Discreta presión

El maltrecho plan internacional de salvamento a la economía brasileña recibió un empujón el lunes de la semana pasada cuando los ejecutivos de 16 grandes bancos

9 de septiembre de 2002

El maltrecho plan internacional de salvamento a la economía brasileña recibió un empujón el lunes de la semana pasada cuando los ejecutivos de 16 grandes bancos, reunidos en la Reserva Federal de Nueva York, emitieron un comunicado de prensa en el que manifiestan su intención de mantenerle las líneas de crédito a Brasil. La reunión significó un importante esfuerzo para respaldar la ayuda por 30.000 millones de dólares que otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) a este país el pasado 7 de agosto. Convocar a banqueros a reuniones en bancos centrales para lograr una 'persuasión moral' es una táctica poco convencional que se había usado escasas veces. Aunque cada banco pueda tener individualmente un interés en sacar su dinero del país, lo cual precipitaría la crisis, colectivamente les conviene impedir que la economía se desplome llevando a una moratoria de la deuda que les costaría miles de millones de dólares y arrastraría también a otras economías.