El cometa interestelar 3I/ATLAS no deja de ser noticia y esta vez ha vuelto a sorprender a la comunidad científica pues una nueva fotografía capturada desde el Observatorio del Teide, en las Islas Canarias, muestra un detalle que desafía la comprensión actual sobre el comportamiento de estos cuerpos celestes.

Tal como resalta el físico Avi Loeb: “la imagen, compuesta por 159 exposiciones de 50 segundos cada una, fue tomada el 2 de agosto de 2025. Muestra un tenue chorro que apunta hacia el Sol. Al igual que en la imagen del Hubble, el chorro se extiende a una distancia proyectada de unos 6.000 kilómetros del núcleo”.

Un fenómeno inesperado en dirección al Sol

Tradicionalmente, los cometas al acercarse al Sol desarrollan colas de gas y polvo que siempre se alejan de nuestra estrella, esto ocurre porque la radiación y el viento solar “empujan” el material desprendido del núcleo, formando estructuras visibles que se extienden en sentido contrario al Sol.

Sin embargo, tanto la foto del Hubble, tomada el 21 de julio de 2025, como la más reciente del Telescopio del Teide, revelan algo distinto: una enorme estructura de aproximadamente 6.000 kilómetros que se dirige hacia el Sol.

Avi Loeb: "La dirección en la que se aleja del Sol (donde debería haber apuntado una cola cometaria genérica) se muestra en amarillo". | Foto: M. Serra-Ricart et al., 15 de octubre de 2025

Este tipo de formación se conoce como “anticola” o “chorro”, y es muy inusual, ya que la física básica de los cometas sugiere que cualquier polvo o gas liberado debería ser empujado hacia afuera, nunca hacia la estrella central.

El físico Loeb señala que es impactante y realiza una comparación de lo que significa: “es tan impactante como fotografiar un animal en el patio trasero que tus familiares identifican como un gato callejero común, mientras que la imagen muestra una cola que sale de la frente del animal”.

El físico Avi Loeb destacó que la foto del 2 de agosto de 2025 muestra un chorro de 6.000 km que apunta hacia el Sol, un fenómeno inesperado. | Foto: 2019 - The Boston Globe

Si la anticola de 3I/ATLAS estuviera compuesta por partículas similares a las de los cometas conocidos, la luz solar habría obligado a estas a moverse en dirección contraria, haciendo imposible su orientación actual.

El desafío de los astrónomos

Este descubrimiento ha generado gran expectativa entre los expertos en cometas, del cual inicialmente celebraron que 3I/ATLAS mostrara comportamientos típicos de estos objetos, pero, el detalle de la anticola ha abierto nuevas interrogantes, como el por qué la fuerza permite que este chorro se mantenga apuntando al Sol y hasta el momento, los científicos no han logrado ofrecer una explicación concreta y el cometa continúa siendo un enigma para la comunidad astronómica.

Un evento solar extremo puso a prueba a 3I/ATLAS, que mantuvo intacta su estructura. | Foto: NASA, ESA, David Jewitt (UCLA); Procesamiento de imágenes: Joseph DePasquale (STScI)

3I/ATLAS continua siendo un misterio y no deja de sorprender a la comunidad científica.