A la hora de comprar un carro usado es indispensable revisar el estado físico del carro, lo cual le dará indicios sobre si lo que ha prometido el vendedor es cierto o si esconde algún detalle que pueda representar algún problema más adelante.
Si bien, hacer una revisión minuciosa de la parte mecánica es indispensable, fijarse en algunos detalles físicos del vehículo le pueden dar idea de qué tanto uso ha tenido el carro, si ha sido reparado, si le han cambiado algún componente o si tiene algún defecto.
Del exterior al interior
Lo primero es visitar el carro y, en lo posible, revisarlo con la luz del día, lo cual permitirá identificar defectos en la pintura o en la línea del carro.
Compare el color de las puertas, el techo, el baúl o el capó y si tiene alguna duda recurra a la líneas del carro, pues en ocasiones, al reparar alguna pieza esta no queda como venía de fábrica y se nota algún desfase.
Intente observar el carro desde diferentes ángulos, habrá y cierre las puertas y revise que se ajuste de forma suave, sin sobre saltos ni ruidos extraños en las bisagras.
Una parte que muchos compradores omiten revisar es el techo, algo fundamental y cuya reparación es costosa; allí se puede presentar algún desgaste de la pintura o manchas producto del sol, el clima u otros materiales.
De igual forma, fíjese en el estado de los rines, si están rayados, pelados o tienen deformaciones; aquí puede encontrar indicios sobre el estilo de conducción y el nivel de cuidado que ha tenido el vendedor con el vehículo.
Si encuentra llantas con abolladuras o aros en mal estado, puede pasar a revisar la suspensión, pues estos detalles no son usuales y pueden ser señales de golpes o descuido a la hora de conducir.
En la parte exterior también puede revisar el estado de las farolas o luces; si se encuentran opacas hay que tener cuidado y debe revisar qué tanto kilometraje tiene el carro, pues no es normal que un auto presente estos síntomas si tiene poco recorrido.
Es normal que encuentre rayones superficiales producto del uso normal de un carro; sin embargo, si usted cree que son más de la cuenta, asegúrese de que ninguna pieza ha sido repintada, pues esto podría estar escondiendo algún daño o problema, producto de un choque, que no fue advertido
Qué revisar en el interior
En el interior hay muchos más detalles que pueden indicarle que el kilometraje prometido no corresponde a la verdad.
Lo primero que puede hacer es echar una mirada al techo; esta parte recoge mugre y suciedad y son clara señal de descuido y de un kilometraje avanzado, pues aunque no está libre de ensuciarse no es común que un vehículo con poco recurrido o para uso familiar tenga esta parte en mal estado.
De igual forma puede revisar el estado de los pedales; ellos traen una capa de caucho que los recubre y permite la adherencia del zapato, algo que con el paso de los años y el kilometraje se va desgastando y da señales del verdadero uso que ha tenido ese carro.
Lo mismo sucede con partes como el timón y la palanca de cambios, ya que son, junto a los pedales las partes que más tienen contacto con el conductor.
Si el manubrio y la barra de velocidades tiene desgaste, pierde sus dibujos y los números están borrosos o con color diluido, debe corroborar con el kilometraje del carro para verificar si ese desgaste corresponde a lo indicado por el conductor.
Esto mismo pasa con los botones que activan funciones como las luces estacionarias, el aire acondicionado o el radio.