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Día sin carro y sin moto: ¿sirve realmente para disminuir la contaminación?

Expertos aseguran que el impacto medioambiental es menor y que se deben implementar otro tipo de medidas que permitan mitigar el problema de fondo. Destacan el aporte educativo de esta iniciativa y el loable objetivo que persigue.

6 de febrero de 2020, 5:35 a. m.
Con esta iniciativa las autoridades buscan promover el uso de medios de transporte sostenibles como la bicicleta. Foto: archivo/Semana.

¿Contribuye al mejoramiento del medioambiente?, ¿es una medida efectiva?. Preguntas como estas suelen surgir entre la ciudadanía siempre que se realiza el Día sin carro y sin moto en Bogotá.

Desde la Secretaría de Ambiente de la Alcaldía de Bogotá se ha señalado que en una jornada como esta se pueden dejar de emitir más de 12.300 toneladas de dióxido de carbono, equivalentes a lo que puede limpiar el Parque Simón Boívar en 69 días, lo que redunda, a su vez, en una reducción de emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera. "El Día sin carro y Moto es importante particularmente en términos de cambio climático", sostuvo esa dependencia.

En cuanto a la contaminación del aire, Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente del Distrito, señaló que los niveles de material particulado pueden llegar a disminuir hasta en un 13%. En la última jornada del día sin carro se registró un descenso del 9% de PM10 y del 1% en PM 2.5. El PM son pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro aerodinámico varía entre 2,5 y 10 µm o micras (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro).

La Alcaldía espera alcanzar un positivo impacto medioambiental, a partir del 1.800.000 carros y las más de 460.000 motos que dejarán de circular por las calles y avenidas de la ciudad entre las 5:00 a.m. y las 9:00 p.m. "En términos de fuentes móviles, más del 40% de la mala calidad del aire de Bogotá se le puede atribuir a los vehículos de carga", dijo Urrutia, quien enfatizó que a esta clase de carros también los cobija la medida.

En la jornada de este jueves solo podrán circular taxis, buses y vehículos autorizados. Foto: archivo/Semana.

"Tenemos el enorme reto de llegar al 2050 como ciudad carbononeutra y para eso tenemos que dejar de emitir gases de efecto invernadero (...). Para el 2030 tenemos la meta de tratar de disminuir al rededor del 50% los gases y en esta tarea, el transporte es clave y en este proceso pedagógico el Día sin carro nos ayuda a cumplir ese objetivo", comentó la secretaria, que considera que esta iniciativa es una oportunidad de oro para que los bogotanos se den cuenta que se pueden movilizar de una forma distinta y más amigable con el medioambiente.

La funcionaria informó que para este día contarán con seis puntos de control de fuentes móviles en las localidades de Puente Aranda, Ciudad Bolívar, Fontibón, Teusaquillo, Kennedy y Usaquén, las cuales ayudarán a complementar los datos que se recauden en las 13 estaciones que conforman la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá. Adicionalmente, la secretaría realizará seguimiento al ruido ambiental en horas pico y valle, a través de las 25 estaciones de la Red de Ruido Urbano para determinar el índice de contaminación auditiva.

Urrutia explicó que para el final de este año se tiene contemplado la instalación de siete estaciones de monitoreo más, para llegar así a 20. "Estamos incluyendo en el Plan de Desarrollo Distrital medidas para modernizar la tecnología y poder contar con otras formas más innovadoras de medir lo que estamos respirando. La calidad del aire es una prioridad para la alcaldesa, es un tema que vamos a trabajar estructuralmente con transparencia, integridad y participativamente", manifestó.

Críticas a la medida

Daniel Bernal, experto en calidad del aire, considera que esta no es una iniciativa tan efectiva como se cree. De hecho, sostuvo que en los últimos años de implementación del día sin carro, los índices de contaminación han empeorado, esto debido a que se multiplica el transporte público para poder atender la demanda de pasajeros y no hay un control efectivo al transporte de carga, que son -según él- los dos grandes emisores móviles de dióxido de carbono, pues la gran mayoría de automotores usan diésel, consumen más combustible y no cuentan con un mantenimiento adecuado.

"Los carros particulares no son los grandes contaminadores, ya que utilizan otro tipo de combustibles y en un buen porcentaje están bien mantenidos. Tampoco creo que vaya a haber una disminución muy alta en el tema de contaminación auditiva, ya que los que más generan ruido son precisamente los taxis y buses", comentó el experto para quien este tipo de actividades sirven más como herramientas pedagógicas para promover el uso de la bicicleta y la patineta, que por sus efectos medioambientales.

Pese al incremento de articulados que se realiza para suplir la demanda, la gran cantidad de usuarios que se registra hace que las estaciones no den abasto. Foto: archivo/Semana.

Opinión de comparte Luis Estupiñán, profesor de Ciencias Ambientales de la Udca, quien afirmó que por un día que la ciudadanía no utilice el carro no se va a solucionar el profundo problema de polución acumulada que tiene la ciudad. "El impacto se ve más bien desde el punto de vista de la educación y la sensibilización", apuntó el docente, para quien este tipo de iniciativas genera conciencia.

Carlos Fonseca, exdirector del Ideam, asegura que aunque la medida trae beneficios, no es más que "un sofisma de distracción" al problema de contaminación que padece Bogotá. "Con o sin día sin carro el análisis que se realiza es incompleto", manifestó el también exdirector de Colciencias, para quien se requieren decisiones más profundas como minimizar el uso de combustibles fósiles. Le recomendamos: ¿Qué necesita Bogotá para mejorar la calidad del aire?

Para Bernal, entre tanto, deberían plantearse otro tipo de medidas que contibuyan mucho más a mejorar la calidad del aire como, por ejemplo, restringir la circulación de los vehículos de carga y crear corredores exclusivos para estos que estén alejados de los lugares más habitados. "También se debe renovar la flota de buses del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá (Sitp), así como de Transmilenio, por sistemas mucho más limpios como el eléctrico", explicó.

Aseguró, además, que se debe implementar un mayor control, así como una política que permita a los propietarios de vehículos viejos, cambiarlos por otros cuya tecnología permita reducir el impacto contaminante. “Debe haber también una mayor regulación a las empresas e industrias”, afirmó.