Home

Economía

Artículo

EL NUEVO SOCIO

Las intimidades de la venta del 5% de la asociación Cravo Norte a un consorcio estatal español.

2 de mayo de 1988

Pocos entienden cómo un negocio que implicó más de 75 mil millones de pesos colombianos e involucro parte de los recursos naturales de Colombia, pasó tan desapercibido en los periódicos, la radio y la televisión. La Occidental vendió la semana pasada en US$272 millones, el 5% de su participación en el contrato de Asociación Cravo Norte a la Compañia Estatal Petrolera Española, Repsol, quedándose así con tan sólo el 15% del producido de los campos de Caño Limón.
Eso quiere decir que hoy, de cada 100 barriles que se extraen del yacimiento, 60 pertenecen a Ecopetrol, 20 a la Shell, 15 la Occidental y 5 a Repsol. Así, en el término de 5 años se ha dado un cambio radical en la composición del manejo del crudo del Arauca. Aunque la Occidental de Colombia Inc. inició exploraciones en la zona el primero de julio de 1980 sobre una extensión de 1.003.745 hectáreas, que ya se redujeron a 262 mil, el descubrimiento de Caño Limón sólo se produjo en 1983.
En términos reales la Occidental había quedado con 40 de cada 100 barriles explotados en Caño Limón, pero después de la controvertida venta de la mitad de su participación en el contrato a la Shell, sólo quedó con 20 de cada 100 barriles. La transacción que se acaba de realizar entre Occidental y Repsol, implicó esencialmente la venta del 25 % del capital social de la Occidental U.S. Holding, a la vez propietaria de la subsidiaria Occidental de Colombia Inc., que maneja operaciones de petróleo y gas en el país.
El negocio, por unos $75.616 millones al cambio actual, se legalizará el 31 de marzo próximo en Los Angeles, Estados Unidos. Pero el hecho se anunció precisamente cuando se conocieron cambios en el staff directivo de la Occidental de Colombia: pocos días después del atentado contra la sede principal de la multinacional y tras una ola de actos de voladura de oleoductos que sembró gran preocupación Lo primero de lo que se habló fue de una crisis y de la "desbandada" de la compañía petrolera. Sin embargo, algunos detalles revelan que la cosa no parece ser así.
Los voceros de la Occidental han comprometido ante los periodistas su "palabra de hombres" de que nada raro pasa y que "todo lo que está sucediendo es normal dentro del negocio petrolero". El presidente de la subsidiaria (colombiano), Edgar Quiñónez, será trasladado a formar parte del equipo de manejo de operaciones de la Oxy a nivel mundial, en Estados Unidos. Lo mismo sucederá con el vicepresidente de exploraciones Glenn Shortz, y otros técnicos. En mayo llegará a Bogotá, como nuevo presidente, Dan Slate, radicado ahora en el Reino Unido y experto en el manejo petrolero en el Mar del Norte.

LA POLITICA
A pesar de la negociación con Repsol y de los cambios administrativos, la Occidental de Colombia se mantendrá como operadora del contrato de asociación Cravo Norte, que está produciendo 215 mil barriles de crudo por día. La pregunta que surgió en los círculos petroleros, es por qué una empresa estatal como la española, compra participación en un negocio que le maneja otro. Según estableció SEMANA, es política de Repsol la producción de hidrocarburos propios y comprar programadamente reservas en otros lugares del mundo, como efectivamente lo hizo en 1987 en Indonesia y como estuvo negociando con Petróleos Mexicanos, Pemex, recientemente.
Pero Occidental también tiene razones para desprenderse de parte de su yacimiento en Colombia. La Occidental Petroleum Company se había especializado, antes de llegar al país, en la exploración y no en la explotáción a largo plazo de pozos petroleros. Por eso vendió inicialmente la mitad de su parte a la Shell (considerada buena explotadora y comercializadora) y ahora a Repsol. Además para nadie es un secreto que a Occidental le cayó como anillo al dedo el hallazgo de Caño Limón. Sus acciones subieron y promocionó de tal forma su descubrimiento, que no ha tenido mayores inconvenientes para vender su negocio de Cravo Norte. Según la clasificación de Business Week, de las mil compañías más valiosas de Estados Unidos, Occidental pasó del puesto 178 en 1985 al 100 en 1986, año en el que registró ventas por US$15.344 millones. Y según "Fortune", ocupó el lugar 19 en 1985 entre las corporaciones industriales más grandes en Norteamérica, por debajo de Exxon, Mobil, Texaco, Chevron, Amoco, Atlantic y Shell, entre otras. En 1986 realizó una de las más grandes compras en la historia petrolera de los Estados Unidos, al adquirir la Diamond Shamrock por US$800 millones, una compañía del campo de las operaciones químicas.

