n el mercado abundan muchos suplementos como el aceite de pescado, el Gingko biloba, antioxidantes, menjurjes derivados de plantas y animales y la vitamina E. ¿Realmente sirven? | Foto: A.F.P.

Envejecimiento

Lo que sirve y lo que no para prevenir el Alzhéimer

Muchos de los productos y suplementos que se venden para prevenir este mal no han demostrado su efectividad, según estudios recientes. Pero en cambio el ejercicio y otros hábitos si. Conózcalos.

8 de marzo de 2019

Todo aquel que ha vivido de cerca la experiencia de tener un familiar o amigo con Alzhéimer sabe el dolor que causa esta enfermedad, que poco a poco se va robando los recuerdos, conocimientos, habilidades del paciente y con ellos su vida entera. Por eso es un drama tanto para el paciente como para sus allegados.

En el mercado abundan muchos suplementos como el aceite de pescado, el Gingko biloba, antioxidantes, menjurjes derivados de plantas y animales y la vitamina E.

A pesar de que hoy se conoce mucho más de la enfermedad, aún la ciencia no ha podido encontrar un tratamiento que la cure. La mayor parte de las investigaciones sobre moléculas y tratamientos han fracasado, por lo tanto, se sabe más de lo que no funciona que de lo que sí.  Ante ese panorama, el foco también se ha centrado en la prevención. La evidencia por ahora también señala un par de estrategias.

Aún así en el mercado abundan muchos suplementos como el aceite de pescado, el Gingko biloba, antioxidantes, menjurjes derivados de plantas y animales y la vitamina E. Y a pesar de que son tan populares y muchos los toman sin prescripción médica para mantener a raya este mal degenerativo, no existe evidencia de que ayudan a prevenir ni a tratar la enfermedad.  

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El mes pasado, la FDA, agencia para el control de alimentos y medicamentos de Estados Unidos, emitió una advertencia a por lo menos 12 productores de estos suplementos, que se venden como medicamento para prevenir, tratar o curar el Alzhéimer y otras enfermedades. “Los suplementos pueden reclamar, con sustento, sus potenciales beneficios para la salud del consumidor, pero no pueden decir que previenen tratan o curan enfermedades como el Alzhéimer”, dice el comunicado. Para poderlos vender como tales, explica la agencia, deben ser aprobados por este organismo para confirmar que son seguros y efectivos para el uso médico indicado.

Según la FDA, el 80 por ciento de los adultos mayores consumen estos suplementos con la esperanza de mantener su cerebro saludable o de evitar el progreso de la enfermedad. El Ginkgo biloba es un ejemplo. Un estudio con 3.000 personas a quienes analizaron durante siete años para corroborar si este producto ayudaba a reducir la incidencia de demencia, concluyó que sus efectos eran totalmente inocuos. Aun así muchas compañías lo venden bajo la premisa de que ayudará a prevenir la enfermedad.

Otra revisión hecha a finales del año pasado por expertos de la Universidad de Harvard concluyó que no hay evidencia de que estos suplementos funcionen. Además de costosos e inocuos, los expertos señalan que podrían interferir con otras drogas. En 2012 un estudio encontró que el suplemento  B6 y B12 y de ácido fólico no mostró reducir el riesgo de declive cognitivo en adultos sanos ni mejoró la función cerebral de aquellos con demencia.

En cuanto al aceite de pescado algunos estudios han encontrado que las dietas altas en Omega 3, presente en el salmón, pueden generar un menor riesgo de demencia, pero esa misma acción no se ha comprobado con suplementos de ese tipo de grasas.  Lo demostró otro estudio hecho en 2012 en el que aquellos que tomaban Omega 3 en suplemento no tuvieron menos incidencia de Alzheimer que aquellos que tomaron un placebo.

Caminar para recordar

Al tiempo con esta noticia se conocieron dos estudios que arrojaron luces sobre lo que sí sirve para prevenir el Alzhéimer. Como se dijo, las intervenciones estudiadas son apenas tres: actividad física aumentada, control de la hipertensión a partir de los 40 años y entrenamiento cognitivo, que no se refiere a juegos para la mente que se venden por internet, sino más bien se enfocan en la idea de tener la mente activa. Según uno de los expertos que revisó la evidencia, es encontrar algo que le gusta y de lo cual aprende cada día, para que sea retador y estimulante para su cerebro.

En cuanto al ejercicio físico, se recomienda cualquier tipo de actividad desde caminar, hacer yoga, levantar pesas y practicar Tai Chi

Del entrenamiento cognitivo se dijo además que la evidencia, desafortunadamente, no señala cuáles ejercicios mentales son los que causan más impacto ni tampoco establece la frecuencia con que la gente debe hacerlos.

En cuanto a la recomendación de controlar la presión arterial, un estudio reciente mostró que mantener la sistólica en 120, en lugar de 140, reduce los eventos cardiovasculares y las muertes.  Al ser los derrames y los problemas cardiovasculares riesgo de pérdida de memoria, los expertos creen que también se deben controlar para el Alzheimer. Esto confirma la idea de que lo que sirve para el corazón ayuda también al cerebro.

En contexto: ‘Todos corremos riesgo de desarrollar alzhéimer‘: Dale Bredesen 

En cuanto al ejercicio físico, se recomienda cualquier tipo de actividad desde caminar, hacer yoga, levantar pesas y practicar Tai Chi. Todas estas han mostrado detener la progresión pero no prevenir la aparición de este mal.

La idea de la prevención en Alzheimer está fundamentada en que el cerebro empieza a cambiar con los años y  pueden pasar décadas antes de que muestre los primeros síntomas. Eso sugiere que hay una ventana de oportunidad para prevenir, demorar o hacer más lenta la aparición de esta enfermedad. Hoy se sabe que la incidencia de demencia está disminuyendo en los países más desarrollados, y muchos expertos explican el fenómeno con la intervención que se ha hecho en este frente. De modo que poner en práctica estas sería crucial. Además no tienen costo ni efectos secundarios negativos.