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Mitty (Ben Stiller) clasifica negativos fotográficos para la revista ‘Life’ y debe viajar por el mundo en busca de uno que se le perdió. La aventura lo lleva incluso al espacio.

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La vida secreta de Walter Mitty

La vida secreta de Walter Mitty está basada en un cuento de 1939 del humorista estadounidense James Thurber, que sigue al personaje del título mientras fantasea durante un día intrascendente.

Manuel Kalmanovitz G.
11 de enero de 2014

Título original: ‘The Secret Life of Walter Mitty’
Año: 2013
Director: Ben Stiller
Guion: Steve Conrad, basado en un cuento de James Thurber
Actores: Ben Stiller, Kristen Wiig, Sean Penn
Duración: 114 minutos

La vida secreta de Walter Mitty está basada en un cuento de 1939 del humorista estadounidense James Thurber, que sigue al personaje del título mientras fantasea durante un día intrascendente. Así, en una tormenta de nieve, Mitty se vuelve explorador polar o, mientras espera fumando a que su esposa termine unas compras, se transforma en un héroe que aguarda con sangre fría al pelotón de fusilamiento encargado de acabar con él.

Es un cuento de una alegría melancólica, que resonó mucho en su país; una muestra de que las fantasías heroicas pueden atemperar la rutina gris del día a día.

Esta versión de esa historia, protagonizada y dirigida por Ben Stiller, conserva el personaje central del tipo soñador, pero no parece entender que en el cuento las fantasías no tienen la finalidad de volverse realidad, sino que son pinceladas de otra esfera, una irrupción cómica e inofensiva en el mundo del protagonista. No es que Mitty fantasee porque su vida sea insatisfactoria, sino porque así pasaba la gente los segundos libres cuando los teléfonos ni eran portátiles ni venían con mil opciones para distraerse.

En la película, Stiller trabaja clasificando negativos en la revista Life y, sí, tiene una vida imaginaria llena de aventuras y heroísmo. Pero la publicación ha sido comprada por alguna entidad sin rostro que está a punto de cerrarla y Mitty no logra encontrar la foto de portada, enviada por un reconocido y aventurero fotógrafo (Sean Penn). Presionado por el barbudo y pesado ejecutivo encargado de cerrar la revista (Adam Scott), Mitty debe irse por el mundo a buscar a su elusivo fotógrafo y encuentra en la realidad la aventura de sus fantasías.

Se trata de una película de un optimismo cegatón y hostigoso. Las aventuras están esperándonos todo el tiempo, parece decir, el único impedimento está en el aventurero mismo que no se atreve –o a quien no se le ocurre– dar el primer paso. Obviamente, las cosas se facilitan mucho si el aventurero tiene una tarjeta de crédito con un cupo generoso y un pasaporte del primer mundo antes de decidir, de manera intempestiva, irse. Pero eso la película ni lo contempla.

El contraste que ofrecía el cuento entre lo imaginado y lo vivido, donde estaba el corazón de su melancólica alegría, desaparece acá. Y sin contraste entre la imaginación y la realidad, solo queda una maraña confusa. Si las grandes aventuras están disponibles para todos, si es solo cuestión de comprar tiquetes y contratar sherpas para subir al Everest, ¿qué tienen de extraordinario?

Esta confusión en La vida secreta de Walter Mitty se extiende a otras esferas, por ejemplo a las barbas de los personajes. El ejecutivo encargado de cerrar la revista y sus secuaces son todos barbudos y matonean al Mitty bien afeitado, burlándose de sus englobes. Pero cuando el nuevo Mitty llega de sus aventuras, también se ha dejado la barba, aunque la de él es más descuidada. Ahí ya no lo matonean. Porque a pesar de todo, concluye confusamente la película, barbas y aventuras, no son todas creadas iguales. 

CARTELERA

**** Excelente *** 1/2 Muy buena ***Buena ** 1/2 Aceptable   ** Regular *Mala


Frozen: Una aventurza congelada ***
Lo más reciente de los estudios Disney sigue las aventuras de una princesa que debe evitar el congelamiento de su reino.

No se aceptan devoluciones **1/2
En esta película sentimental, un padre mexicano que cría a su hija en Estados Unidos debe luchar por su custodia. 

El Hobbit: La desolación de smaug ***
En esta segunda parte, la novela de J. R. Tolkien es una aventura espectacular y llena de persecuciones.

Obediencia ***
Basada en un hecho real de 2004, esta película independiente muestra las consecuencias de seguir órdenes irreflexivamente.