“Cae la explotación de minas y canteras todo el tiempo de mi Gobierno (...) Eso es lo que está cayendo en Colombia, y va a caer más, porque la ciencia le enseñó al mundo que hay que dejar de consumir carbón, o nos morimos, y todos nuestros hijos”, afirmó recientemente el presidente Gustavo Petro.
Con esta frase, el mandatario ratificó su posición contra las industrias extractivas. En el caso del petróleo y el gas no se han permitido en su mandato nuevos contratos de exploración, lo que ha limitado la producción en el país y ha acelerado el déficit en materia de gas.
De hecho, según cifras de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), con datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en el periodo enero–agosto de 2025, la producción promedio de petróleo fiscalizado se ubicó en 747.300 barriles diarios de producción, lo que representó una caída de 4,2% frente al mismo periodo de 2024, es decir, 33.000 barriles menos.
En cuanto a las regalías causadas por la explotación de hidrocarburos durante el primer semestre de 2025, ascendieron a 3,5 billones de pesos, “cifra que representa una disminución de 14,9% frente al mismo periodo de 2024, cuando se registraron 4,2 billones de pesos. Esta contracción se explica principalmente por la menor producción fiscalizada de crudo durante el primer semestre de 2025, que se ubicó en 747.000 barriles diarios frente a 780.000 en el mismo periodo de 2024 (-4,3%), así como por la reducción en el precio del crudo, que descendió de 83,8 dólares por barril en el primer semestre de 2024 a 71,9 dólares por barril en el mismo periodo de 2025, con una variación de -14,2%”, agrega el análisis.
Mientras la política del Gobierno enfila baterías contra el sector extractivo, por ejemplo, en materia tributaria y también en la regulación, la percepción e importancia del sector petrolero para los colombianos crece.
En la séptima edición del Barómetro Petrolero, realizado por Arteaga LATAM, con el apoyo de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Campetrol y la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), el estudio evidencia que el 60% de colombianos están de acuerdo con que en su municipio se realicen actividades de exploración, producción y transporte de petróleo y gas. Esta cifra creció, en comparación con el año anterior cuando registró 57%.
Otro dato relevante, es la importancia de los recursos económicos que generan estos productos: para el 78% de los encuestados el petróleo y gas son necesarios para financiar los programas sociales e inversión del Estado; e incluso, tres de cada cuatro colombianos (el 75%) creen que es posible que el sector conviva con el turismo y el agro.
Por su parte, y ante la compleja coyuntura que atraviesa el gas por la necesidad de importación que tiene para actividades distintas a la generación de energía, el 89% de los colombianos lo consideran como “muy importante o importante” para el desarrollo del país.
Y ante la situación que atraviesa el gas, el 59% de las personas manifestaron estar preocupadas por que Colombia deba aumentar sus importaciones de gas en los próximos cinco años.
“Esa inquietud también la comparten los funcionarios de gobierno: 46% de ellos perciben un riesgo alto o muy alto y 38% un riesgo moderado en el incremento de las importaciones de gas”, señala el estudio.
En cuanto al fracking, el 42% de las personas en municipios productores de hidrocarburos están de acuerdo con realizar fracking si su propósito es aumentar las reservas de gas, y 39% manifiestan lo mismo en el total del país.
Por su parte, a pesar de la compleja situación del sector y de la posición del Gobierno nacional, los directivos de las empresas de hidrocarburos muestran un mayor optimismo. Cada vez menos creen que reducirán operaciones en los próximos cinco años: el porcentaje pasó de 43% en 2024 a 27% en 2025, mientras que aumentaron los que piensan que sus operaciones se mantendrán estables (de 40% a 55%).
Jaime Arteaga, director del Barómetro Petrolero, señaló: “Los colombianos respaldan esta industria y reconocen su aporte. Sin embargo, el debate sobre gas, seguridad energética y fracking muestra que tenemos conversaciones pendientes como país para garantizar una industria ordenada y sostenible”.
A su vez, Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de Campetrol, destacó: “Los resultados del Barómetro confirman que tanto el Gobierno como la ciudadanía reconocen a la industria de petróleo y gas como un pilar para la estabilidad social y económica del país. Este respaldo refleja la importancia del sector en la financiación de programas sociales, en la seguridad energética y en el bienestar de millones de colombianos”.
Por su parte, Frank Pearl, presidente de la ACP, destacó que los datos del Barómetro resaltan que la mayoría de los colombianos reconocen que el petróleo y el gas son clave para financiar la inversión social y pueden convivir con el turismo y la agricultura, generando bienestar en las regiones.