Hace poco menos de un mes, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística presentó el Índice de Precios al Consumidor para el mes de septiembre, que registró una cifra de 5,18%, siendo un número que va en línea con las proyecciones de los analistas, que indicaban que la cifra iba a repuntar a finales del mes pasado.
Es importante tener en cuenta que hay varios indicadores y ajustes que dependen de esta cifra, uno de ellos es el salario mínimo, que se ajusta dependiendo de la inflación de cierre del año, que se conoce generalmente en diciembre.
Si se analiza y se hace un cálculo hipotético, sobre esta cifra de inflación actual, que es del 5,18, se puede obtener una cifra aproximada de cuánto podría oscilar el salario mínimo para el 2026. Al cierre de la inflación, en el cálculo del salario, se le añade la cifra de productividad.
Si el IPC se mantiene sobre un 5,18 y a este se le añade la cifra de productividad estimada, que es de 1,5% a 2,0%, el incremento del salario podría estar entre 6,5% y 7,5%.
Es decir, podría estar en un salario de $1.444.345 y $1.452.460, sin contar con el auxilio de transporte, que también recibirá un ajuste dependiendo de las cifras.
Las centrales obreras apuntan a que el aumento debe ser superior al IPC para compensar la pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, los gremios empresariales apuntan a que no debería ser tan elevado para evitar golpear la informalidad laboral.
La negociación del salario mínimo inicia aproximadamente la segunda semana de diciembre y se deberá obtener la primera concertación hacia el 15 de diciembre.
Sin embargo, si allí no hay resultados, podrán seguir concertando hasta el 31 de diciembre de 2025. Si no hay un acuerdo, el Gobierno deberá fijar el valor por decreto.