Cerca de la ciudad hay diferentes opciones para descansar y acercarse a la naturaleza. | Foto: Istock

HISTORIA

¿Necesita un descanso? Váyase de retiro

¡Bájele al estrés! Aquí le recomendamos cuatro lugares de retiro cerca a Bogotá para alejarse del ruido y descubrir un camino espiritual.

Juliana Duque Patiño*
10 de septiembre de 2017

1.Casa San Claver

Los padres jesuitas levantaron este centro de retiros, hace 98 años, en una extensa finca del municipio de San Andresito. Servía exclusivamente para formar religiosos, pero en los últimos 40 años las cosas han cambiado: el terreno está parcelado, la casa original remodelada y la oferta de San Claver abierta al público. Hoy la comunidad jesuita alquila el espacio para retiros grupales de universidades, colegios, empresas, congregaciones y hasta practicantes de yoga. Las necesidades básicas están más que cubiertas: hay restaurante, cafetería, casino, 35 habitaciones para acomodación doble o sencilla, canchas deportivas, piscina, quiosco, salón de conferencias, capilla, senderos ecológicos y un personal al servicio. Los grupos, que deben tener mínimo 20 personas, tienen que llevar su orientador espiritual. En San Claver regularmente se realizan encuentros internacionales y retiros de formación para religiosos jesuitas. Si está buscando algo por este estilo, visite: casasanclaver.amawebs.com

2. Templo La Tierra

A 15 minutos de Cachipay, la propuesta para retirarse de la vida citadina se basa en el silencio. Esta fundación de practicantes zen, que lleva más de 25 años de ejercicio en Colombia, ofrece en los fines de semana de retiros, charlas introductorias y periodos de meditación en un lugar alejado del ruido, de clima templado, donde se sirven alimentos livianos: condiciones que favorecen el primer acercamiento con estos métodos. La experiencia es simple y profunda: se trata de dejarse abrazar por el silencio, mantener la postura propuesta para sentir el cuerpo, reconocer la mente y empezar a dar respuesta a preguntas sobre cómo vivimos realmente. Instructores y practicantes más experimentados acompañan el proceso. Durante la estadía, que puede prolongarse de tres a diez noches, los visitantes apoyan tareas de jardinería y aseo del centro. Hay una sugerencia importante: deje su celular en casa y sea su propia compañía. Más información: www.fundacionzen.org

3. Ecoaldea Varsana

Esta es la ecoaldea Varsana vista desde el aire, se encuentra a 40 kilómetros de Bogotá. Foto: Cortesía Ecoaldea Varsana.

A 40 kilómetros de Bogotá sobre la vía a Silvania se halla este espacio concebido para hacer retiros de yoga y conectarse con prácticas terapéuticas y ecológicas. Lo fundó en 1980 una comunidad de estudiantes de bhakti yoga, una metodología espiritual de la milenaria cultura védica de la India. Varsana ofrece clases diarias de hatha yoga, meditación, talleres de filosofía oriental, entre una amplia variedad de actividades. Cuenta con habitaciones compartidas, cabañas y zonas de camping, agua caliente, y alimentación vegetariana y vegana.

La ecoaldea se esconde entre las montañas, muy cerca del páramo de Sumapaz. Sobre su suelo sus integrantes preservan cultivos orgánicos, un reservorio de semillas, cuevas naturales y nacimientos de agua. Si su deseo es reencontrarse con el verde que se le perdió en la ciudad, este es un buen destino, además hace parte de una red internacional de ecoaldeas y centros de yoga con presencia en más de 25 países. Si anda explorando estilos de vida respetuosos con el medioambiente, empiece su visita por la web: www.varsana.co

4. Transformación Humana

Psicólogos y otros profesionales sin afiliaciones religiosas fundaron hace 15 años esta escuela de terapia y de desarrollo humano. Cuenta con una sede campestre en el municipio de Guasca donde llevan a cabo retiros, conferencias y talleres con las personas que ya han empezado procesos de formación. Sin embargo, algunos cursos están abiertos al público general, lo único que hace falta es el interés por encontrar un camino de servicio y felicidad que le imprima significado a la vida. En esta escuela los estudiantes reciben formación en terapia gestalt, constelaciones familiares, trabajo corporal, teatro psicoactivo, meditación y conocimientos ancestrales de diversas fuentes. El propósito es movilizar procesos de sanación y autoencuentro en los que cada quien decide cuánto avanza. El centro en Guasca cuenta con habitaciones compartidas, salones, bosques y espacios verdes; tiene una programación activa todo el año. La información necesaria en: www.transformacionhumana.com

*Coordinadora editorial de Especiales Regionales de SEMANA.