SALUD

Que no cunda el pánico

La declaración de pandemia hecha por la OMS, ha suscitado además de susto, sospechas sobre los intereses políticos y económicos que hay detrás de esta decisión.

27 de junio de 2009

Cuando la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, anunció en todos los medios el pasado11 de junio que se había tomado la decisión de elevar a fase 6 el nivel de pandemia de la gripa AH1N1, muchos pensaron que los cuatro jinetes del Apocalipsis habían llegado al mundo. Sin embargo, tres semanas después, la baja mortalidad del virus y los millonarios pedidos de medicamentos que han hecho los países más ricos del mundo, están haciendo pensar a científicos y expertos en medicina que detrás de esta determinación hay un show mediático e intereses económicos de las grandes multinacionales farmacéuticas.

Este mismo cuestionamiento ya se había tocado en la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra, Suiza, a mediados de mayo, cuando varios especialistas discutieron la magnitud real de la gripe y criticaron la reacción exagerada de la OMS, que para esa época había cambiado la alerta de fase 4 a 5. En ese momento el farmacólogo español Juan Ramón Laporte, dijo que en su país esta organización había visto la crisis sanitaria como "una oportunidad para recuperar liderazgo y visibilidad", pues el mundo entero tiene los ojos puestos en la institución.

El director del secretariado de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual de la OMS, el colombiano Germán Velásquez, en una declaración al diario español ADN, dijo que "estamos ante un fenómeno en que hay una serie de intereses: los específicos, puros y netos de salud pública que debemos defender desde aquí, pero que se mezclan y a veces se enredan en el nivel global o nacional con intereses que también son comerciales". Algunos expertos han asegurado que detrás de la decisión de la OMS hubo presiones por parte de empresas farmacéuticas, ya que al elevar a nivel 6 la alerta de gripe porcina les daba luz verde a los laboratorios para empezar a producir la vacuna.

El mismo día de la declaración, la empresa GlaxoSmithKline informó que en pocas semanas empezaría a producir la vacuna a gran escala. La compañía Sanofi-Aventis también comenzó a trabajar en su propia versión, y el gigante farmacéutico Novartis anunció que había creado un primer lote de vacuna experimental. "Estamos hablando de la gallina de los huevos de oro, la fabricación de medicamentos o vacunas a volúmenes gigantescos", dijo Velásquez a ADN.

Otro hecho que da elementos para pensar en las presiones de las farmacéuticas tiene que ver con las enormes cantidades vendidas de Tamiflú, medicamento que la OMS ha considerado como efectivo para reducir los efectos de la gripa, a pesar de que no se ha comprobado totalmente su efectividad. Gustavo Aristizábal, epidemiólogo de la Secretaría Distrital de Bogotá, y uno de los asistentes a la Asamblea Mundial de Salud, dijo que se ha hecho una difusión de la eficiencia potencial del oseltamivir (el genérico del Tamiflú) que no está demostrada. "Es un producto que incluso para el virus de la gripe normal, que es parecido al actual, ha mostrado ser muy poco eficiente". Aun así, un país como México importó 400.000 dosis de esta vacuna y Estados Unidos cuenta con grandes reservas que siguen creciendo. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos también ordenó producir la vacuna a las cinco empresas proveedoras. Sin embargo, varios de los laboratorios han informado que la vacuna definitiva estará lista entre agosto y septiembre, fecha en la cual el virus puede que haya mutado y por lo tanto invalidaría buena parte del esfuerzo científico.

No obstante, para César Arias, infectólogo de la Universidad de Texas, la declaración de pandemia de la OMS es totalmente justificada ya que se trata de una medida preventiva sobre todo para los países que están próximos a enfrentar temporadas de invierno, lo cual incrementa la posibilidad de transmisión. "La declaración de pandemia no quiere decir que nos vamos a morir o que se acabó el mundo. Son medidas preventivas para evitar una epidemia más agresiva". Arias agrega que en este tipo de situaciones lo mejor es ser "agresivos y planear las cosas con anticipación".

Pero la polémica no termina ahí. Otro de los temas que ha puesto en duda la declaración de pandemia tiene que ver con la severidad del virus. Si se comparan las tasas de mortalidad de la gripa porcina con la estacional o gripa común, los índices muestran que el nuevo brote tiene un carácter leve. En el mundo mueren casi 500.000 personas al año por culpa de la gripe estacional y causa 100 muertes diarias en Estados Unidos. Desde que se conoció del virus AH1N1, hasta la fecha sólo han muerto 87 norteamericanos. Según cifras de la OMS, al cierre de esta edición, el virus había llegado a 110 países y registraba un total de 55.867 contagiados y 238 muertos. En Colombia la cifra de contagiados era de 71, entre ellos dos muertos. Estas cifras no se comparan con el millón de defunciones producidas por la malaria, o las más de dos millones de personas que mueren por sida en el mundo. Por eso muchos creen que esta nueva enfermedad no es más que una gripa que puede ser tratada con remedios caseros.

Esto explica la decisión del gobierno francés de no aceptar la declaración de la OMS y mantener en nivel 5 la alerta en ese país, luego de que un grupo de expertos analizó los efectos del virus y concluyó que el máximo nivel de alerta es exagerado. Aun así el gobierno de Sarkozy ordenó destinar millones de dólares a constituir importantes reservas de medicamentos para hacer frente al virus.

Además de las presiones y los intereses creados alrededor de la gripa AH1N1, los expertos coinciden en que gran parte de esta histeria colectiva ha sido causada por el amarillismo, la inmediatez y el escándalo causado por los medios de comunicación. "Esa capacidad de comunicar lleva consigo un riesgo de exagerar y crear pánico innecesario que se puede convertir en catástrofe financiera para un determinado país", dijo Velásquez a SEMANA. Sin duda, México ha sido uno de los países más afectados con todo este revuelo, que ha visto cómo el turismo, una de sus principales fuentes de ingreso, está prácticamente desplomado. Para César Arias, sacar en primera plana a una persona que se muere por el virus genera alarma entre los ciudadanos.

Otra de las razones por las que se ha generado pánico en la gente es la ambigüedad de la palabra pandemia. De acuerdo con un artículo de The New York Times, existe confusión incluso entre muchos funcionarios de la salud. En mayo la OMS retiró la definición de pandemia que tenía en su sitio web y presentó disculpas por haber causado ansiedad y confusión. ''Hay mucha desinformación en la literatura médica, y es realmente muy difícil averiguar lo que es y lo que no es una pandemia", dijo el epidemiólogo David M. Morens al diario estadounidense. Además, algunos científicos aseguran que la metodología de fases de la OMS fue creada por un comité técnico que no contó con el beneplácito total de la Asamblea Mundial de Salud. Además, el sistema actual no tiene en cuenta la letalidad del virus, y por eso varios países se han quejado de que el sistema lo único que ha generado es pánico y cierres de frontera.

Ante el desconocimiento real del virus, la mayoría de científicos recomiendan esperar la segunda oleada del virus y ver si se agudizan sus efectos o si se vuelve más benigno o desaparece. Pero por todo lo anterior, algunos expertos pronostican que la pandemia del siglo XXI, como la bautizó Margaret Chan, terminará siendo un simple alboroto como el que produjo la gripa aviar, que desde 2003 ha producido 239 muertos y en cambio generó pánico mundial y ayudó a que las potencias aprovecharan la coyuntura para incrementar su stock de medicamentos.