Una de las quejas más frecuentes de los habitantes de Bogotá es el exceso de ruido generado por los establecimientos nocturnos. En lo corrido de 2025, se han recibido 4.704 solicitudes por presunta afectación generada por ruido y, a hoy, las cifras de este año ya superan las de los anteriores. Adicionalmente, existen 11 acciones populares en las zonas de rumba de la ciudad.

Frente a esta realidad, la Secretaría de Ambiente de Bogotá viene incrementando las acciones interinstitucionales de control al exceso de ruido. Y como parte de estos esfuerzos promueve la campaña ‘Hagamos que Bogotá Suene Mejor’, que fomenta la empatía ciudadana como valor esencial para garantizar la calidad acústica de la ciudad.

Las localidades con mayor registro de solicitudes por ruido en lo corrido de este año son Suba (673), seguida de Kennedy (439), Engativá (410), Bosa (396) y Usaquén (380). De estas denuncias, más de la mitad corresponden a presuntas afectaciones a la convivencia, la tranquilidad y la salud, y no a una posible afectación sobre el recurso aire, por lo que son competencia de autoridades policivas con las que se trabaja articuladamente.

La Secretaría de Ambiente de Bogotá viene incrementando las acciones interinstitucionales de control al exceso de ruido. | Foto: Secretaría de Ambiente, API

Para abordar esta situación, se trabaja de manera articulada entre las entidades distritales responsables y se avanza en una mejor planificación del uso del suelo, que considere la capacidad de carga acústica del territorio. Así mismo, se implementan medidas de control y mitigación en establecimientos y fuentes móviles, y se fortalecen los procesos de prevención, seguimiento y sensibilización dirigidos a la ciudadanía y a los distintos sectores económicos.

“Fomentar valores en la comunidad fortalece la articulación de la ciudadanía con el Distrito. Por eso, trabajamos con distintas entidades para ponerle orden al problema del ruido en la ciudad, por el bienestar de nuestra gente”, señaló la secretaria de Ambiente, Adriana Soto.

La entidad ha liderado una estrategia de gestión que involucra comunidades y demás actores de interés. En lo corrido de 2025, Ambiente Bogotá ha participado en más de 166 actividades relacionadas con mesas de trabajo, foros, procesos de socialización y demás espacios de participación comunitaria. El papel de las personas es decisivo, pues contribuyen a identificar a los generadores de ruido y tienen una actitud más crítica frente a su impacto en la calidad de vida.

Según la Secretaría de Ambiente las localidades que más generan ruido son Suba, Kennedy y Engativá | Foto: Secretaría de Ambiente, API

Soluciones y medidas preventivas

Además de la molestia que causa, el ruido también afecta las actividades diarias de las comunidades, y por eso Ambiente Bogotá hace un llamado a los ciudadanos para que elijan a conciencia los establecimientos que frecuentan. Así mismo, se ha hecho énfasis en aclarar el alcance real de las competencias de la Autoridad Ambiental, pues persiste la percepción de que los problemas de ruido se resuelven a través de una medición de emisión. Esta idea genera la expectativa de una solución inmediata tras la medición, desconociendo que el procedimiento no implica, por sí solo, la eliminación de la afectación.

Teniendo en cuenta lo anterior, uno de los principales avances de la Ley 2450 de 2025 —Ley contra el Ruido— consiste en reconocer que las afectaciones derivadas del ruido tienen un origen multifactorial y multisectorial, que exige una intervención articulada entre las diferentes entidades distritales para asegurar una respuesta efectiva a las denuncias de la ciudadanía.

Según la Secretaría de Ambiente las localidades que más generan ruido son Suba, Kennedy y Engativá. | Foto: Secretaría de Ambiente, API

“Como Autoridad Ambiental estamos imponiendo medidas preventivas de sellamiento a establecimientos que no cumplan con las exigencias técnicas para mitigar el ruido. Seguiremos poniendo orden al ruido en Bogotá y trabajando por un ambiente sano para toda la ciudadanía”, precisó la secretaria de Ambiente, Adriana Soto.

Ante este panorama, los propietarios de fuentes sonoras deben implementar sistemas de control y mitigación que eviten generar perturbaciones en las comunidades vecinas. También es fundamental que las autoridades locales y de policía garanticen la convivencia y la tranquilidad en la ciudad. La calidad acústica de Bogotá es una construcción colectiva. “Hagamos que Bogotá Suene Mejor”.