En un reciente video difundido por el Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, aparece junto a su jefe de Estado Mayor, Valeri Guerásimov, comentando lo que aseguran fue una prueba del misil de crucero Burevestnik realizada el 21 de octubre de 2025.
El arma que emplea propulsión nuclear en vez de un motor de cohete convencional, fue presentada como un avance sin precedentes.
“Nadie más en el mundo tiene una así”, sostuvo Putin, mientras Guerásimov destacó su supuesto “alcance ilimitado”, tras un vuelo de 15 horas que habría superado los 14.000 kilómetros.
Un proyecto de dos décadas y resultados inciertos
El Burevestnik, conocido por la OTAN como Skyfall, lleva en desarrollo desde 2001 y tendría capacidad para transportar ojivas convencionales o nucleares, sin embargo, la fiabilidad del sistema continúa en duda.
Nils Andreas Stensoenes, jefe de los servicios secretos noruegos, confirmó a Reuters que Rusia efectuó un nuevo lanzamiento de prueba en Nueva Zembla. Pese a ello, especialistas consultados por DW no creen que esto implique un uso cercano.
Carlo Masala, profesor de política en la Universidad de las Fuerzas Armadas Alemanas de Múnich, recordó que, de las 14 pruebas conocidas, solo tres habrían sido exitosas.
Por su parte, Nico Lange, miembro sénior de la Conferencia de Seguridad de Múnich, criticó en X “el circo en torno a las pruebas del misil ruso Burevestnik”, señalando que servirían sobre todo para repetir la palabra “nuclear” una y otra vez.
Tensiones internacionales y un mensaje político
Expertos consideran que la reciente mención del Burevestnik llega en un momento calculado, Masala subrayó que coincide con las maniobras nucleares de la OTAN, realizadas durante dos semanas con la participación de 14 países y alrededor de 70 aviones sobre el Mar del Norte. Rusia efectuó ejercicios paralelos con sus propias fuerzas nucleares.
El analista también sugirió que el anuncio se produce justo cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, endurece las sanciones contra Moscú. La estrategia, según él, busca recordar que Rusia sigue siendo una potencia nuclear.
¿Realmente sería imposible de interceptar?
La versión oficial rusa asegura que el Burevestnik es extremadamente difícil de detener. Guerásimov mencionó: “complejas maniobras horizontales y verticales” para demostrar su capacidad de evasión, además de su gran autonomía, que permitiría rodear el planeta y evitar los sistemas defensivos.
Masala reconoce la complejidad que supondría interceptarlo, aunque matiza que vuela a una velocidad inferior a la del sonido, lo que lo hace “potencialmente detectable e interceptable”. Jeffrey Lewis, experto en no proliferación del Instituto Middlebury, coincidió al afirmar para Reuters:
“No creo que el sistema sea invencible, pero forma parte de la escalada armamentística en la que nos encontramos. Han desarrollado un nuevo sistema y ahora tenemos que idear algo para derribarlo”.
El funcionamiento detrás del motor nuclear
El principio del Burevestnik se basa en un esquema similar al de un motor de reacción: el aire se calienta y al expandirse, genera empuje.
Principalmente se diferencia en que aquí el calor proviene de un reactor nuclear interno, lo que elimina la necesidad de transportar grandes cantidades de combustible y amplía el alcance a niveles extremos.
Rusia y Estados Unidos trabajaron en proyectos similares en el siglo XX, pero fueron abandonados ante la emisión de gases radiactivos.
Riesgos de radiación: entre la cautela y los antecedentes
Los expertos consultados por DW piden prudencia frente a las advertencias sobre radiación asociadas al misil.
“Soy cauteloso con las afirmaciones de que se trata de un Chernóbil volador”, dijo el especialista independiente Pavel Podvig. Añadió que, de haberse producido una fuga radiactiva, esta habría sido detectada.
Nikolai Sokov, investigador del Centro de Viena para el Desarme y la No Proliferación, coincidió en que el motor no parece emitir radiación grave durante el vuelo: “Era una tarea difícil. Al parecer, Rosatom ha logrado desarrollar un motor que no emite radiación grave durante el vuelo”.
El peligro más crítico, señalan los analistas, sería un accidente durante el lanzamiento o en pleno trayecto. El caso más grave conocido ocurrió el 8 de agosto de 2019, cuando una explosión en un centro de investigación en el Mar Blanco mató a cinco empleados de Rosatom y generó un aumento temporal de radiación en la zona. No se ha confirmado si hubo víctimas por exposición radiactiva.
*Con información de DW.