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CÁNCER

Guerra fría contra el cáncer

Está en auge un procedimiento novedoso que congela los tumores y luego destruye el tejido anormal. Es efectivo para frenar el avance de los de seno o próstata.

13 de febrero de 2017

La crioablación o crioterapia es una opción de tratamiento, mínimamente invasiva y efectiva, con la que cuentan los pacientes diagnosticados con algunos tipos de cáncer para reducir de forma significativa la propagación de células malignas. También se usa para disminuir el impacto de otros procedimientos como la quimio o radioterapia.

Esta novedosa terapia consiste en aplicar nitrógeno líquido o gas argón frío para congelar y destruir el tejido afectado por las células cancerosas. Primero se introduce una aguja, guiada por una imagen computarizada para identificar el objetivo. Una vez se logra se aplica el líquido frío hasta que se congela. “Esto es letal para las células tumorales”, explica el oncólogo mastólogo Sebastián Quintero. El organismo se encarga del resto, pues los fagocitos se comen ese tejido muerto. “El 94 por ciento de los tumores han desaparecido a los 12 meses”, agrega el experto.

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Los mejores resultados se han visto en el tratamiento de tumores benignos del seno, como los fibroadenomas. “Es un procedimiento seguro en pacientes mayores de 65 años, con tumores menores a 1.5 centímetros y un perfil biológico favorable”, explica Quintero. Agrega que también es beneficioso en pacientes con receptores hormonales positivos o con la proteína her2 negativa y con índice de proliferación celular bajo, es decir, cuando el cáncer no se está reproduciendo rápidamente.

En órganos como el riñón, hígado y pulmón también se ha probado pero en estos no tiene un efecto curativo, sino que frena con efectividad el avance de la enfermedad. Esta terapia es ideal para aquellos pacientes que tienen alto riesgo quirúrgico o cuyo tumor no se puede remover con cirugía. Pero también se recomienda para los pacientes que no han tenido buena respuesta a otros tratamientos. En esos casos, la crioablación ayuda a reducir de manera significativa el dolor, como en el caso del cáncer de huesos, donde cumple una función paliativa. En el caso del cáncer de seno, uno de los más prevalentes en Colombia, faltan estudios clínicos para mostrar que pueda ser una nueva opción terapéutica.

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El tiempo de recuperación, explica Quintero, es rápido y no tiene grandes complicaciones, esto es importante sobre todo si se tiene en cuenta que la crioablación en general se aplica en personas mayores de 65 años y con algunas especificidades clínicas. “No genera incapacidad en las pacientes, el tiempo de la intervención toma de 8 a 15 minutos, se requiere la menor necesidad de analgésicos más allá del día del procedimiento y rara vez genera deformidad cosmética”, concluye Quintero

La crioablación es una técnica que se ha utilizado desde hace unos 20 años, pero a Colombia llegó relativamente hace poco tiempo. Aún es considerada una nueva tecnología para tratar los tumores benignos del seno por lo que no está reconocido en el Plan Obligatorio de Salud (POS), pero sí está disponible para acceder a él de manera privada. Se espera que los estudios de esta terapia en cáncer de mama avancen para que pronto pueda ser considerada una alternativa efectiva para reemplazar el tratamiento quirúrgico convencional.

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