Aunque las mujeres son más propensas a sufrir de soledad, los hombres están más vulnerables cuando son solteros.

SALUD

La soledad es la peor enfermedad

Vivir aislado socialmente puede llevar a la muerte. Aunque afecta a todos, los viejos serían los más vulnerables.

31 de agosto de 2013

Por mucho tiempo la soledad ha sido considerada un estado de ánimo pasajero sin ningún efecto en la salud. Sin embargo, recientes investigaciones demuestran que se trata de un factor de riesgo tan importante como la obesidad, el tabaquismo, la falta de ejercicio y la presión arterial alta. “Es la peor enfermedad porque tiene múltiples implicaciones físicas y mentales”, dice el psiquiatra José Posada. 

El trabajo más reciente, realizado por científicos de University College de Londres entre mujeres mayores de 52 años, mostró que las personas aisladas socialmente tienen un 26 por ciento más de riesgo de morir prematuramente. También están en peligro todos aquellos que han sido discriminados, así como los desempleados y los jubilados. Los estudios señalan que las mujeres la sufren más que los hombres.

La manera como la soledad afecta la salud es compleja. Por un lado se sabe que lleva a disminuir la capacidad ejecutiva del cerebro. Por esto, dichas personas tienden a ejercer menos autocontrol de sus impulsos y por consiguiente a asumir comportamientos pocos saludables como comer más de lo debido, no tener actividad física y no ir a chequeos médicos. Además, los solitarios no tendrían ese apoyo de los demás para aconsejarlos cuando tienen síntomas que merecen atención.
 
Otros estudios han comprobado que la gente solitaria tiene un sistema inmune más precario y marcadores de inflamación en su sangre, lo cual podría tener un papel en la aparición de artritis y enfermedades coronarias. Así mismo la soledad fomentaría la diabetes, la presión arterial alta, el mal de Alzheimer, los desórdenes neurodegenerativos y el cáncer. 

Uno de los avances más importantes en el tema ha sido entender qué es la soledad y cuándo es nociva. Según John T. Cacioppo, experto de la Universidad de Chicago, lo primero que se debe hacer es distinguir entre lo que él llama la gloria de estar solo y el dolor de sentirse solo. Hay gente que a veces quiere aislarse y es normal que lo haga de vez en cuando. Pero, dice el experto, esta situación se vuelve peligrosa, “cuando viene con una sensación de vacío, falta de control y baja autoestima”. 

Y si bien la soledad física prolongada puede llevar a este estado negativo, “la gente puede sentirse sola estando casada, en medio de su familia o en una multitud”, aclara Cacioppo. Por su parte, Posada advierte que la soledad no se debe confundir con la depresión, aunque uno de los componentes de esta última sea la sensación de soledad. 

De hecho, la gente solitaria se siente infeliz pero también vulnerable y amenazada, por lo cual tiende a encerrarse en sí misma con el fin de autoprotegerse. De esta manera queda atrapada en un ciclo vicioso que le impide conectarse con los demás.

Resulta paradójico que en tiempos de Facebook, la red social donde la gente puede hacer muchos amigos, la soledad se haya duplicado. En dos sondeos hechos en varios países, el 40 por ciento de los adultos se declara solitario, un incremento del 20 por ciento frente a 1980. Posada señala que hoy la gente tiene menos contacto entre sí. “En las líneas de atención al suicidio el principal factor entre los adolescentes es la soledad”, revela el psiquiatra. 

Hay varias maneras de prevenir este problema. La primera es tratar de hacer contacto con los demás, realizar trabajo comunitario y, tal vez lo más importante, no enfocarse en la cantidad sino en la calidad. “La conexión humana debe ser significativa y satisfactoria para los involucrados”, dice Cacioppo. Por último recomienda tener una actitud positiva y siempre esperar lo mejor.