María Lorena Gutiérrez, presidenta de Corficolombiana, ve una perspectiva favorable para la economía, tras el fuerte choque de la pandemia. Cree que el sector de infraestructura va a crecer 3,5 por ciento este año.
María Lorena Gutiérrez, presidenta de Corficolombiana, ve una perspectiva favorable para la economía, tras el fuerte choque de la pandemia. Cree que el sector de infraestructura va a crecer 3,5 por ciento este año. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

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Corficolombiana es un buen termómetro de la economía nacional

Con los diferentes negocios en los que opera, Corficolombiana es ejemplo de la recuperación económica del país. La estimación de este holding de inversiones es que en 2022 el PIB crezca 6,5 por ciento.

2 de julio de 2022

Con inversiones en infraestructura, gas, energía, hotelería, agroindustria y el sector financiero, Corficolombiana está expuesta a cualquier vaivén de la economía. Después del choque generado por la pandemia, logró ingresos consolidados por más de 10,3 billones de pesos en 2021 y un Ebitda de 4,88 billones, para unos activos consolidados de 47 billones de pesos. Este año espera crecer en utilidades casi dos dígitos.

Infraestructura fue uno de los primeros negocios que pudo arrancar durante la pandemia. No obstante, señala su presidenta, se perdieron sinergias en los frentes de construcción, y al inicio de todas las obras tuvieron costos adicionales, por el retraso en la ejecución.

Pese al avance, por ejemplo, de las concesiones 4G en el país, el Invías, que es el que ejecuta obra pública, tuvo una baja ejecución tanto en 2020, como en 2021. Esto hizo que el PIB de infraestructura se contrajera 2 años seguidos -2020 y 2021-, y las cifras del primer trimestre de 2022, están digamos, a un nivel del 33 por ciento inferior a lo que teníamos en 2019”, explica Gutiérrez.

La construcción de infraestructura fue uno de los primeros sectores que se reactivó en el país.

Esta tendencia se ve amenazada por el aumento del costo de los insumos para la construcción, lo cual preocupa a la presidenta de esta corporación, porque están viendo una afectación en los últimos trimestres, especialmente por el incremento del acero y del cemento. Estas materias primas suben por la inflación global, así como por los efectos que está generando la guerra entre Rusia y Ucrania.

A pesar de las sombras por la compleja coyuntura, Gutiérrez es optimista frente a las perspectivas para el año 2022: “Creemos que el sector de infraestructura va a crecer 3,5 por ciento, y esto se ve reflejado en lo que está pasando con nuestras concesiones en Corficolombiana, donde llevamos unos niveles por encima de lo que tenemos pactado con la ANI. Ya estamos llegando casi al final de la etapa de construcción, tanto en Pacífico, como en la vía Bogotá-Villavicencio”, señaló.

El nivel de tráfico en las carreteras es uno de los mejores termómetros de la dinámica de la economía. Por las concesiones de Corficolombiana, en 2019, pasaron 112.000 vehículos al día, cifra que cayó dramáticamente a casi 20.000 vehículos, en el peor momento de la pandemia. Sin embargo, en 2021 se recuperó el indicador y llegó a 151.000 vehículos.

Esta empresa invirtió el año pasado 2,2 billones de pesos, en infraestructura, en su mayoría para concesiones de vías 4G y este año invertirán 2,1 billones de pesos, de los cuales el 48 por ciento son para infraestructura; 48 por ciento para gas y energía y el resto para otros sectores.

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Hoteles y gas

De otro lado, el negocio de Corficolombiana más afectado durante la pandemia fue el hotelero, ante el cierre de casi ocho meses de sus sedes. Retomar las actividades fue una tarea desafiante y el desempeño de este sector en 2021 Gutiérrez lo califica como “muy impresionante”. Explica que entre 2006, y 2019, la actividad hotelera crecía a un promedio de 4,3 por ciento. “Los ingresos del sector hotelero crecieron un 425 por ciento, el año pasado y la tasa de ocupación se ubicó en un 50 por ciento a finales de 2021”.

La hotelería es un importante jalonador de empleo y de la economía, por las actividades que impulsa. No obstante, la preocupación de Gutiérrez está en el aumento de los costos de los insumos, especialmente de alimentos, así como en el tema laboral, pues al igual que otros sectores, han detectado una alta rotación del personal. Al parecer, la dependencia de los subsidios que están recibiendo, como el de ingreso solidario, y una mayor preferencia por trabajar en el mercado informal, estarían llevando a muchas personas a no emplearse formalmente.

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Por su parte, el sector de energía y gas va muy bien, especialmente el negocio del gas, que ha mostrado, un desempeño estable, en términos de producción, al registrar en el primer trimestre de este año, un avance de 5 por ciento por encima de lo que tenían antes de la pandemia. “El gas natural es una de las fuentes de energía que va a permitir la transición energética. Mucha gente dice que tenemos gas para 8,5 años, para 9 años o para 10 años, pero, hay que trabajarle mucho al tema de actividades exploratorias, que van a asegurar esa confiabilidad del suministro de gas a nivel nacional”, dijo la presidenta de esta corporación.

Promigas, que hace parte del portafolio de inversiones de Corficolombiana, se está viendo afectada por los insumos, pues, por ejemplo, el acero, que se requiere para construir gasoductos es ahora más costoso por la inflación y la crisis de la cadena de logística y suministros.

El sector agrícola es el más impactado por la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por el tema de la inflación, que encarece los fertilizantes, y otros insumos.

“El mundo está en un proceso de repensar, si lo mejor es el autoabastecimiento, y no tanto la globalización, porque se han visto riesgos grandísimos al depender de otros países, sobre todo para el tema de insumos y de alimentos”, anota Gutiérrez.

Uno de los subsectores agrícolas de mejor desempeño reciente es la palma.

Tras la contracción en los cultivos alrededor del 6 por ciento en 2020, en 2021 y lo corrido del 2022, se percibe una recuperación, especialmente en sectores como la palma, que han alcanzado precios nunca vistos, al igual que el arroz y el caucho, donde tiene sus apuestas Corficolombiana.

Volatilidad e incertidumbre

En el negocio financiero, el aumento de las tasas de interés, la inflación y la devaluación están generando mayor volatilidad e incertidumbre, por ejemplo, en modelos como el de los Fondos de Inversión Colectiva (FIC). El costo del fondeo es mayor.

Sorprende, como explica Gutiérrez, que, con mayores tasas, alta inflación y más devaluación, el consumo no ha bajado, y el uso de tarjetas de crédito, en general, se ha disparado. “Hemos visto lo que ha pasado en los días sin IVA. Son unos booms a los que creo que el país les tiene que poner atención hacia el futuro”, advirtió.

También señala que el aumento de las tasas y el alto costo de los insumos pueden afectar los cierres financieros de proyectos, aunque reconoce que la inversión está creciendo.