¿TRATO DE SUICIDARSE B.B.?

A Brigitte Bardot parece resultarle especialmente difícil enfrentar la "tercera edad"

7 de noviembre de 1983

Brigitte Bardot, a los 49 años de edad, sigue siendo noticia. Sus viejos tiempos de sex symbol, por allá en los 50 y los 60, han pasado y todo parece indicar que su ingreso a la "tercera edad" no la hace feliz. En los últimos años se ha dedicado a emprender campañas ecológicas para salvar todo tipo de animales en peligro de extinción. La revista París-Match, por sólo citar un ejemplo reciente, acaba de publicar una denuncia de la Bardot en la que ella afirma que los habitantes chinos de la isla de Tahití se dedican al poco edificante festín de devorar perros. "Observad esos fotos, comienza su artículo, tened el valor de daros cuenta con vuestros propios ojos de eso que todavía ocurre en territorio francés, en la más bella de nuestras lejanas islas, en ese paraiso de postal llamado Tahití". Luego describe, apoyada en un testimonio gráfico, cómo los chinos degollan los perros polinesios y afirma que está decidida a boicotear, si es posible, el turismo en la lejana isla como protesta por este crimen que se comete a diario contra sus amigos los perros.
Sin embargo, su activismo ecológico no es el único aspecto que la prensa destaca. Su último cumpleaños por poco termina en tragedia y aún no se sabe si ella intentó suicidarse o fue víctima de una depresión nerviosa. La noticia dice que la Bardot, deprimida por el inexorable paso del tiempo, tomó una sobredosis de pastillas cuando se enteró que su ex compañero no podía atender una invitación que ella le hizo, según una de las versiones.
Todo ocurrió el 28 de septiembre cuando la Bardot se enteró de que su ex compañero Allain Bougrain-Dubourg, 20 años menor que ella, no podía asistir al exclusivo restaurante Chez Palmyre de Saint-Tropez donde ella celebraría, con otros seis amigos, su cumpleaños. Inmediatamente canceló la celebración y se dirigió con sus amigos a su villa privada situada en la Riviera francesa. Se bebió unas copas de vino rojo y cognac y acto seguido se tomó un puñado de pastillas para dormir. Sin embargo, según el testimonio de otro de los invitados al restaurante, las pastillas hicieron en ella un efecto contrario. En vez de dormirse la Bardot se puso hiperactiva y salió a caminar derecho hacia el mar.
Afortunadamente el jardinero escuchó el zambullido de la Bardot y logró rescatarla a tiempo. "Corri hacia la playa y cuando la alcancé noté que estaba temblando, le dijo el jardinero a uno de los invitados. "Sus ojos parecían de vidrio y no se daba cuenta de nada". De allí fue llevada en ambulancia a la clínica privada Oasis, donde le lavaron el estómago. Allí fue tratada durante tres días hasta que logró recuperarse.
La razón inicial dada a la prensa cuando se enteró de que la Bardot había sido hospitalizada fue la de que estaba enferma de bronquitis. Sin embargo, el intento de suicidio se filtró entre los periodistas, quienes no saben a ciencia cierta qué tan veraz es esta noticia. Sus amigos dicen que Brigitte se encuentra muy apenada desde que se separó de Bougrain-Dubourg, al que considera ella su último gran amor. "Este es su segundo intento de suicidio desde que se separó de él" afirmó un amigo de la actriz.
Su activismo ecológico, parece, no le alcanza para olvidar la depresión que le causa su ya avanzada edad. Su romance con Bougrain-Dubourg tal vez la hizo joven otra vez y ello, al lado de sus infatigables campañas ecológicas, la hacían sentir útil y a la vez dinámica. Si bien su belleza parece diseñada para resistir los embates del tiempo, su moral, en cambio, es muy sensible a los golpes que le ha dado la vida.
A los 49 años, la misma edad de la insaciable Joan Collins, la Alexis de Dinastía, Brigitte Bardot es tan frágil que, según dijo uno de los invitados al famoso almuerzo en Saint-Tropez, pidieron tres pequeños pasteles con una vela cada uno porque "ella no hubiera podido soportar ver 49 velitas sobre su propio ponqué de cumpleaños".
La polémica sobre la veracidad del intento de suicidio se discute hoy día en todos los periódicos europeos. Mientras algunos aseveran la versión del suicidio, otros aseguran que su hospitalización coincidió con el día de su cumpleaños pero que el motivo fue una depresión nerviosa que nada tuvo que ver con el suicidio.
Depresión nerviosa o intento de suicidio, todo parece indicar que la Bardot, sin su compañero Allain Bougrain-Dubourg, es incapaz de afrontar su inevitable ingreso a la "tercera edad".