Santander es uno de los destinos ideales para los amantes de la naturaleza y la aventura. Es un territorio que destaca por su oferta de montañas, ríos, cascadas y caños que lo hacen atractivo para quienes disfrutan de las actividades al aire libre.
Este departamento alberga 87 municipios y el que es considerado el más pequeño, con una extensión de 33 kilómetros cuadrados, pero con grandes encantos turísticos que vale la pena conocer, es Jordán. Se trata de un pequeño rincón lleno de historia, cultura y riqueza natural.
Está ubicado en las profundidades del cañón del Chicamocha y a una distancia de dos horas de Bucaramanga, capital del departamento. Lo llaman el pueblo fantasma, debido a que allí habitan muy pocas personas, incluso es considerado como uno de los municipios con el casco urbano menos poblado el país. Se dice que en él viven un poco más de 50 personas.
Sus construcciones son especiales, pues quien llega hasta allí se encuentra con casas de tapia pisada, con techos en teja de barro y puertas en madera, mientras que sus calles están hechas de piedra caliza, según el sitio web Destino Chicamocha.
Encantos de Jordán
Uno de los mayores encantos de este pequeño destino santandereano son las montañas que lo rodean, pues se dice que guardan secretos e historia de caminantes que en el pasado atravesaron aquellas tierras.
En este pueblo, que muchos valoran por su riqueza histórica, se encuentra el puente colgante de Lengerke, sobre el río Chicamocha, el cual fue construido en el siglo XIX y se ha consolidado como uno de los principales atractivos no solo de Jordán, sino de la región.
Este destino también cuenta con miradores ubicados en la parte alta de la zona rural. Se dice que desde estos puntos se tienen las mejores vistas para apreciar el cañón del Chicamocha.
El portal Weekend Santander indica que este paisaje permite entender mejor la formación geológica del cañón admirando la falla entre las mesetas de Villanueva y los Santos; además, están ubicados en fincas tradicionales del territorio.
En Jordán hay caminos que conducen precisamente a los dos municipios mencionados anteriormente, que se han consolidado como rutas turísticas ideales para quienes disfrutan de las caminatas y el contacto directo con la naturaleza.
Por estar a solo 300 metros sobre el nivel del mar, este municipio les brinda a los viajeros una temperatura alta que promedia los 34 °C, lo que también lo hace llamativo para quienes disfrutan del calor en medio de la naturaleza.