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Y el tiempo va pasando...

Al igual que las mujeres los hombres también tienen reloj biológico. Un estudio demostró que cuando pasan de los 35 años su esperma es defectuoso y pueden tener hijos con problemas genéticos.

20 de octubre de 2002

Hasta el momento podría decirse que la naturaleza era sexista, al menos en lo que concierne a la fertilidad. Parecía que premiaba a los hombres sobre las mujeres pues mientras ellas tenían un período limitado para concebir sus hijos ellos podían engendrar bebés con mujeres más jóvenes hasta el fin de sus días. Es sabido que las mujeres nacen con los óvulos contados y, para colmo de males, éstos empiezan a deteriorarse a partir de los 30, según muestran los estudios, sobre todo en aquellas que a esa edad no han tenido ningún hijo. Por su parte la fábrica de producción de esperma en los hombres funciona 24 horas al día durante toda la vida. Esta diferencia de género ha provocado en muchas mujeres una carrera interna contra la naturaleza que las presiona para tener hijos preferiblemente antes de los 30, una actitud incomprendida por el sexo opuesto pues sus integrantes nunca han sentido esa presión y no tienen problemas en darle largas al asunto. Para ellos ese tema siempre puede esperar. Prueba de ello son personajes como Charles Chaplin y Anthony Quinn, quienes tuvieron descendencia bordeando los 80. Para no ir más lejos, el general colombiano Tomás Cipriano de Mosquera concibió a su hijo Bolívar a los 72 años. Para evitar dudas acerca de su paternidad dejó constancia de modo y lugar en su testamento, en el que aclara que el episodio sucedió en su Hacienda Coconuco,

Pero ahora todo parece indicar que los hombres también tienen su reloj biológico y que después de los 35 años las alarmas comienzan a sonarles. Un estudio realizado por la doctora Narendra Singh, de la Universidad de Washington, en Seattle (Estados Unidos), demostró que los espermatozoides de quienes superan esta edad presentan daños en su ADN. Las consecuencias de esto podrían ser similares a las de las mujeres que quieren tener hijos a esta misma edad: problemas de infertilidad, abortos naturales e hijos con defectos genéticos.

Al tema no se le había prestado atención pues toda la investigación se centraba en las mujeres. Pero este estudio por primera vez ofrece una explicación molecular sólida acerca de lo que sucede con los espermatozoides de los hombres maduros.

Sin importar que los hombres produzcan entre 100 y 700 millones de espermatozoides en cada eyaculación, con la edad éstos se vuelven más lentos y su capacidad de nadar hacia el óvulo disminuye, provocando infertilidad. En caso de lograr su objetivo es muy probable que el embrión no se implante en el útero y muera.

No obstante lo novedoso de la investigación de la doctora Singh es que logra comprobar que el ADN de los espermatozoides se deteriora y como consecuencia de estos daños pueden nacer hijos con defectos genéticos.

Según Singh, con el paso del tiempo el ADN de todas las células acumula errores. La naturaleza, sin embargo, tiene previstos este tipo de impasses y para ello cuenta con un sistema de control de calidad muy preciso conocido como apoptosis. Este consiste en que las células defectuosas se autoeliminan. Cuando el organismo llega a cierta edad este proceso se vuelve menos eficiente y se corre el riesgo de que un espermatozoide con daños en la estructura de su ADN fecunde el óvulo. Esto podría explicar las investigaciones anteriores que encontraron vínculo entre ser padre a edad avanzada y muchas enfermedades en sus hijos, como esquizofrenia, cáncer de próstata, neurofibromatosis y enanismo, entre otras.

El estudio se realizó con 60 voluntarios entre los 22 y 60 años que fueron divididos en dos grupos: los mayores y los menores de 35. Pese a que todos tuvieron conteos de esperma normal, los del grupo de los mayores presentaban células defectuosas y con un sistema inmunológico menos eficaz para detectarlas.

Aunque para unos el trabajo es un gran aporte para entender los problemas de infertilidad en hombres otros consideran que no tiene ninguna relevancia en la vida práctica. Especialistas argumentan que los daños ocurren sólo en el 10 por ciento de la producción de esperma, mientras que el resto se encuentra en condiciones aptas para la fecundación. Además el estudio tampoco concluye que todos los hombres mayores vayan a tener hijos con problemas, especialmente si su pareja no pasa de los 30 años. El presidente de la Asociación Americana de Medicina Reproductiva, William Keye, explica que este declinar en los hombres es un proceso progresivo y no un evento dramático y contundente como les sucede a las mujeres con la menopausia. Sin embargo la autora del estudio piensa que la investigación sí debe alertar a las parejas mayores de 35 años sobre los riesgos de tener hijos a una edad avanzada. También asegura que los resultados pueden ayudar a la población masculina a "adoptar una vida saludable y evitar el cigarrillo, el alcohol, el te y la exposición a agentes tóxicos", dijo Singh a SEMANA. También recomienda que después de cierta edad se practiquen un examen para evaluar la calidad de su esperma.

Este tipo de advertencia es necesaria, sobre todo en momentos en que los hombres quieren tener sus hijos después de los 40, cuando está demostrado que la mejor edad para procrear es en la década de los 20 años, al igual que en las mujeres.

Actualmente es normal que este límite se transgreda porque muchos prefieren anteponer su realización profesional tener familia. Y aunque es comprensible que esto suceda la naturaleza no espera y el implacable tic-tac no se detiene.