El ataque con un carro bomba el 21 de agosto dejó siete personas muertas y más de 70 heridas, según indicaron las autoridades.

Alias Gramo, según las autoridades, habría coordinado junto a alias Sebastián y el Mono la movilización desde el departamento del Cauca hacia Cali de los vehículos cargados con explosivos usados en el atentado.

Además, habría hecho labores de verificación del lugar del ataque, rutas de escape y consecución de una vivienda usada como guarida.

Posteriormente, habría tramitado el pasaporte para viajar a España, pero fue inadmitido el 25 de septiembre. Fuentes de inteligencia le confirmaron a SEMANA que el hombre había viajado con su pareja sentimental.

Este fue el papel de alias Gramo, en el atentado a base militar de la Fac en Cali que dejó siete muertos. | Foto: Ministerio de Defensa

Al ver negado su ingreso a ese país, Gramo regresó a Bogotá y desde allí se desplazó en un bus de servicio público a la ciudad de Pereira y desde ahí hacia Mistrató (Risaralda), donde vivía con su compañera sentimental y donde finalmente fue detenido.

Las autoridades tienen información que indica el señalado delincuente “llevaría cuatro años en las disidencias, bajo la orientación de alias Pablito, cabecilla principal de la columna Ricardo Velásquez del Frente Jaime Martínez, que coordina y ejecuta las acciones terroristas”.

Precisamente, Gramo, quien vivía en el barrio Primavera de Cali, se había dedicado al préstamo en modalidad gota a gota, y usaba el dinero recaudado para comprar material bélico, pagar a integrantes de esa estructura delincuencial y a quienes le apoyaban en acciones terroristas como la ejecutada en inmediaciones de la base Marco Fidel Suárez.

Según las investigaciones, para evitar su identificación y posterior captura, Gramo recurría al uso de gorras y otros elementos.

En su contra, pesaba una orden judicial por homicidio en persona protegida, tentativa de homicidio, actos terroristas, concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas.

Durante el procedimiento fue incautado un teléfono celular que será analizado para establecer sus vínculos con otras estructuras armadas.

“Este resultado es producto de un trabajo articulado entre nuestra Policía Metropolitana, la Fiscalía General de la Nación y la cooperación internacional, que demuestra que el crimen no tiene refugio. Seguiremos fortaleciendo las capacidades de inteligencia, investigación y control territorial, para garantizar que los caleños vivan con tranquilidad y que la ley se imponga sobre cualquier intento de violencia o terrorismo”, afirmó Jairo García, secretario de Seguridad y Justicia Distrital.