EL NUEVO SOCIO
El nuevo socio de Occidental y del contrato de Cravo Norte, Repsol, es una compañía creada el 31 de julio de 1987 por el Consejo de Ministros de España y agrupa la participación que el Instituto Nacional de Hidrocarburos mantenía en sociedades públicas del sector petrolero como Hispanoil, Butano, EMP, Alcudia y Campsa.Puesta en marcha, Repsol fue lanzada como la profunda trasformación en el sector español de la energía y la petroquímica, con valor neto patrimonial superior a los $600 mil millones y situándose en el séptimo lugar del ranking europeo sectorial.
Con los cambios de nombres debidos a la nueva imagen del holding, Repsol Exploración reemplazó a Hispanoil; Repsol Petróleo a EMP; Repsol Química a Alcudia; y Repsol Butano a Butano. Repsol Exploración opera en 15 países y su mayor yacimiento está en Dubai, en el Golfo Pérsico, donde produce anualmente más de 4 millones de toneladas de petróleo. Ocupa el lugar 31 en la industria española. Repsol Petróleo, junto con sus filiales Distribución y Derivados (lugar 34) procesa en 4 refinerías la mitad del crudo que llega a España.
Repsol Butano (lugar 24 en la lista de grandes empresas en España) es la mayor empresa europea de distribución de gases licuados, y Repsol Química (lugar 34) es líder en petroquímica y plásticos. Exporta el 50% de su producción. Campsa, que se mantuvo inalterada en los cambios, es la primera empresa ibérica. Durante los últimos 7 años, el Instituto Nacional de Hidrocarburos ha promovido la unificación de compañías en el sector para fortalecer sus estructuras financieras, reducir costos y utilizar mejor sus activos.
El INH que es el holding petrolero público español busca a través de Repsol producir hidrocarburos propios. De ahí que haya buscado participación en Caño Limón. Con eso buscará competir con las multinacionales europeas y norteamericanas que manejan el 70% del crudo procesado en España. Por ahora Repsol tiene el 20% del mercado. Tras la creación de Repsol, se le encomendó un programa quinquenal de inversión, 1987-1991, por 420 mil millones de pesetas, más de 1 billón de pesos colombianos, algo así como el presupuesto central de Colombia en 1988, en principio. El INH ganó 37.800 millones de pesetas en el 86.
Pero tras la experiencia dejada por las reventas hechas por la Occidental a Shell y a Repsol, la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, decidió adoptar la política de no volver a contratar en el futuro sino con casas matrices. No más con subsidiarias. La determinación busca que los integrantes de un contrato de asociación no cambien intempestivamente, aunque legalmente eso pueda hacerse. En esencia Ecopetrol quiere saber con quién está negociando. En esos términos, el reciente negocio Occidental-Repsol, no tuvo repercusiones tan mínimas como las que se quisieron reflejar.

REPSOL

RESULTADOS FINANCIEROS 1986
(En pesos colombianos al cambio actual)

-INGRESOS 2.095.787 MILLONES
-UTILIDAD ANTES DE IMPUESTOS 71.948 MILLONES
-COSTOS FINANCIEROS 47.735 MILLONES
-ACTIVOS FIJOS 1.100.000 MILLONES
-DEUDA 255.625 MILLONES