La corona de Adviento es un símbolo cristiano y religioso que se hace con ramas verdes y cuatro velas (tres moradas y una rosada), las cuales se van encendiendo durante las cuatro semanas que dura la Navidad. Esto representa la preparación para el nacimiento de Jesús.

Este objeto, considerado también un elemento de decoración navideña, tiene una forma específica de manejarse, conectando las oraciones y las dinámicas previas al día de Navidad.

ACI Prensa compartió un paso a paso para realizar esta actividad religiosa, llevando un proceso antes del 24 de diciembre.

Primer domingo de Adviento: La promesa de salvación

Este día es para encender la vela del arrepentimiento, ya que hace alusión al engaño del que fueron víctimas Adán y Eva por parte del demonio. El pecado en el mundo apareció de esta manera, por lo que Dios envió a su hijo para salvar al mundo.

Oración:

Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad. Te lo pedimos, Señor.

Segundo domingo de Adviento: La alianza con Noé

Este día se enciende la vela de la promesa de Navidad, relacionada con el nacimiento de Jesús. Se asemeja a la historia del arca de Noé, la cual se centra en cómo Dios salvó a los hombres y marcó con un arcoíris un símbolo de amor.

Oración:

Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos de Ti por las cosas materiales, las prisas, los regalos. Te pedimos que nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre.

Corona de Adviento | Foto: Getty Images

Tercer domingo de Adviento: Los mandamientos

Esta fase se enfoca en prender la vela que representa el amor de Jesús por los humanos. Va hasta Moisés, a quien le entregó los diez mandamientos para que mostrara un camino de salvación y luz en la Tierra.

Oración:

Te pedimos Señor que nos ayudes a cumplir con tus mandamientos para poder acercarnos a Ti durante toda nuestra vida.

Cuarto domingo de Adviento: La Anunciación

La cuarta vela significa la llegada de Jesús a los corazones. Está plasmado en el mensaje del ángel a la Virgen María, haciendo una promesa de salvación para los hombres. La respuesta de aquella mujer completó los planes de Dios.

Oración:

Señor, te pedimos nos ayudes a estar siempre dispuestos a dar un “sí” a lo que nos pidas en nuestras vidas.