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Imagen del sencillo "Agua" de Bomba Estéreo.
Imagen del sencillo "Agua". | Foto: Cortesía Bomba Estéreo

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Música (colombiana) de río y selva, de carretera, de transformación y de ciudad

Arcadia comparte videos nuevos de Bomba Estéreo, Moügli, Systema Solar, conEctor y Diamante Eléctrico con una meta parecida: ofrecer reflexión y gozo en días complejos. La música sigue sumando esperanza a quien le quiera dar la oportunidad.

18 de febrero de 2021

Bomba Estéreo y los 4 elementos

Agua, tierra, aire, fuego...

Bomba Estéreo anunció su nuevo álbum, Deja, y lanzó tres nuevas canciones, “Agua”, “Deja” y “Soledad”. Con estas, la banda generó olas de atención en Colombia y varios otros lugares del mundo donde sus sonidos se aprecian con entusiasmo. Y, se justifica, suena a latido de tierra, suena a que esa voz de Li Saumet en matices contemplativos y caminando tonos bajos del ‘beatmaster’ Simón Mejía sigue explorando y sigue encontrando.

El dúo ha protagonizado la escena alternativa/Caribbeat/dance desde que irrumpió en la escena en 2010 con Fuego. Lanzaron luego trabajos como Elegancia Tropical (2013) nominado al Latin Grammy, Amanecer (2015) y Ayo (2017), ambos nominados al premio Grammy.

El video, dirigido por Jhoy Suárez y Li Saumet, corresponde a Agua, canción en la que participa la artista colombiana Lido Pimienta y el dúo afro cubano OKAN. Su factura visual es amplia, fuerte en sus colores que entrega el rojo intenso, el verde selvático, y una ritual noche de selva psicodélica.

Deja se lanza “esta primavera” y se divide conceptualmente en cuatro secciones y/o elementos: Agua, Aire, Tierra, y Fuego. “El álbum trata la conexión y la desconexión de los seres humanos del planeta, de cómo estamos más cerca de los aparatos electrónicos y de las cosas virtuales que de las cosas reales. Así que decidimos usar los cuatro elementos, porque son parte del equilibrio dentro de los seres humanos”.

“Están pasando algunas cosas densas en el mundo y tenemos que compartirlas. Hicimos este álbum para que lo puedas bailar en una discoteca, pero a la vez tiene un significado más profundo. Está hecho para bailar perreo con conciencia”, concluye Saumet.

Systema Solar y Puerto Candelaria, o el borondo kolombiano

Los sonidos, los instrumentos, los personajes y las anécdotas del video de esta colaboración (tan natural como genial) ofrecen una experiencia a la que vale la pena subirse. Kolombia apela a que, a pesar de que este país tiene mucho que llorar, el orgullo cultural hacia las raíces locales se debe exaltar, cantar, aplaudir y reconocer.

La experiencia se plantea así: las bandas hermanas Systema Solar y Puerto Candelaria agarran sus maletas e instrumentos y se van de viaje por las carreteras de Kolombia, y allá “nos encontramos con la esencia intacta de lo que es Kolombia, un país alegre, con sonidos únicos, y con personas que sin importar cuáles sean los contratiempos, siempre buscan la manera de llegar donde se lo proponen”, aseguran las bandas.

Jhonpri, vocalista de Systema Solar y compositor original de la canción, añade: “La canción habla de ‘Me quedo en Mi Kolombia bailando la cumbia’ por todas las situaciones complicadas que significan salir del país, lo irónico que es ser colombiano afuera, teniendo un país hermoso, lleno de riquezas y de otras cosas más valiosas y representativas.

En esta nueva versión quisimos reafirmar nuestros sonidos, nuestra cultura e identidad, del orgullo de ser colombiano pese a la discriminación, quería dar ese mensaje cuando escribí la canción”.

Moügli, del beat al paisaje

Se esconden los rayos del sol, ahora que estás lejos...

“Lejos” marca un nuevo lanzamiento del dueto colombiano, y pone el foco en lo mejor de su sonido. La canción traza un beat y desde crea un paisaje sonoro de sensaciones de añoranza eterna, de soledad y de compañía, de bareque con la vibra natural de un corazón que late. “La música es capaz de romper cualquier barrera de tiempo o distancia; hemos estado lejos desde hace un tiempo, pero con esta canción nos volvemos sentir más cerca que nunca”, dicen Juan Pablo Delgado y Samuel Lizarralde.

