sexualidad

La píldora del fin de semana

En Europa fue presentado Cialis, un medicamento para la disfunción eréctil que le hará competencia al Viagra. Su efecto dura 36 horas.

23 de febrero de 2003

Desde que se lanzo en 1998 Viagra ha sido el medicamento por excelencia para tratar el problema de la disfunción sexual. Después de cinco años en el mercado el poder de su nombre es tan fuerte como la potencia que le ha dado a sus usuarios para restablecer una vida sexual placentera. Viagra es sinónimo de sexualidad recuperada y en algunos casos extremos sólo mencionarla funciona como afrodisíaco. Todo esto le ha significado la conquista de un lucrativo mercado que, se especula, asciende a 1.500 millones de dólares.

Pero este año ese reinado podría acabar por cuenta de una píldora amarilla y con forma de almendra llamada Cialis. Se trata de un medicamento que acaba de ser lanzado en Europa y que utiliza una molécula muy similar a la de Viagra. Esta molécula, llamada tadalafil, inhibe una enzima -la fosfodiesterasa 5 o PD5- para que entre más flujo de sangre en el pene, lo cual le permite al hombre tener una erección en el momento en que reciba un buen estímulo sexual. Sus efectos secundarios son mínimos: dolor de cabeza leve que desaparece pronto y con el uso continuo, dolores musculares menores y enrojecimiento de la cara. Hasta aquí Cialis es muy parecido a la famosa gragea azul en forma de diamante. Lo que la hace distinta y más llamativa es que su efecto se mantiene en el organismo durante 36 horas, a diferencia del Viagra que sólo actúa durante tres o cuatro.

Esta diferencia puede parecer insignificante pero en la vida práctica es del cielo a la tierra. Así como el Viagra es rápido para levantar la potencia también es fugaz su paso por el organismo y esto hace que las parejas se sientan un poco presionadas a tener una relación sexual en ese lapso. "Uno de los inconvenientes es que al tomar la pastilla se crea una expectativa y el paciente prácticamente tiene que esperar a ver la respuesta y eso le genera ansiedad a él y a su pareja", dice el médico urólogo Felipe Gómez. Por el contrario Cialis tiene un efecto más prolongado en el organismo lo que posibilita que sin afanes se pueda tener una o varias relaciones sexuales sin tener que volver a consumir la pastilla. Este medicamento puede durar en el torrente sanguíneo hasta día y medio. Por eso la llaman la píldora del fin de semana. "Eso significa que si se tomó la pastilla y por cualquier motivo su pareja le canceló o se enfermó no perdió la platica ya que puede intentarlo al otro día", dice Pedro Nel Carreño, médico vocero de Eli Lilly. Desde hace algunos años, un porcentaje de usuarios había señalado la rapidez de acción del Viagra, no como una ventaja sino como su talón de Aquiles. Se quejaban ya no del temor a no tener una erección sino a la mecanización de su sexualidad pues se habían acabado el romanticismo y la magia de sus encuentros amorosos. Por lo fugaz del efecto del Viagra las parejas iban directo al grano porque no había tiempo que perder. Teniendo en cuenta esas quejas la compañía farmacéutica Eli Lilly emprendió la tarea de encontrar una molécula que pudiera estar mucho más tiempo en el torrente sanguíneo para darles más campo de acción a las personas con disfunción eréctil. El producto fue el Tadalafil, que aunque dura más tiempo en el organismo, no tiene efectos secundarios diferentes a los que produce el Viagra.

Además con el Viagra la cena romántica, tomarse unos vinitos y salir a bailar estaban descartados pues la persona debía ingerir la píldora con el estómago vacío y abstenerse de beber. Con Cialis la cosa es a otro precio porque no interfiere con las comidas ni el alcohol.

En Europa Cialis tiene el mismo precio del Viagra pero como es posible sacarle más provecho al nuevo medicamento a la larga resulta siendo más económica, básicamente por su duración. En Colombia espera lanzarse a finales de este semestre pero aún no se conoce cuál será su precio de venta al público.

Muchos creen que el nuevo medicamento generará una guerra sin cuartel entre las dos compañías por conquistar un mercado específico, pues las dos están indicadas para el mismo tipo de pacientes. Incluso el periódico británico The Observer mencionó que Pfizer, fabricante del Viagra, trató de bloquear el lanzamiento del Cialis en Estados Unidos e intentó lo mismo en Europa pero sin mucho éxito. La base de su alegato era impedir que otras compañías usaran el mecanismo de inhibición de la PD5. Sin embargo no fue posible patentarla porque las cortes consideraron que era un conocimiento del dominio público. Pero los especialistas miran la situación desde una óptica más positiva. "El gran beneficiado será el paciente porque tendrá más opciones para escoger", asegura Gómez. En su opinión, algunos de estos pacientes que ya conocen el Viagra y se sienten a gusto con el medicamento probablemente seguirán consumiéndolo. Otros, no obstante, para quienes la espontaneidad es más importante, ensayarán la nueva alternativa. "Además hay organismos que responden mejor ante una molécula que otra. El hecho de que una persona ahora tenga alternativas hace que esta competencia sea saludable", dice Gómez.

El único que realmente está muy afectado con el lanzamiento es un ejecutivo de Cheshire llamado Russell Cialis, quien se enteró que Elli Lilly usaría su apellido como nombre para su medicamento contra la disfunción eréctil. La compañía ha dicho que se trata de una coincidencia. No contentos con esta explicación, Cialis y ocho miembros de su familia en Gran Bretaña, Australia, Canadá y Francia anunciaron que pelearán hasta el final para que le cambien de nombre, una gestión que le podría costar a la compañía más de un millón y medio de dólares. Sin embargo, si conocieran todos los beneficios que la píldora es capaz de proporcionar, estarían orgullosos y con la frente en alto por el nuevo significado que empezará a tener su apellido.