Cine
José Restrepo, de la película ‘Enemigo en el Espejo’: “Ser mente abierta es pensar si uno es el equivocado”
Llega a cines la ópera prima de Julián Camilo Sánchez, que aborda temas de bulimia masculina, salud mental, y una juventud adulta que no sabe bien a qué aferrarse pero explora maneras de conectar. Hablamos con su protagonista sobre la película y la importancia de encontrarse en el medio.
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Esta película no predica. Eso es bueno. Establece sus personajes y temas, y no se propone “resolver”. No sataniza el consumo de sustancias psicoactivas, el rock, y no ridiculiza frecuentar una iglesia cristiana. Cuenta el cuento de su personaje, Camilo (José Restrepo, de series como Narcos, Los Iniciados, y una película como Selva), de manera fluida y suficientemente genuina para mantenernos en la intriga de cómo saldrá de su estado de incertidumbre, entre charlas y tensiones con quienes eran sus amigos de banda musical, su madre, y algo de descarga con su amigo cercano en una universidad de la que está hastiado, porque en ella tampoco se encuentra...
Enemigo en el Espejo aborda relaciones humanas y sociales, pero, sobre todo, luchas internas que hay que desenredar para darse una oportunidad de vivir en paz (una medianamente sostenible).
Este personaje, quizá el primero masculino en el cine colombiano que sufre bulimia, que carga sus demonios, encuentra en Sol una persona que lo quiere ver mejor (interpretada por Ángela Rodríguez, actriz notable, recordada por Malta y series como Los Billis, Medusa). Ella también lleva a cuestas sus luchas pasadas y presentes, y encuentra refugio en un espacio social y religioso como lo es una iglesia, que a muchos abraza y a otros rechaza. Y plantea compartirlo con Camilo, así entienda bien las contradicciones que eso planteará.
En la música se encuentran, y se dan una oportunidad. Y la vida pasa, sin juicios pero con reflexiones que llevan a decisiones. Viviendo hasta que el camino ilumina si deben seguir, o no, juntos... Sobre Enemigo en el Espejo, hablamos con su protagonista, esto nos dijo.


SEMANA: Lo hemos visto protagonizando unas óperas primas interesantes. Esta es una de ellas. ¿Cómo se involucra con esta película?
José Restrepo: Yo había hecho una película con Red Collision, y en esa anterior película, Julián (Camilo Sánchez) había escrito ese guion, que fue una de las cosas que más me gustó. Entonces, cuando me enteré de que Red Collision iba a hacer otra película, que Julián iba a dirigirla y que era su guion, me interesó mucho. Les comenté que me gustaría ser parte del proyecto, y como nos había ido muy bien en la película anterior, también les pareció. A Julián también le pareció, y desde ahí el proceso fue rápido. Queríamos trabajar juntos.
SEMANA: Cuéntenos del guion, que toca un tema como la bulimia en un personaje masculino, algo que no estamos acostumbrados a ver. ¿Qué tanto ciñó al guion? ¿Cómo fue crear este este protagonista tan particular?
J.R.: Las ventajas de trabajar con un director que escribió su propia película vienen de que, de alguna forma, él ya tiene todas las cosas en la cabeza, la información, los objetivos que se trazó, entonces todo es más directo y las propuestas solo tienen que pasar solo su filtro, el del director/escritor. Así uno puede tomar riesgos más grandes y avanzar. Así, todo es más auténtico, más real y más inmediato.
En ese sentido, trabajar con Julián fue un placer. Me permitió y me dio mucha libertad para construir el personaje y proponer en el momento, porque siento que con un guion que está muy bien escrito, ya todo está sobre la mesa y solo hay que pensar en cómo traducir eso a acciones, a cosas reales en la escena. Irónicamente, a veces, siento que la mejor forma de hacer eso es perdiéndole un poco el respeto al guion, sabiendo que por bien escrito que esté, no se debe quedar en el papel, tiene que tener carne y otras cosas para que le haga honor a lo escrito.

En eso, con Julián estábamos muy en la misma página. Por eso siempre había la posibilidad de agregar alguna improvisación o de llegar al texto de la escena sumando algunas cosas improvisadas o construcciones con los otros actores. Y como todos son tan buenos actores, es un error no aprovechar todo lo que ellos traen, las ideas que ven desde la perspectiva de sus personajes. Julián fue muy inteligente al recibir un poco del feedback de todos los actores y llegar a a una construcción mucho más auténtica, más completa y tridimensional, no solo de mi personaje, de todos.
“Esta peli habla desde puntos de vista distintos, e incita a encontrarnos en la mitad”
SEMANA: ¿Algo le sorprendió de haber visto terminada esa película luego de verla en la página y haberla rodado? A veces, parecen películas distintas...
J.R.: Hay películas en las que pasa eso, que uno ve un guion y la película termina siendo de otra forma, pero esta no fue así. Julián tenía la visión muy clara, y no había cómo darle muchas otras perspectivas. Nunca cambió tanto, entre la visión y cuando la encontré ya en edición y terminada.
La historia está escrita desde la perspectiva de mi personaje, y toca temas como la bulimia o la salud mental, y aún así, una cosa me sorprendió y me resultó grata: cómo se trató la historia romántica, la parte amorosa, la relación entre Sol y Camilo. No he visto muchas pelis colombianas de este tipo, que enfoquen la parte de romántica, no desde la comedia, sino desde algo dramático. Me gustó mucho eso.

