Una escena de horror se desarrolló este martes en Brooklyn, Nueva York, cuando un hombre fue víctima de una agresión salvaje dentro de una estación del metro y perdió la vida.
Las autoridades informaron que el suceso ocurrió en la estación Jay Street–MetroTech, alrededor de las 3:00 p. m., cuando el hombre fue hallado inconsciente con contusiones graves y trasladado al hospital, donde fue declarado fallecido.
La policía neoyorquina emprendió de inmediato una investigación y difundió imágenes de vigilancia del presunto agresor. Se detuvo a una persona de interés pocas horas después, luego de que fue vista abordando un tren con destino al Bronx. Hasta ahora no se ha confirmado su identidad públicamente.
Aunque la ciudad de Nueva York ha registrado una disminución histórica de los crímenes en el sistema de transporte este año, con caídas de hasta 18 % en delitos mayores en el metro durante el primer trimestre de 2025, los asaltos y episodios violentos persisten y generan alarma.
Según datos del NYPD, agosto fue el mes con menos incidentes de disparos en la red de transporte en décadas.
Sin embargo, una paradoja se presenta: aunque los índices globales de delito en el metro descienden, las agresiones personales han experimentado incrementos significativos.
Se reporta un aumento del 17 % en agresiones graves dentro del sistema de tránsito en 2025 respecto al año anterior. Los expertos señalan que muchos de esos casos están vinculados con crisis de salud mental no atendidas, situaciones de indigencia o intervenciones tardías ante personas vulnerables dentro del sistema de transporte.
Las autoridades han reforzado la vigilancia en estaciones y trenes, incorporando unidades especializadas dentro del metro de la ciudad.
La gobernadora Kathy Hochul anunció que durante el verano de 2025 el delito en el sistema de transporte alcanzó niveles históricamente bajos y que planean instalar barreras físicas en al menos 100 estaciones antes de fin de año.
Este incidente revive también el dolor y la polémica que aún persisten tras casos que sacudieron a la ciudad, como la muerte de Jordan Neely en 2023, cuando un pasajero fue sometido con una llave mortal en un vagón del metro.
Aunque ese caso involucró un contexto muy diferente, desató debates sobre el uso de la fuerza, la salud mental y la seguridad del transporte público.
Para algunos analistas, la tendencia bajista en delitos mayores podría romperse si no se atienden las causas estructurales: falta de apoyo social, escasos recursos en servicios de salud mental y políticas de prevención insuficientes.
Un estudio reciente sobre ciudades como Nueva York y Chicago señala que entornos urbanos deteriorados y falta de inversión en infraestructura pueden aumentar los riesgos del crimen, incluso en zonas de transporte público.
Mientras tanto, la policía de tránsito colabora con el Departamento de Policía de Nueva York en la recolección de pruebas, entrevistas a testigos y el análisis de cámaras de vigilancia.
Se espera que en los próximos días se avance con cargos formales contra el detenido, si la evidencia lo sustenta. La muerte de este pasajero, más allá de su crudeza, subraya que en la rutina subterránea de la ciudad el riesgo no ha desaparecido.