porque el ritmo de consumismo es alto y el nivel de ingreso no ha evolucionado favorablemente.

La inconsciencia financiera es la enfermedad y la salud financiera no es otra cosa que tener equilibrado el consumo de hoy versus el consumo futuro. Si uno tiene el equilibro entre esos dos, en la vejez será posible vivir sin ansiedad financiera. Para eso hay que pedalear cuando aún se es activo en la sociedad. Lo que busca Infante es que la gente le dé “un sentido humano y tener equilibro para que el dinero me ayude a ser feliz”.

Para lograrlo hay que manejarlos como un equipo de ciclismo que cuando llega a la meta siente mucha más satisfacción que cuando gasta el dinero sin ton ni son. Cuanto tiempo dure la persona en recuperación depende de la gravedad de enfermedad y de su juicio para el tratamiento. En el libro se plasman muchos casos, se hablan de trece enfermedades y se explica por qué el cerebro nos juega una mala pasada. También se definen pasos precisos para que la persona pueda llegar a la meta por sí misma o con ayuda de un coach virtual. Lo importante es saber que no es una solución mágica se requiere esfuerzo y dedicación. Y mucho pedaleo.