Cuando un celular empieza a tardar más de lo habitual en cargarse o deja de hacerlo por completo, es normal pensar que ha llegado el momento de reemplazarlo, sin embargo, en algunos casos el problema no es del dispositivo, pues en algunos casos puede ser por parte de sus componentes básicos.
Antes de preocuparse o acudir a un técnico, es importante revisar con cuidado dos aspectos esenciales, la batería y el cable de carga, ambos suelen ser los responsables cuando el celular no responde correctamente al conectarlo.
Cuando la batería ha perdido su vida útil
Las baterías de los celulares no duran para siempre, con el paso de los meses y los continuos ciclos de carga y descarga, su rendimiento comienza a reducir.
De acuerdo con MovilZona, esto puede provocar que el celular tarde más tiempo en completar o incluso que se congele antes de alcanzar el 100%, además, una batería desgastada puede hacer que el dispositivo se caliente o se comporte de manera inestable durante la carga.
En modelos antiguos, donde aún se puede retirar la tapa trasera, es sencillo verificar su estado, con sacar la batería y comprobar si está inflada o deformada, si es así, no hay duda, llegó el momento de reemplazarla.
En los celulares actuales con las carcasas selladas, lo ideal es acudir a un servicio técnico autorizado que pueda evaluar la condición de la batería sin poner en riesgo el equipo, tenga en cuenta que ignorar los signos de desgaste afecta el rendimiento y también puede representar un riesgo de sobrecalentamiento.
Un cable de carga dañado puede ser la causa oculta
El cable es otro de los grandes sospechosos cuando el celular deja de cargar con normalidad, con el uso constante, los cables suelen doblarse, desgastarse o incluso presentar pequeños cortes en su recubrimiento.
Tal como resalta el portal de ReparamosYa, en algunos casos, el conector puede aflojarse y no ajustarse bien al puerto del celular, lo que interrumpe la corriente eléctrica o hace que la carga sea intermitente.
Si el cable presenta señales de deterioro como partes peladas, dobleces pronunciados o zonas ennegrecidas, lo mejor es sustituirlo de inmediato.
Los técnicos recomiendan utilizar siempre cargadores y cables originales o certificados por la marca del dispositivo. Los accesorios genéricos, aunque más económicos, pueden ser incompatibles o carecer de sistemas de seguridad adecuados, lo que termina afectando el rendimiento del teléfono.