La Corona de Adviento, también llamada “Corona de las luces de Adviento”, representa un símbolo profundamente significativo para la fe católica, asociado con la esperanza y luz que trae la llegada de Jesús en el mes de diciembre, durante la celebración de la Navidad.
Según explica El Bendicional, libro oficial para las bendiciones en la Iglesia Católica, este elemento “expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad”, invitando a las familias a reunirse para orar y compartir reflexiones con el propósito de preparar sus corazones para recibir al Salvador.
La manera correcta de bendecir esta corona, de acuerdo con la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa), es realizando una oración especial como la siguiente:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza.
Luego, recomienda leer breve texto de la sagrada Escritura, por ejemplo: “¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!” (Isaías 60, 1).
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu hijo, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
¿Cómo se encienden las velas de la Corona de Adviento?
Estas velas se encienden una por semana, durante cada uno de los cuatro domingos de Adviento. El ritual tradicional pide que la familia esté reunida para realzar oración correspondiente a ese domingo, pidiendo a Dios paz, amor, esperanza y alegría.
En las casas, la Corona de Adviento se recomienda colocar en un lugar especial como la sala, o cerca de donde la familia acostumbra rezar, por ejemplo, muy cerca del pesebre.