Cultura
Fernando Botero Zea contó cuál era el cuadro favorito de su padre y el que lo lanzó al estrellato
Botero Zea destacó detalles sobre la vida artística de su padre.
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El hijo de Fernando Botero, quien falleció este viernes, contó en un corto diálogo detalles de la relación con su padre y algunas historias sobre la vida profesional de su padre.
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Fernando Botero Zea señaló, en declaraciones a Noticias RCN, que su padre fue un afortunado y que su talento lo llevó a ser expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, factor que lo catapultó a la fama.
“Fue un momento muy puntual, fue la visita de una gran curadora del Museo de Arte Moderno de Nueva York, que se llamaba Dorothy Miller. Lo visitó en el estudio y de forma inmediata quedó maravillada con una obra que él había pintado que se llamaba “Mona Lisa a los 12 años”, y en ese instante ella tomó la decisión de comprar ese cuadro para el Museo de Arte Moderno de Nueva York”, dijo
Botero Zea también indicó que “en el momento en que ese cuadro llegó al museo, que era la catedral del mundo del arte, los galeristas, los dealers, los profesionales del mercado del arte empezaron a verle de una forma diferente y al poco tiempo empezó a tener un éxito descomunal”.
Por su parte, el hijo del artista destacó lo que para muchos era un secreto hasta ahora, pues reveló cuál era la obra favorita de su padre durante toda su trayectoria.
“Él encontró unas cartas del gran pintor español Diego Velázquez, en donde este comentaba en profundidad su técnica, la forma como se aproximaba a la pintura, como mezclaba los colores y, con base en esas cartas, él hizo una Menina en el estilo de Velázquez, pero también con el propio estilo de Botero, ese cuadro es su máxima expresión de su capacidad y estoy seguro de que era su cuadro favorito y lo es también para mí”, aseveró Botero Zea.
Como detalle extra dijo que “en el momento de firmarlo nos contó que no lo firmó porque ese cuadro era más Velázquez que Botero”.
La muerte de Fernando Botero estremece al país, especialmente al mundo de la cultura. Con más de 90 años, Botero se había convertido en el ícono colombiano más importante en el mundo del arte. Hace casi veinte años, la revista Art Review se puso a la tarea de hacer una lista con los diez artistas vivos más cotizados del mundo y Fernando Botero quedó de quinto.
Son pocos los pintores que llegan a tocar la gloria, pero son aún menos los que alcanzan a gozarla en vida, como le sucedió a Botero. Este es un privilegio que no tuvieron ni Van Gogh, ni el Greco, ni Rembrandt, ni muchos otros a los que solo les llegó su momento en la posteridad.