Pavan Amara, creadora del proyecto "My body back". | Foto: telegraph.co.uk

SALUD PÚBLICA

La inglesa que ayuda a las víctimas de violación a retomar su vida sexual

La organización inglesa ‘My Body Back’ ayuda a mujeres víctimas de agresiones sexuales a conectarse con su cuerpo y, a través de charlar y compartir, a disfrutar del sexo otra vez.

8 de septiembre de 2015

Cuando era adolescente, Pavan Amara fue abusada sexualmente. Hoy, a sus 27 años, la enfermera del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) busca maneras para que las víctimas del mismo tipo de agresión retomen el control y el disfrute de sus cuerpos. Amara asegura que la reacción de la gente frente a lo que intenta es que “ya debería existir” y eso habla mucho de cómo se trata la violación a nivel social: muchos de los pasos a tomar para prevenirla y ayudar a sus víctimas se quedan en ‘verbo’.

Porque hay mecanismo de corto plazo, pero es a largo plazo que Pavan quiere enfocar su trabajo.

Amara va en serio. En el Reino Unido ha sido precursora en dar un espacio y una voz a las muchas víctimas a dos niveles. En primer lugar creó el ‘Café V’ (la v es de Vagina), una serie de encuentros en una ‘sex shop’ de Londres. La intención de estas es ayudar a las mujeres a conectarse de nuevo con el sexo. “Nos reímos, así no parezca. No todo es perdición y tristeza. Tomamos té y galletas y hablamos. Es importante que las mujeres se enfoquen en sus sensaciones físicas otra vez”, aseguró al Daily Mail. Café V ya se ha extendido a varias ciudades del Reino Unido,  y su creadora ha recibido propuestas de llevar la iniciativa a Estados Unidos.

Ahora ha decidido llevar el acompañaniento un paso más allá. La semana pasada abrió una clínica, en el Hospital St Bart de Londres, dedicada exclusivamente a  asumir los procedimientos médicos a los que deben someterse las víctimas de las violaciones. El personal está preparado y sus actividades parten de una cuidadosa consideración. Muchos factores pueden desatar memorias terribles en las mujeres violentadas, y cada uno de quienes entran en contacto con ellas debe actuar acorde con esa realidad.

Tristemente, vivir las consecuencias en carne propia le dio una mirada cercana y asegura que abrió la clínica porque “la necesitaba”. Pavan recapitula en entrevista al diario The Telegraph como la afectó la agresión. Meses después dejó de ir al médico pues intentó practicarse un frotis vaginal y la experiencia le resultó traumática: “El momento me devolvió al test forense que viví luego de ser violada. Me decían ‘recuéstate, haz esto, haz aquello’, no pude seguir”, dijo al portal británico. Durante largo tiempo no se podía mirar al espejo, la crisis con su cuerpo fue total.

Acudió a ‘Rape Crisis’ (crisis de violación), el mecanismo de respuesta social para las víctimas emplazado desde 1976. Allá, según relata, “Hicieron un gran trabajo, pero servía para resistir. No existía el tipo de terapia y charlas que abordaran los efectos a largo plazo”.

Antes de concebir el proyecto ‘My body Back’, desde donde han nacido Café V y la clínica, Pavan habló con mínimo 30 mujeres que sufrieron ataques sexuales. Cayó en cuenta de que seguían afectadas hasta el punto de vomitar o desmayarse cuando tenían relaciones sexuales, y de que, tal como ella lo había sentido, un enorme vacío existía en el acompañamiento psicológico y médico para este tipo de víctima. Y entonces, actuó.