Frigoporcinos tiene dos plantas de beneficio, en las que se sacrifican 1.300 cerdos diarios. | Foto: Diego Zuluaga

NEGOCIOS

Frigoporcinos Bello, una compañía ejemplar

De ser una pequeña maquiladora de carne de cerdo, esta compañía pasó a convertirse en la segunda empresa más importante a nivel nacional en este mercado.

26 de abril de 2020

El sector agroindustrial se caracteriza por un liderazgo masculino. Sin embargo, una de las empresas más exitosas del sector, Frigoporcinos Bello S.A.S, está dirigida por mujeres. Comenzó en 2005 con Teresita Cuartas, gerontóloga de profesión, su esposo, Alberto Builes, y su hija Natalia Builes. En el año 2012 se asoció con otra planta de beneficio de cerdos de Bello y se constituyó como la sociedad Frigoporcinos Bello S.A.S. Hasta entonces había sido una empresa familiar sin un área administrativa sólida.

En 2015 ingresó a la empresa Lorena Builes, hija de Teresita y Alberto, quien estudió Zootecnia e hizo una especialización en Administración de Empresas. Este relevo generacional cambió el direccionamiento de la empresa. Lorena fortaleció la estructura organizacional, adaptándola a los más
altos estándares de calidad que exige el Invima e implementó estrictos procesos de sostenibilidad que dieron como resultado un producto inocuo y certificado. Desde entonces, Frigoporcinos ha experimentado un crecimiento acelerado, conquistando durante tres años consecutivos el primer lugar en el mercado nacional, y durante dos años el segundo lugar. “Frigoporcinos Bello es el ejemplo de que una empresa del sector agroindustrial puede ser rentable y cumplir a cabalidad con todo lo que la ley exige, esa es la clave de nuestro éxito”, asegura Builes.

El crecimiento de la empresa ha ido de la mano con el fortalecimiento de la sostenibilidad. Anualmente invierte 600 millones de pesos en proyectos de sostenibilidad y en la implementación de políticas de economía circular. En cuanto a lo ambiental, la empresa ejecuta proyectos de reforestación arbórea, implementa energías renovables, recicla y disminuye su huella de carbono, que pasó de 4.400 toneladas de CO2 en 2018 a 1.320 toneladas en 2019.

En cuanto a sostenibilidad social, 90 por ciento de los empleados son vecinos de Bello, el salario mínimo está por encima del reglamentado, la empresa apoya la educación superior y fortalece el buen vivir de sus colaboradores y sus familias. Además, Frigoporcinos creó la Fundación Pazatiempo a través de la cual desarrolla proyectos educativos para ocupar el tiempo libre de la infancia y la tercera edad. Por otra parte, apoya iglesias y hogares geriátricos y aporta alimento para un refugio de perros y gatos.

En la dimensión económica, el negocio aprovecha el ciento por ciento del animal: su servicio principal es la maquila de carne de cerdo, pero también comercializa subproductos que se extraen del cerdo.

Con sus acciones de crecimiento y sus planes de sostenibilidad ambiental, social y económica, Frigoporcinos Bello se ha consolidado en el sector agroindustrial como un ejemplo del crecimiento que puede tener una empresa familiar cuando implementa buenas prácticas empresariales.

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