Estados Unidos ha desatado una guerra contra el narcotráfico en el Caribe, cerca de territorio venezolano, donde ha atacado al menos cinco embarcaciones que, al parecer, transportaban droga hacia Norte América. Al tiempo, ha intensificado las tensiones contra el dictador Nicolás Maduro.
En medio de su alocución en la Estación Naval de Norfolk, en el estado de Virginia, el presidente Donald Trump agradeció y elogió a sus fuerzas militares por “hacer volar por los aires a los terroristas del cartel”.
E insinuó que sus agentes podrían ingresar a Venezuela, debido a que, según sus justificaciones, es posible que los grupos criminales trafiquen por tierra y no por mar.
“En las últimas semanas, la Marina ha apoyado nuestra misión de acabar con los terroristas del cartel. Anoche hicimos otra”, dijo el mandatario el pasado domingo. “Ya no vienen por mar, así que ahora tendremos que empezar a buscar por tierra porque se verán obligados a ir por tierra”.
Para poder llevar a cabo aquel plan sin precedentes, el presidente se puede armar de la Constitución para abrirse vía legal de atacar en una nación extranjera. La semana pasada, Trump declaró que su país está en “conflicto armado” con los carteles de droga.
Lo anterior le da potestad a las fuerzas de Estados Unidos de ampliar sus ofensivas a largo plazo, en lugar de desempeñar misiones por separado y con un objetivo único.
Expertos estadounidenses han expresado a la prensa nacional que el Gobierno podría hacer uso del artículo II de la Constitución, que le da libertad al presidente de usar el ejército para defender la seguridad de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el jefe de Estado puede invocar la Ley de Poderes de Guerra, que abre una ventana de 60 días para que Presidencia pueda llevar a cabo operaciones militares, antes de pedir aprobación en el Congreso.
De acuerdo con los análisis de los medios de comunicación, los primeros operativos estadounidenses fuera del Caribe podrían ser realizados con drones.
The New York Times y NBC News han citado fuentes cercanas a la información de la Casa Blanca, y anónimas, que han declarado que el país norteamericano está planeado bombardear dentro de Venezuela, en contra específicamente del Cartel de los Soles, agrupación que —según la administración de Trump— dirige Nicolás Maduro.
Pese a que la iniciativa suscita bastantes dudas legales en el derecho internacional, Estados Unidos ha intentado escudarse equiparando a los carteles de droga con grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico (ISIS).
Hasta el momento, las fuerzas norteamericanas han desplegado buques de guerra, aviones de combate y submarinos con propulsión nuclear en el Caribe, sin acercarse de manera amenazadora a tierra firme.