En una acción conjunta presentada este 16 de septiembre de 2025, Disney, NBC Universal y Warner Bros Discovery interpusieron una demanda ante el Tribunal del Distrito Central de California contra la empresa china de inteligencia artificial MiniMax, acusándola de infringir de forma “voluntaria y descarada” sus derechos de autor.
Las acusaciones se centran en el uso no autorizado de personajes icónicos como Darth Vader, los Minions y Wonder Woman, entre otros, tanto en material generable por IA como en promociones vinculadas al servicio Hailuo AI, que pertenece a MiniMax.
Según los demandantes, MiniMax no respondió a reiteradas solicitudes para implementar medidas que evitaran estas infracciones. Alega la demanda que la compañía promovía su aplicación con slogans como “Hollywood studio in your pocket” (un estudio de Hollywood en tu bolsillo), generando contenido descargable de alta calidad que incorpora personajes protegidos por derechos de autor y haciendo creer al público que existe una relación o respaldo con los estudios titulares.
La demanda busca que MiniMax devuelva los beneficios obtenidos con esas prácticas, así como una orden judicial que impida nuevos usos de propiedad intelectual sin licencia. Los estudios también exigen sanciones máximas permitidas por la ley para frenar lo que consideran una amenaza al modelo tradicional de protección de la creatividad.
Este procedimiento no es el primero que los grandes estudios presentan contra compañías de IA. En junio de este año, Disney y Universal ya habían demandado a Midjourney con argumentos muy similares sobre uso indebido de sus bibliotecas creativas para entrenamiento de modelos y generación de imágenes que reproducen personajes protegidos.
De hecho, Warner Bros Discovery también se sumó en otro pleito reciente contra Midjourney, lo que muestra un patrón claro de litigiosidad en el sector para defender los derechos de autor frente al avance de las tecnologías generativas de IA.
Por su parte, MiniMax ha anunciado planes de salir a bolsa en Hong Kong, con una valoración cercana a los 4 mil millones de dólares, lo que aumenta el interés público y corporativo en el caso. La empresa dice atender a cientos de millones de usuarios en todo el mundo y ofrece su servicio, textos, imágenes y videos generados por IA que, según los estudios demandantes, violan derechos de propiedad intelectual.
Este litigio marca un momento clave en la relación entre la industria del entretenimiento y las empresas de inteligencia artificial. Pues mientras los creadores exigen mayor protección legal, los desarrolladores de IA enfrentan una presión creciente para establecer protecciones eficaces que impidan el uso indebido de contenidos con derechos reservados.
Según expertos legales, los resultados podrían redefinir la forma en que estas tecnologías pueden entrenarse y comercializarse en el futuro.