El Ministerio del Trabajo eximió de toda responsabilidad al representante David Racero por el escándalo de presunto abuso de los derechos laborales en el fruver que tuvo su familia como negocio, en plena pandemia.

De ese proceso no solo llama la atención la manera exprés en la que esa cartera, que dirige el ministro Antonio Sanguino, resolvió las acusaciones en su contra, sino la minucia de las declaraciones que dio Racero ante un inspector del trabajo en medio de la averiguación preliminar.

Según el congresista, la voz que se escuchó en los polémicos audios en los que se ofertaba un puesto de trabajo sin prestaciones sociales no era suya, pese a que su voz le dio la vuelta al país por cuenta de ese escándalo. Si no fue Racero, el defensor de la reforma laboral, quien ofertó una vacante sin seguridad social, ¿entonces quién fue?