Adiós a Yaphet Kotto, el primer villano negro de James Bond e integrante de la tripulación de ‘Alien’

Una caricatura de la intensidad, una sonrisa tan amplia como el mundo, el actor Yaphet Kotto dejaba huella en sus producciones.

Saltó a la fama en los años setenta, en lo que luchó contra James Bond en “Vive y deja morir”. También hizo parte de la tripulación espacial del Nostromo, marcada por una terrible visita inesperada: la del xenomorfo de “Alien” (en el clásico dirigido por Ridley Scott en 1979). falleció a los 81 años, informó su agente.

En un comunicado publicado el lunes en Facebook, su esposa, Sinahon Thessa, describió a su difunto marido como una “leyenda”.

“Hiciste de villano en algunas de tus películas pero para mí eres un verdadero héroe y para mucha gente también”, dijo.

El agente Ryan Goldhar confirmó su fallecimiento pero no especificó la causa de la muerte.

“Todavía estoy procesando su fallecimiento, y sé que se le echará de menos”, dijo.

Segunda generación

Nacido en Nueva York, de un padre inmigrante camerunés y de una enfermera del ejército estadounidense, Kotto debutó como actor profesional en 1960 en una representación teatral de la obra de Shakespeare “Otelo” en Harlem.

El actor recibió elogios por sus papeles como el primer villano negro de Bond --el dictador Dr. Kananga--en “Vive y deja morir”, de 1973, y una nominación al Emmy por su interpretación del hombre fuerte de Uganda, Idi Amin, en la película para televisión “Raid on Entebbe”.

Luego encarnó al ingeniero espacial Dennis Parker en la claustrofóbica película de ciencia ficción de Ridley Scott “Alien”, de 1979, y luchó junto a Arnold Schwarzenegger en el thriller distópico de 1987 “Running Man”.

Compartimos la impactante escena en la que Kotto, a la derecha de John Hurt, participa de un momento histórico en el cine de ciencia ficción.

Y este pequeño pero poderoso homenaje de Mooch TV.

En este video se pueden ver algunos clips de sus actuaciones memorables, pero, sobre todo, se puede escuchar su voz, cálida, llena de humanidad.

Especial resulta escucharlo cuando comparte una anécdota especial. Alguna vez en Washington, décadas atrás, se topó con un bus de niños japoneses. No podía entender el idioma, lo único que discernía era una palabra que todos decían al verlo: “¡Alien!”. “Ese momento fue algo raro, entendí que el sueño se había hecho realidad. Que era conocido en todo el mundo”.

Hoy, todo el mundo lo despide.

*Con información de AFP