El gobierno Trump había demandado a The New York Times por una suma millonaria: 15.000 millones de dólares.
“El presidente Donald Trump acusó a The New York Times y a cuatro de sus periodistas de difamarlo de cara a las elecciones de 2024, alegando que una serie de artículos pretendían minar su candidatura y menospreciar su reputación como hombre de negocios de éxito”, había narrado el diario.
“Según la demanda, los artículos y el libro se publicaron con ‘malicia genuina hacia Trump y causaron ‘enormes’ pérdidas económicas y daños a sus ‘intereses profesionales y laborales’. La demanda pedía una indemnización de al menos 15.000 millones de dólares”, agregó el periódico al narrar la acción judicial en su contra.
El juez consideró que la demanda, tal y como se había presentado, era “improcedente e inadmisible” y concedió a sus abogados 28 días para volver a presentarla, según el texto de la decisión.
¿Concesiones a Trump?
La suspensión esta semana del programa de televisión de Jimmy Kimmel abrió un debate en Estados Unidos. Esta suspensión, por parte de la cadena ABC, ocurre luego de que el popular presentador afirmase que parte de la derecha de Estados Unidos intenta explotar políticamente el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido en Utah la semana pasada.
Antes de que ABC suspendiera el Jimmy Kimmel Live!, CBS anunció en julio que el programa del humorista Stephen Colbert, otro crítico implacable de Trump, saldrá del aire en 2026.
Colbert criticó un acuerdo millonario entre Trump y Paramount, compañía aliada de CBS, para poner fin a una demanda del presidente. Dijo que pagar 16 millones de dólares fue “un buen soborno”.
El caso Kimmel se vio amplificado por un comentario del director del regulador de comunicaciones de Estados Unidos (FCC), Brendan Carr. El funcionario, nombrado por Trump, arremetió en contra de las declaraciones del humorista y amenazó con retirar la licencia de transmisión a la cadena.
A bordo del Air Force One, de regreso de su visita a Reino Unido, el mandatario republicano se quejó de los periodistas y las cadenas de televisión: “Todo lo que hacen es criticar a Trump”.
“Tienen una licencia. No les está permitido hacer eso,” afirmó.
El jueves, el senador demócrata Richard Blumenthal calificó en X esta intervención como “un acto de censura gubernamental sin precedentes”.
Para Ken Paulson, director del centro de libertad de expresión de la Universidad Estatal de Middle Tennessee, “el problema radica en que las empresas se basan únicamente en consideraciones financieras y no protegen los intereses del público”.
La mayoría de expertos coincide en que la justicia habría desestimado las demandas de Donald Trump o su gobierno en todos estos casos, como justamente acaba de suceder con The New York Times.
Sin embargo, el jueves, Donald Trump mencionó la suspensión de licencias para las cadenas que estén “contra él”. Las acusaciones contra ABC y CBS se inscriben en un contexto de ofensiva contra los medios a los que el gobierno Trump considera de izquierda.
En julio, el Congreso aprobó una ley que elimina por completo el subsidio previsto para el sector audiovisual público estadounidense en los próximos dos años.
*Con información de AFP.