¿Se imagina tener el mismo nombre que una persona famosa y que eso le traiga problemas? Eso es exactamente lo que le pasa a Mark Steven Zuckerberg, un abogado de Estados Unidos que no tiene nada que ver con el creador de Facebook, pero que lleva el mismo nombre.

Este señor tiene 38 años de experiencia en el sector y, al igual que la mayoría de personas, jamás pensó que llamarse igual que el jefe de Meta le causaría tantos dolores de cabeza. Resulta que Facebook ha cerrado sus cuentas cinco veces en ocho años, porque piensan que se está haciendo pasar por el verdadero Mark Zuckerberg, el CEO de Meta.

Le cerraron la cuenta y perdió su dinero

La situación se puso complicada cuando en mayo de este año Facebook no solo le cerró la cuenta otra vez, sino que también “retiró” los 11.000 dólares que había pagado para hacer publicidad en la plataforma. Para cualquier profesional que usa las redes sociales para conseguir clientes, este golpe en la publicidad es duro.

La confusión de los algoritmos de Facebook llevó a un veterano abogado a enfrentar años de cierres de cuenta. | Foto: 2024 Zuffa LLC / getty images

El abogado se cansó y decidió demandar a Meta (la empresa dueña de Facebook) en un tribunal de Indiana y después de poner la demanda, curiosamente Facebook le devolvió su cuenta, pero él dice que el daño ya está hecho.

Para un abogado que necesita estar en redes sociales para que la gente lo conozca y lo contacte, cada vez que le cierran la cuenta pierde posibles clientes, es como si le cerraran su oficina sin razón.

Cuando las máquinas se equivocan

Lo más extraño de todo es que fueron las computadoras de Facebook las que decidieron que este señor era “falso”. Los sistemas automáticos que usa la empresa para detectar cuentas falsas no pudieron entender que puede haber dos personas con el mismo nombre en el mundo.

La coincidencia de nombre con el CEO de Meta convirtió la vida digital de un abogado en un calvario. | Foto: © 2025 SOPA Images

Meta dice que ya arregló el problema y que no volverá a pasar, pero para el abogado el daño ya está hecho. Según él, simplemente recuperar su cuenta no borra los años de problemas ni los perjuicios que sufrió, tanto en lo económico como en su reputación profesional.

Esta historia hace pensar que en diferentes casos, un programa puede decidir que alguien no podía usar su propio nombre, simplemente porque otra persona famosa se llama igual.

Al final, este caso muestra lo complicado que puede ser diferentes aspectos de la tecnología, donde a veces hay que demostrar que es la persona que dice ser, incluso cuando ese “quien eres” coincide con alguien muy conocido.