| Foto: archivo SEMANA

SALUD PÚBLICA

“No puede suponerse que todo es por la vacuna”

Así lo manifestó MinSalud, frente a los reportes de posibles efectos adversos de la vacuna contra el virus del papiloma en Carmen de Bolívar.

28 de agosto de 2014

Hoy en una conferencia liderada por el Ministerio de Salud, la comunidad científica y las autoridades se congregaron para discutir la evolución de las 243 niñas que reportaron alteraciones en su salud luego de una jornada de vacunación en Carmen de Bolívar contra el papilomavirus humano, el pasado mes de mayo.

Representantes de la cartera y la comunidad cientifica nacional e internacional coinciden en que no hay una relación directa entre los síntomas reportados por las menores y la aplicación de la vacuna.

Sin embargo, 11 de las niñas que aún están sujetas a evaluación médica por su cuadro clínico son estudiadas diariamente durante 30 días para otras patologías, por lo cual sus respectivas EPS darán reportes de ello al Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

También está pendiente determinar la fuente en el caso de las menores que presentan niveles anormales de plomo en la sangre, por lo cual las autoridades de salud estudian causas ambientales y psicosociales, dijo el Ministerio. Cabe recordar que Carmen de Bolívar es un municipio con problemas en el acceso al agua potable y alcantarillado.

“Aclaramos que esta vacuna ni otra contiene plomo. La investigación continúa”, dijo Camilo Uribe, director del departamento de toxicología del Hospital San José Infantil de Bogotá y quien evaluó a las 243 niñas. También aseguró que 11 de las pacientes tienen enfermedades previas o diagnosticadas durante las evaluaciones recientes.

“Cuatro tienen cirugías previas de corazón, dos tienen problemas cardiacos no diagnosticados (como soplos), una tenía un diagnóstico de lupus desde hace cuatro años. La investigación se centra en factores ambientales y psicosociales”, enfatizó Uribe.

Estos antecedentes de salud pueden ser causales de dolor torácico, pérdidas de conocimiento, entumecimiento en las extremidades y dificultad respiratoria.

Sin embargo, una de las niñas sí presenta niveles anormales de aluminio en la sangre, caso que ya se reportó como posible evento adverso, pero Uribe hizo la salvedad de que este elemento se encuentra en otras vacunas en baja concentración como excipiente, además de productos como tintes para el pelo, pinturas y esmaltes de uñas.
Tras estudiar el patrón de los síntomas de las menores que fueron hospitalizadas, el Ministerio de Salud encontró que no se presentaban durante las noches ni los fines de semana y tampoco hubo consultas a los centros de salud durante las fiestas locales celebradas en el municipio. Asimismo, el pasado domingo 24 de agosto, cuando hubo lluvias intensas durante todo el día, “no se presentó un solo caso”, reportó la entidad.
“Siempre se presentan de lunes a viernes en horas del día y frente a un testigo”, informó una fuente del Ministerio que ha seguido los casos de cerca.

Las vacunas, fabricadas por el laboratorio Merck, se aplicaron en 23 departamentos del país, en los cuales no se reportaron efectos secundarios en la población.

El asesor recordó que la primera niña enferma consultó por sus síntomas 73 días después de aplicársele la segunda dosis de la vacuna en mayo, “lo que demuestra que no hay relación”.
“Una niña de 8 años que no había sido vacunada se desmayó y presentó los mismos síntomas. Un niño de 9 años también”, señaló el toxicólogo. “Un porcentaje de las niñas que presentan los mismos síntomas no han recibido la vacuna”, agregó.

Por otro lado, el abogado Abelardo de la Espriella, presente en la sesión, le dijo a Semana.com que “cada caso podría obtener de dos a tres millones de dólares” si los padres de las menores lograran una victoria jurídica.

Manifestación

Este 28 de agosto, padres de familia en Carmen de Bolívar se congregaron en una marcha en las calles del municipio para exigir una explicación al gobierno sobre los síntomas que sus hijas presentan.

Dolor de rodillas, desmayos, mareos y dolor de pecho son las dolencias más frecuentes que obligan a los padres a llevar a las ya casi 300 menores que han consultado al hospital del municipio.

Entre los manifestantes se encuentran padres que reportan haberse visto obligados a llevar a sus hijas a la institución hace uno o dos días por la aparición de los síntomas, más de tres meses después de la aplicación de la segunda dosis de la vacuna.