La banda considera que la canción habla “sobre la distancia, sobre estar separados de aquellas personas o situaciones que nos llenan. Es imaginarnos estando en la mitad del mar o de un río enorme en una noche oscura mientras navegamos en una canoa de bareque – ese material rústico que se ha utilizado por generaciones en muchas comunidades de Colombia para construir canoas y cabañas-”.

Desde su música los músicos invitan a un lugar lleno de fauna subacuática, “a un camino entre manglares y estrellas escondidas”, y a preguntarse por esos momentos que se dan por sentado en el día a día. “Cuando nos retiramos de todo lo que nos rodea y nos alejamos de nuestra cotidianidad entendemos el valor de cada uno de esos momentos que a veces ni nos percatamos que existen”.

Tropitransformación, conEctor y amigos por causas urgentes

ConEctor (Héctor Buitrago-Aterciopelados) lanza una canción llena de onda y de colaboraciones valiosas y simbólicas que, además, apoya una causa más que necesaria (a través de crowdfunding, aseguran los artistas, la canción apoya a una población afrodescendiente, víctima del desplazamiento ubicada en Ciudadela Sucre, Soacha).

Buitrago materializa su idea de llevar un mensaje de esperanza en medio de esta crisis mundial reuniendo a Lido Pimienta (más Lido, más chévere), Camilo Colmenares (Bogotá) y Yonny Javier Buenaños (Quibdó, Chocó). Estos dos últimos, parte de la fundación “Arte Sin Fronteras” de la Academia de Artes Guerrero.

Esta “cumbia espacial, electrónica y bailable que surge de los momentos de incertidumbre del 2020”, según ConEctor, “busca que nos acerquemos a través de la música, que nos acompañemos y que aprovechemos este tiempo para escuchar la biodiversidad y para transformarnos bailando”.

El video se grabó en el confinamiento en 2020, y en él participaron varios líderes en procesos de sanación emocional y espiritual: Laura Moreno, directora y fundadora de la Red Mundial Mujeres Que Despiertan, Claudio Palomares director de Hombres Que Despiertan; Laura Nuñez de Sexurero y Daniel Mora de Sextima, quienes dieron origen al mensaje de la canción. El video clip fue editado y finalizado por el artista audiovisual Juan Andrés Moreno.

La canción hace parte de la campaña “Sonidos desde tu Ventana” del colectivo VozTerra en alianza con Museum for the United Nations UN-Live. Además, un porcentaje del dinero recaudado de estos álbumes se donará a la Reserva Thomas Van Der Hammen en Bogotá.

Diamante eléctrico, fiesta funk en el 2021

Diamante Eléctrico lanzó la semana pasada Mira Lo Que Me Hiciste Hacer, un disco de diez canciones propias (y un cover de “Everybody Wants To Rule The World”, “Todo el Mundo Quiere el Mundo”) que desde su sonido comanda sus ondas hacia el funk de pista de baile y, en ese sentido, en algo evoca la exploración de Dua Lipa en Future Nostalgia. La banda conformada por Juan Galeano y Daniel Álvarez regresa con lo que, para Álvarez, “es una comunión entre lo que nos gusta tocar y lo que nos gusta oír; este es un disco que oiríamos sin parar”. Vale anotar que lo prepararon y grabaron en los tiempos de pandemia.

Para la banda, MLQMHH es su álbum con las letras más sinceras y personales, con temáticas que sienten cercanas como el cuestionamiento a los roles de género, las promesas de amor futuro, la tranquilidad de aceptar la incertidumbre, y la personalidad de la Bogotá nocturna. A esta la retratan en “Suéltame, Bogotá”, sencillo lanzado con el video que acompaña esta nota, grabado a comienzos de 2021 en el barrio bogotano El Restrepo.

“Los once temas de este nuevo álbum del Diamante traen impresa la esencia de la fiesta ochentera y la vibra que acompañó a esta era, sin dejar de lado los fundamentos que la banda encuentra en el rock”, asegura letras que conectan su presente y su pasado. La banda le tiene fe a temas como “Amalia” y “Error Favorito” y presenta la canción acústica “A Veces” como la primera aparición vocal de Daniel Álvarez.

Diamante Eléctrico se propuso “hacer música luminosa para tiempos difíciles”. Ahora queda en el público recibirla como tal.