JETS
Searca creó una tarjeta prepago para quienes necesiten volar en ‘jet’ privado
Se llama Jet Card, la ofrece la aerolínea de vuelos charter más grande de Colombia, y con ella los pasajeros, especialmente quienes viajan de negocios, pueden optimizar su tiempo y evitar molestas escalas.
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Jorge Alberto Campillo aprendió a volar hace cuatro décadas y lo sigue haciendo porque es la gran pasión de su vida. Es piloto de Searca, la aerolínea de vuelos chárter más grande de Colombia y la segunda en América Latina. También es su gerente y fundador. Hoy, 27 años después de su creación, la empresa tiene 30 aeronaves que acumulan más de 275.000 horas en el aire sin ningún accidente. Esta cifra ha sido posible porque entendieron que, como dice Campillo, “el principal equipo de seguridad en una compañía de aviación es el factor humano”.
Cuando Searca comenzó a operar realizaba servicios de puente aéreo médico en la región de Urabá y de transporte de correo; luego se convirtió en el principal aliado de varias empresas petroleras. Después de unos años abrió sus sedes en Bogotá, Medellín, Barranquilla y San Andrés. Y hoy estas ciudades son puntos estratégicos para lograr el objetivo de la firma: descentralizar a Colombia, conectando directamente todas las ciudades intermedias y a estas con el exterior.
“Si su negocio requiere visitar dos ciudades como Montería y Valledupar desde Cali, le tomaría mas de dos días debido a que en cada trayecto debe volver a conectar en Bogotá”, recuerda Campillo. Esta pérdida de tiempo en altos ejecutivos es incuantificable. “En uno de nuestros ‘jets’ usted puede ir en la mañana a Montería, 20 minutos después estar en Valledupar y en la noche, tranquilamente, descansará en su casa”.
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Esto es posible gracias a la operación de vuelos chárter y al sistema de tarjeta prepago de horas de vuelo Jet Card de Searca. “Hay muchas personas que quieren tener su propio ‘jet’, pero no vuelan con tanta frecuencia como para asumir todos los costos de tripulaciones, entrenamientos, mantenimiento y hangares. Si alguna de esas personas tiene nuestra Jet Card, optimizará su tiempo como si tuviera un avión propio. Nosotros le aseguramos que, cuando llame y lo solicite, siempre estará a su disposición”, explica Campillo.
Con una de estas tarjetas, que pueden ser de 50 o 100 horas de vuelo al año, los beneficiarios acceden a los emblemáticos jets Hawker Beech 400A de ocho puestos, o a los Gulfstream G 200 de 11. Aunque cualquier persona puede adquirir la tarjeta, Searca le apuesta al sector de los empresarios, hombres y mujeres que deseen ser más productivos para sus empresas, ya que pueden cumplir compromisos en diferentes ciudades en un mismo día. Searca les facilita su vida y ellos lo saben. “Muchos de nuestros pasajeros son conscientes de que esto no es un lujo, es una herramienta de trabajo”, concluye Campillo.
