Por sus ahorros de energía, las tecnologías de virtualización se han convertido en la esperanza de lucha contra el cambio climático desde la industria computacional

TENDENCIAS

Las máquinas virtuales

Reducción de costos e impacto ecológico pusieron de moda un antiguo concepto.

Álvaro Montes
3 de octubre de 2009

Tal vez el término más frecuente en el vocabulario tecnológico de nuestros días - después de la palabra "crisis" - sea "virtualización", curiosamente de moda a pesar de ser acuñado hace más de cuatro décadas. Por virtualización se entiende la posibilidad de hacer correr varios sistemas operativos en un mismo computador, o hacer que una máquina se comporte como si fuera más de una. ¿Demasiado complicado? Piense en lo siguiente: está probado que un servidor en la actualidad utiliza en promedio entre el 15 y el 30 por ciento de sus recursos de hardware (memoria, disco duro, procesador); el resto es capacidad instalada ociosa. Las tecnologías de virtualización permiten utilizar ese 70 por ciento restante como si se tratara de otras máquinas físicas, sobre las que corren otros sistemas operativos y aplicaciones, de tal manera que en donde hay un servidor parezca que hay tres o hasta cuatro.

Las ventajas de esto saltan a la vista: ahorros enormes en consumo de energía, en inversión en computadores y en servicios de Data Center, entre otros; así como una reducción en el Costo Total de Propiedad y en la administración de los computadores de una compañía. En una organización grande las imágenes de disco de los sistemas operativos se almacenan en un servidor localizado en un data center, y los empleados se conectan desde PC, portátiles o dispositivos móviles y reciben el escritorio desde el servidor, que será diferente al escritorio personal que viene embebido en cada máquina particular. Esto facilita la vida de los administradores de tecnología de la empresa, que cuando necesitan atender problemas trabajan sobre el servidor central y no necesitan ir máquina por máquina, por ejemplo para instalar un programa nuevo o para actualizar el sistema.

Hay varias clases de virtualización. Para el mundo de los negocios, la virtualización de servidores consiste en abandonar la vieja idea de una carga de trabajo para cada servidor, lo que se traducía en un servidor de bases de datos, otro servidor de almacenamiento y otro para los servicios Web, por ejemplo. Hoy se utiliza una sola máquina para las tres tareas, repartiendo los recursos de hardware de dicha máquina entre las cargas, según las necesidades diarias de la empresa.

La virtualización de aplicaciones permite a los empleados de una compañía acceder al software desde cualquier lugar y desde cualquier dispositivo. "Tiene que ver con el nuevo tipo de trabajador que existe en el mundo de hoy, que no está atado a oficinas ni sillas, y que necesita movilidad e independencia", explica Luis Álvarez, de la compañía Citrix, uno de los proveedores de soluciones para virtualización.

Y para los usuarios, la virtualización de escritorios consiste en hacer correr sobre un único computador dos o más sistemas operativos; hay uno que es el sistema operativo huésped, que viene embebido en todo computador, y otros que se "montan" virtualmente. De hecho, es una tendencia en auge hoy disponer de Windows, Linux y hasta Mac en un solo PC.

Existen en el mercado varias empresas que proveen herramientas para virtualización; VMWare y Citrix. También hay herramientas gratuitas y de código abierto, como VirtualBox o Xen Server, que pueden ser utilizadas por usuarios finales y por empresas medianas y pequeñas. La ventaja más atractiva en las empresas que virtualizan sus sistemas, es que se pone fin a las restricciones que los administradores de tecnología suelen establecer en los computadores de los empleados, puesto que cada persona podrá correr en su escritorio el sistema oficial de la compañía y a la vez jugar solitario sin sentir remordimiento.