SEMANA: Con ella (genialmente interpretada por Ángela Rodríguez), se toca también un tema religioso, social, humano, de las iglesias cristianas. Que suelen buscar personas como su personaje...
J.R.: Lo bonito de esta peli, su éxito, viene de que Julián escribe guiones muy interesantes, inteligentes y chéveres. Y eso pasa porque no está tratando de juzgar, sino de entender. Hoy en día, la sociedad está muy dividida y la idea es ser mente abierta. Y muchas veces uno piensa que el bando de uno es el mente abierta y el otro no. Y si uno está de este lado, probablemente son los otros los que se están equivocando. Este tipo de pelis dan la posibilidad de darse cuenta de que ser mente abierta es, realmente, pensar si uno es el que se está equivocando, si es uno el que podría encontrar un mejor camino.
Y me gustó mucho cómo termina la película, ¡para eso está hecho el cine! No quiero hacer spoilers, pero si esa historia se diera en el mundo real, uno diría, “Se equivocaron”, pero en la película, hace pensar si uno podría hacer algo distinto en la vida real de uno.

Es algo muy relevante y muy valioso tratar de unirnos otra vez. Hay tantos intereses y tanta gente poderosa, tanta plata y tantas cosas en juego, que siento que la estrategia más fácil para controlar todo es separar a las personas, hacerlas sentir diferentes: dividir para vencer, dividir para conquistar. Ese ha sido el tema intemporal: tratar de hacer bandos, que la gente sienta que no es parecida a su vecino, sino que es parecida más bien a un man de por allá... Y esta peli habla desde dos puntos de vista bien distintos, sin juzgar, proponiendo e incitando la idea de encontrarnos en la mitad y dejar de juzgarnos y tratar de llegar a acuerdos.
SEMANA: Lo vimos también en ‘Selva’. Parece canaliza mucho de esta juventud habitada por una desazón, en una búsqueda que no sabe bien como por dónde meterla...
J.R.: Es inevitable. Tendría que estar muy engañado para no ver la línea que hay entre algunos personajes que he hecho recientemente, que sí hablan de eso que tú dices, que están tratando de darle sentido a sus vidas. En parte los interpreto porque de alguna forma tengo ese casting, me contratan para esos personajes. Pero, de otra forma, lo hago también porque es algo muy real hoy. Estamos viviendo una especie de adolescencia de la sociedad, del género humano en general. No sabemos bien para dónde vamos y no estamos seguros de seguir los consejos de nuestros ancestros, de nuestros mayores. No sabemos si tendríamos que encontrar una forma nueva de ser o hacerle caso a lo que ya éramos... Hay mucha confusión. Y, obviamente, eso se refleja en los individuos.
Creo que son búsquedas muy honestas, personajes muy honestos, y fueron un reto. Y ese es mi interés en la actuación. Me he dado cuenta de que lo que más me gusta de esto no es el hecho de crear personajes muy distintos a mí, es tratar de desaparecer en la realidad de esos personajes, en la escena. Ahí siento que está la alquimia de la actuación; ahí ocurre la magia. No es tanto en construir personajes, sino en encontrar la verdad de las escenas en los personajes.
SEMANA: ¿Algún mensaje para despedir la charla?
J.R.: Queda por decir que ojalá la vean. Se puede hablar mucho de un tema, pero la charla va a ser mucho más rica si ven la película y la hablan con sus amigos. Queda invitar, de verdad, a todo el mundo a que vea El enemigo en el espejo, que la comente después, que la pase rico en el cine, que le dé la oportunidad a estas historias diferentes, que son muy relevantes y que hablan del mundo de hoy. Y aunque no son comedias, son bien entretenidas de ver porque generan debate y ponen a pensar.

SEMANA: Lo vimos también en ‘Selva’. Parece canalizar mucho de una temprana adultez habitada por una desazón, en una búsqueda que no sabe bien como por dónde llevar...
J.R.: Es inevitable. Tendría que estar muy engañado para no ver la línea que hay entre algunos personajes que he hecho recientemente. Y sí hablan de eso que tú dices, están tratando de darle sentido a sus vidas. En parte los interpreto porque de alguna forma tengo ese casting, me contratan para esos personajes. Pero, de otra forma, lo hago también porque es algo muy real hoy. Estamos viviendo como una especie de adolescencia de la sociedad, una especie de adolescencia del género humano en general. No sabemos bien para dónde vamos y no estamos seguros de seguir los consejos de nuestros ancestros, de nuestros mayores; no sabemos si tendríamos que encontrar una forma nueva de ser o hacerle caso a lo que ya éramos... Hay mucha confusión y no sabemos para dónde vamos como especie. Entonces, obviamente, eso se eso se refleja en los individuos.
Estamos viviendo como una especie de adolescencia de la sociedad, una especie de adolescencia del género humano en general. No sabemos bien para dónde vamos y no estamos seguros de seguir los consejos de nuestros ancestros, de nuestros mayores...
Son búsquedas muy honestas, personajes muy honestos, y fueron un reto. Y ese es mi interés en la actuación. Me he dado cuenta de que lo que más me gusta de esto no es el hecho de crear personajes muy distintos a mí, es tratar de de desaparecer en la realidad de esos personajes, en la en la escena. Ahí siento que está la alquimia de la actuación y donde ocurre la magia. No es tanto en construir personajes, sino en encontrar la verdad de las escenas y de los personajes.
SEMANA: ¿Algún mensaje para despedir la charla?
J.R.: Se puede hablar mucho de un tema, pero la charla va a ser mucho más rica si ven la película y la hablan con sus amigos. Queda invitar, de verdad, a todo el mundo a que vea Enemigo en el espejo, que la comente después, que la pase rico en el cine, que le dé la oportunidad a estas historias diferentes, que son muy relevantes y que hablan del mundo de hoy. Y aunque no son comedias, son bien entretenidas de ver porque generan debate y ponen a pensar.

Tráiler de la cinta que produjeron Sebastián Caballero y Vanessa Gómez, de Red Collision Studios, y distribuye TheGSeven.