| Foto: Ingimage

SALUD

Por qué cuesta tanto adelgazar

Según un experto de la Universidad de Harvard, por las siguientes siete razones las dietas no funcionan y a la gente se le dificulta bajar de peso.

9 de julio de 2016

Hacer más ejercicio y comer menos. Según la creencia popular, cualquiera debería aplicar esa fórmula para mantener un peso saludable. Sin embargo, no funciona siempre. La mayoría no ve reflejados en la báscula los grandes esfuerzos físicos y mentales que hicieron para ejercitarse y someterse a una dieta estricta.

David Ludwig, endocrinólogo y experto en obesidad de la Universidad de Harvard, ha investigado durante los últimos 20 años cómo controlar el peso con éxito y señala en su más reciente libro Always Hungry? los factores por los que cuesta tanto bajar de peso.

1. Comer mucho después de hacer ejercicio

Aunque la actividad física es una de las mejores estrategias para mantener el cuerpo sano, no es la herramienta más útil para bajar varios kilos en poco tiempo. Esto se debe a que quienes hacen ejercicio sienten mucha hambre después de y comen lo que se les antoja en el momento. Por eso es importante tener un cuidado especial con los alimentos que consumen. Deben comer lo suficiente para ayudar al cuerpo a recuperarse, pero no demasiado. Hay que saber poner límites y para eso se debe tener la asesoría de un especialista.

2. No saber cómo adaptar el cuerpo

Ludwig afirma que el cuerpo tiene internamente un punto de equilibrio que se ajusta de la misma forma que un termostato cuando mantiene estable la temperatura en una habitación. Por eso cuando una persona quiere bajar de peso y cambia sus hábitos alimenticios, su cuerpo lucha por volver a donde estaba antes. Así lo han confirmado varios estudios. Por esta razón es necesario hacer progresivamente los cambios. De esa forma el cuerpo se adaptará poco a poco. Solo así podrá bajar de peso y mantenerlo en el largo plazo.

3. Desayunar mal

Siempre se ha dicho que la comida más importante del día es el desayuno. Sin embargo, “no todos los desayunos son iguales”, afirma Ludwig. Puede haber unos iguales a otros en contenido calórico pero que en realidad contienen mayor cantidad de carbohidratos. Es indispensable desayunar bien pero con alimentos saludables. Ludwig recomienda varias recetas, entre ellas un batido de banano con mantequilla de maní, leche de soya sin endulzante o leche de almendras, alguna proteína y una porción de nueces.

4. Hacer una dieta baja en calorías

Muchas recomendaciones para bajar de peso se basan en la creencia de que cada caloría cuenta y es indispensable disminuir la cantidad diaria. Pero esto no es lo que el cuerpo necesita. “Cortar las calorías solo empeora la situación y crea una batalla entre la mente y el metabolismo que estamos destinados a perder. Mientras más luchemos por comer menos, ganaremos más peso”, dice Ludwig. En vez de concentrarse en contar las calorías, la gente debería tener cuidado con los carbohidratos procesados, pues afectan el metabolismo y el peso corporal mucho más que las calorías.

5. Los edulcorantes artificiales

Aunque estos productos contienen relativamente pocas calorías, aun así producen un efecto nocivo. Según las investigaciones de Ludwig, unos químicos sintéticos en los edulcorantes artificiales estimulan mil veces más los receptores del gusto por el dulce que el azúcar. Por eso, a quienes los consumen no les gustan mucho las frutas ni los vegetales. Adicionalmente, estos endulzantes pueden provocar más hambre porque aumentan la producción de insulina y convierten las calorías en células adiposas que forman tejido graso.

6. Los antojos

Cuando el nivel de calorías del torrente sanguíneo está por el piso, el cerebro emite una alarma que produce apetito y antojos. Normalmente, la gente se antoja de carbohidratos procesados como las papas fritas, las galletas, los dulces y los pasteles. El problema es que estos generan, guardando las proporciones, un ciclo de adicción similar al que pueden producir las drogas. Por eso para bajar de peso es necesario eliminar casi por completo este tipo de productos. Hay otras opciones más saludables.

7. No consumir tanta sal

La mayoría de las comidas rápidas y procesadas tienen una cantidad enorme de sal. Esto es malo para la salud cardiovascular pero reducir excesivamente la ingesta del cloruro de sodio también es sumamente negativo, pues no solo afecta el nivel de presión arterial sino que puede causar problemas en el metabolismo. Hay que saber cómo consumir sal moderadamente y preocuparse más por evitar los azúcares adicionados y los carbohidratos procesados.