Informe Mundial de la Infancia que publica Unicef cada año esta vez mostró que de todas las formas de malnutrición las que más aumentaron en el mundo fueron el sobrepeso y obesidad en niños. | Foto: Getty

Niñez

¿Por qué aumentan la obesidad y el sobrepeso infantil?

En una alianza, Unicef realizará dos estudios para entender claramente por qué los niños están subiendo de peso en Colombia.

20 de diciembre de 2019

La desnutrición en Colombia es un tema que impacta mucho porque acaba con la vida de muchos niños, especialmente en la Guajira. Sin embargo, desde hace años se observa en el país una tendencia hacia otro problema relacionado con la nutrición: el sobrepeso y la obesidad. Entre el 2005 y el 2015 las cifras oficiales muestran un incremento de sobrepeso y obesidad cada cinco años. Esta se refleja en la primera infancia, en la infancia y la adolescencia, al punto que el país se va acercando cada quinquenio a la situación de México considerada la más crítica en Latinoamérica. Es una tendencia que ha crecido de manera silenciosa y que hoy por hoy no se está atendiendo apropiadamente a pesar de que las cifras son preocupantes. 

No es un tema local. El Informe Mundial de la Infancia que publica Unicef cada año esta vez mostró que de todas las formas de malnutrición las que más aumentaron en el mundo fueron el sobrepeso y obesidad en niños. “Pero donde más se marca es en esa primera infancia y es un tema del que no se habla mucho”, dice Luz Ángela Artunduaga, especialista en supervivencia y desarrollo infantil de Unicef Colombia.

Por esa razón Unicef selló una alianza con Novo Nordisk para trabajar en la prevención de la obesidad y procurar que el país revierta esa tendencia. La alianza escogió a México y Colombia, países que tienen las cifras más preocupantes en América Latina. La idea es realizar dos  investigaciones que buscan entender el problema en el país. La primera pretende establecer cuál es la influencia de la publicidad en los niños en su escogencia de los alimentos. La segunda tiene como objetivo buscar conocer cuánto le cuesta al Estado el sobrepeso y la obesidad. Esto es importante dado que estas dos enfermedades son consideradas factores de riesgo para otras como la diabetes tipo II, la hipertensión y  el cáncer, que por ser crónicas y de alto costo demandan gran parte del presupuesto de salud. “Si combatimos el problema desde la niñez creemos que este no tendrá esta progresión”, dice la experta.

Con estos trabajos la alianza pretende dar a conocer más información sobre por los factores que llevan a sufrir de estas condiciones y así educar a la población en el tema. “La gente tiene la idea de que los obesos lo son por pereza, pero hay más factores que inciden en esto como el ADN. La gente necesita más información para estar saludable”, dice Valney Susuki, presidente y gerente general de Novo Nordisk. 

Uno de los aspectos que merece más atención, según Artunduaga es la lactancia materna. “Los niños que son alimentados con leche de fórmula son más obesos mientras que los de leche materna están mejor en todo sentido”. De hecho, que las madres lacten a sus hijos es, según evidencia científica, un factor protector de obesidad y sobrepeso para ese niño durante la vida. En la etapa escolar también es importante hacer un esfuerzo porque las escuelas les venden alimentos que no son tan saludables y así se convierten en ambientes obesogénicos.

Estos son aquellos entornos que impactan en lo que ellos comen. Si toda la oferta en esos espacios son paquetes y bebidas azucaradas, ellos las preferirán. “En un experimento de Unicef en colegios de Bogotá pusieron fruta gratis en la tienda y escondieron los paquetes. El resultado fue que la fruta no se vendió”. Por eso señala que hay que perseverar y seguir insistiendo no solo en el colegio sino en la casa con campañas de educación que toman tiempo porque aquí lo que está en juego es el cambio de hábitos y costumbres. 

La idea es hacer una gran campaña contra estos dos males. “Si tenemos un buen diagnóstico podemos tener estrategias más más exitosas, e incluso  diseñar políticas más eficaces. La idea no es atacar la industria sino educar al consumidor”, concluye Artunduaga.