El club Juncos Rugby, de Sabaneta, está afiliado a la Liga Antioqueña de Rugby. | Foto: Sebastián Morillo

DEPORTE

La nueva potencia del rugby colombiano

Sabaneta se ha convertido en la cuna de grandes jugadores de rugby. Ellos luchan por demostrar que esta actividad es incluyente y representa grandes oportunidades para los deportistas colombianos.

Juliana Sosa*
24 de abril de 2019

En el sector de La Romera, en Sabaneta, hay un pájaro característico, conocido como barranquero, y que Cristian Ramírez relaciona con un ave similar denominada junco. Fue precisamente ese el nombre que eligió cuando fundó Juncos Rugby Club. Diez años después, con una pausa obligada de cuatro por falta de recursos y escenarios para la práctica, el equipo entrena todos los lunes y miércoles en la Unidad Deportiva Zona Norte y recientemente se afilió a la Liga Antioqueña de Rugby.

La decisión del Comité Olímpico Internacional de incluir nuevamente esta disciplina en los Juegos Olímpicos Río 2016 y de garantizar su presencia en los de Tokio 2020, fue el impulso definitivo para que Cristian retomara su pasión. Lo que empezó como un proyecto de búsqueda en las instituciones educativas, hoy es una realidad para más de 50 jugadores en las ramas masculina y femenina. Cristian y Sergio Mora dirigen a las mujeres, y Julián Castro a los hombres.

Muchos se predisponen porque creen que es un deporte brusco y en el que se van a golpear, entonces tratamos de generar actividades atractivas para la iniciación”, cuenta Cristian, quien se complementa a la perfección con Sergio: mientras uno se enfoca en la motivación, el otro trabaja en lo técnico y lo táctico.

La eficacia de estos esfuerzos, que les permite figurar en torneos departamentales y nacionales, se vio recompensada con la convocatoria de cuatro de sus integrantes al equipo femenino Las Tucanes, que participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018: Isabella Pérez, Stefanía Sarmiento, Isabel Ramírez y Valentina Tapias, la capitana.

Aunque hubo gente que no nos tuvo fe y dijo que fuimos a pasear, la experiencia fue lo mejor y conocimos a muchas personas porque nos quedamos en la Villa Olímpica. En lo deportivo, nos fue súper bien: perdimos el partido por el tercer puesto contra Canadá (24-19), pero estuvo demasiado apretado”, recuerda Valentina.

Con solo 17 años, esta estudiante de Contaduría Pública se destaca también en la Selección Colombia de mayores, con la que compitió en el Suramericano de Rugby, en Uruguay, en 2018, en los Juegos Suramericanos Bolivia 2018, y con la que ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla el año pasado.

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Extrovertida, responsable y muy consciente de su rol de líder, Valentina es el vivo ejemplo de que en el rugby no tienen cabida los estereotipos. Es femenina dentro y fuera de la cancha, por eso todavía le molesta un poco que algunos piensen que es un deporte para hombres.

Sin embargo, la época en la que se enojaba por dichas opiniones quedó en el pasado; ahora siente lástima por la “gente ignorante” que se pierde de la oportunidad de disfrutar como lo hace ella con sus compañeras. Y es que a diferencia de otras mujeres, cada tackle las llena de energía y la preparación de las formaciones –scrum, line, ruck y maul– la entusiasma.

Grandes amigos

Si bien suena a frase de cajón, en Juncos están convencidos de que los éxitos que han logrado hasta el momento, más los que quieren alcanzar a mediano y largo plazo, se basan en la disciplina, perseverancia y en la amistad que hay en el equipo, esa que se ve reflejada en los entrenamientos y en las salidas grupales.

A veces es muy duro porque somos muchos y no siempre tenemos buenos días, pero en el club somos una familia, entre todos nos ayudamos y buscamos soluciones a los problemas”, aseguró Alejandro Guisao, quien además de su velocidad, llama la atención por el gran parecido físico con el afamado jugador estadounidense Perry Baker, al que le debe su apodo.

Santiago Zapata, Luis Andrade, Steven Bedoya y Alejandro son la cuota en la Selección Antioquia y aspiran a llegar a Los Tucanes, al igual que sus compañeras. Compartir con ellas es la oportunidad perfecta para aprender de sus experiencias y demostrar que el rugby es incluyente.

Todos tenemos cabida en este deporte, seamos altos, bajos, flacos o gordos. Cada uno tiene un rol especial, solo hay que estar ciento por ciento concentrados y creer en que uno es capaz de hacerlo”, agregó Alejandro, quien se define a sí mismo como un joven alegre y que motiva a los demás para que no se rindan.

Estos dignos representantes de Sabaneta la tienen clara: “Siempre les decimos a las chicas y a los pelados que dejen todo en la cancha, que los resultados se van a dar si dejan el corazón y el alma. Eso es lo principal que les enseñamos”, concluye Cristian.

*Periodista deportiva.